El G7 se compromete a reducir la producción de plástico para frenar la contaminación

El G7 se comprometerá a reducir la producción de plástico para frenar la contaminación mundial causada por este material. El dato surge de un borrador del comunicado final de los ministros de Medio Ambiente reunidos en Italia, según obtuvo AFP.

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El borrador coincide con las negociaciones de 175 países en Canadá para concretar el primer tratado de Naciones Unidas que aborde la problemática, donde más de más de 900 individuos y organizaciones médicas demandaron un enfoque integral y equitativo en las negociaciones en Ottawa sobre el tema.

“El G7 reconoce por primera vez que el nivel de contaminación del plástico es insoportable y que su aumento es alarmante”, indicó la delegación francesa en una nota al margen de este encuentro de dos días en Turín, en el noroeste de Italia, entre los ministros de las sietes principales potencias occidentales.

Ante estos hechos, “el G7 se compromete a reducir la producción mundial de polímeros primarios para poner fin a la contaminación plástica en 2040”.

El grupo, que incluye Italia, Canadá, Francia, Alemania, Japón, Reino Unido y Estados Unidos, establecerá “una serie de medidas concretas que permitan alcanzar” este objetivo, según el mismo documento. Cabe destacar que el comunicado final del G7 será publicado el martes, al término del encuentro, precisaron.

Una carta con más de 900 firmas

Más de 900 individuos y organizaciones médicas, representando las demandas de más de seis millones de profesionales de la salud en todo el mundo, firmaron una carta abierta donde exigen un tratado ambicioso contra la contaminación plástica.

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La carta está dirigida al Presidente del Comité Intergubernamental de Negociación, instando a la adopción de un tratado ambicioso y equitativo que aborde de manera exhaustiva la crisis de contaminación plástica, especialmente en el sector de la salud.

Este llamado urgente llega en un momento crítico mientras el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) lleva adelante las negociaciones a través del Comité de Negociación Internacional sobre Contaminación por Plásticos (INC). El objetivo: forjar un acuerdo internacional legalmente vinculante que ponga fin a la contaminación plástica en todas las naciones.

La carta, firmada por representantes de más de seis millones de profesionales de la salud en todo el mundo, destaca la necesidad de un enfoque que respete los derechos humanos, reduzca la producción de plásticos, elimine los productos innecesarios de un solo uso y priorice la desintoxicación, mientras garantiza la transparencia en la cadena de suministro de plásticos.

Gary Cohen, cofundador y presidente de Salud sin Daño, advierte sobre la importancia de esta reunión histórica: “La reunión del INC-4 representa una oportunidad crítica e histórica para abordar la crisis global de los plásticos que amenaza la salud humana y planetaria”.

Sin embargo, no todas las voces están en sintonía. Algunos negociadores están pidiendo una exención para los plásticos de atención médica en el Tratado, lo que podría dejar fuera del alcance del acuerdo hasta el 10% de la economía global. Cohen advierte que tal exención podría frenar el movimiento y obstaculizar la innovación.

Alarma con los microplásticos

Los datos respaldan la urgencia de la situación. Un estudio reciente publicado en The New England Journal of Medicine revela que el 60% de los pacientes quirúrgicos estudiados que tenían acumulación de micro y nanopartículas de plástico en sus arterias presentaban un riesgo 4.5 veces mayor de sufrir un evento cardiovascular grave en los tres años posteriores a la cirugía en comparación con aquellos sin microplásticos en sus arterias.

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A pesar de ser un importante consumidor de plásticos, el sector de la salud está liderando los esfuerzos para combatir la contaminación plástica. Los sistemas de salud ya están implementando medidas para reducir los plásticos de un solo uso, detoxificar y reutilizar el plástico, y abogar por cambios políticos en el uso y producción de plásticos.

Con estas negociaciones en curso, el mundo aguarda con expectación el resultado final del Tratado Mundial sobre Plásticos, sabiendo que el destino de la salud humana y planetaria está en juego.