Dos argentinos crearon la primera planta de Latinoamérica que fabricará bioplásticos
El objetivo es tener una producción ecológica y poder sustituir el plástico tradicional por uno 100% biodegradable.
Con la mirada puesta en los cambios que necesita la sociedad, Gabriel Fernández, un empresario rosarino, junto a su socio Ezequiel Sala, levantaron la primera planta de Latinoamérica que fabricará bioplásticos a escala industrial.
Se trata acerca de Bionbax, una producción sustentable clave a nivel global, porque si hay un componente complicado para ser degradado ese es el plástico, que se calcula, por ejemplo, que una botella tarda hasta 500 años en desintegrarse.
“Este tipo de inversiones son muy importantes, desde el momento cero tomamos la decisión de hacer las cosas bien, sin improvisar. Estamos haciendo la planta, las oficinas, salas de reuniones, dos laboratorios, más la parquización, todo con una mirada sustentable”, comenta, en diálogo con La Capital.
“Muchos investigadores tienen un desarrollo, pero no tienen escala industrial, no tienen donde hacerlo. Así que en Bionbax queremos darles una solución, dar oportunidades”, agrega.
Ahora bien, lo primero será la fabricación de su primer bioproducto, pero ¿cómo se logra este plástico? Desde hace seis meses, tras un acuerdo con un centro de desarrollo polaco, se están llevando adelante las pruebas y procesos para hacer el bioplástico a base de bacterias.
Son esas bacterias las que, en un medio controlado, se las pone en contacto con una fuente de carbono y a partir de allí se alimentan y reproducen.
En esta fase, están probando con dos fuentes de carbono: aceites y azúcares para ver cuál les da el mejor resultado, cuál es más estable y se puede sostener en el tiempo.
Tras definir ese proceso, llegará la última etapa en la que se separan los líquidos y lo que quedará es el flamante pellet de bioplástico. Se calcula que todo el proceso se realizará en un poco más de 50 horas.
“Hoy acceder a la materia prima de cualquier producto es siempre complicado, nosotros vamos a producir bioplástico con todos elementos locales, es decir, no necesitamos importar nada para hacerlo”, explica.
Gabriel añade que “el 100% de lo que vamos a producir podría ser exportable, pero no creo que podamos darnos ese lujo porque en el país hay gran demanda de bioplásticos”, por lo cual calcula que en una primera etapa trabajaran sólo para el mercado interno. Producirán entre 30 y 40 toneladas mensuales, lo que los lleva a unas 400 anuales que asegura “es poco para la gran demanda que hay”.
La inversión para montar toda la estructura oscila entre los USD 5 y los USD 8 millones y se está haciendo con fondos propios. “No es fácil conseguir inversores para proyectos industriales, porque muchos son más conservadores y sólo invierten en el sector inmobiliario. Nosotros somos más arriesgados”, finaliza.