Diseñaron una línea disruptiva de composteras urbanas y ahora buscan gestionar 3000 toneladas de residuos orgánicos

Tobías Rial, Valentín Rumen y Matías Scolni decidieron poner en práctica la teoría que habían aprendido como licenciados en Gestión Ambiental y arrancar un emprendimiento sustentable.

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Empezaron primero con talleres de educación ambiental en escuelas y luego diseñaron el primer modelo de compostera domiciliaria para facilitarle a las personas hacer compost en su hogar.

Así surgió en 2015 Greenheads Argentina, y hoy ya están en proceso de armado de una planta de compostaje industrial: proyectan tratar hasta 3000 toneladas mensuales de residuos orgánicos.

Pioneros y disruptivos

Cuando los tres amigos pusieron en marcha el proyecto hace casi 7 años eran pocos los que hablaban sobre el compostaje domiciliario.

Con la idea, el emprendimiento tomó más forman con un préstamo familiar de $10.000 y una camioneta Isuzu modelo 97 que les “permitió dar el pie inicial en este proyecto”. “Hoy en día todos los proyectos son solventados con los ingresos que genera la propia empresa”, detalla Scolni a Economía Sustentable.

“Era un nicho completamente nuevo, con muy pocos actores y poca difusión. Podemos decir que fuimos uno de los pioneros en el tema”, dice el emprendedor.

Y agrega: “Hoy nos hemos convertido en uno de los principales proveedores de composteras a nivel nacional y hemos logrado desembarcar con nuestros productos en Uruguay. También logramos desarrollar un servicio de compostaje in-situ para medianos generadores como empresas e industrias, y al día de hoy contamos con más de 15 clientes nacionales y multinacionales a los cuales acompañamos en el proceso para gestionar correctamente sus residuos”.

Greenheads Argentina en la actualidad venden online “alrededor de 200 productos por mes entre composteras y productos satélites a la compostera, como puede ser material estructurante para compostar, tachito pre-compostador, bolsas compostables, entre otros”.

Además, han provisto de composteras a distintos programas como¨Escobar sostenible¨ del municipio de Escobar, provincia de Buenos Aires y ¨Casa Común¨, del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación.

Menos residuos, menos emisiones

Scolni explica que la problemática de los residuos “es uno de los mayores problemas que debemos afrontar hoy como humanidad”.

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“Todos y en todos lados se generan residuos constantemente, y el compostaje es una herramienta elemental para combatir esta problemática. No solo porque a nivel domiciliario podemos reducir el 50% de los residuos que generamos, sino porque además permite que cada persona o familia sea un actor presente y activo en esta solución, sin depender de otros”, cuenta.

En este sentido, precisa que “el compostaje permite reducir los residuos, reutilizarlos y reciclarlos todo al mismo tiempo, y a su vez nos permite obtener un producto de calidad a cambio”.

“Compostando reducimos las emisiones de gases de efecto invernadero al llevar una descomposición controlada, disminuye la contaminación del suelo, aire y cuerpos de agua, y nos permite recomponer el suelo devolviéndole los nutrientes que necesita”, agrega.

-¿Cómo impacta el proyecto en el mercado argentino? ¿Hay aceptación por parte de los consumidores?
-Mas allá de la economía en general, la pandemia generó un interés y adopción increíble del compostaje. Las mayores ventas se dieron en plena pandemia y muchísimos hogares se sumaron a compostar sus residuos. Hoy ese pico de venta disminuyó, pero la base de personas que se han concientizado creció y cada vez es mayor la masa que se suma a compostar sus residuos.

-¿Qué meta tienen este año? ¿Qué buscan alcanzar?
-Estamos en proceso de armado de una planta de compostaje industrial que nos va a permitir trabajar con grandes generadores. Generadores que obtienen de su proceso productivo residuos de carácter orgánico. El objetivo principal es poder conseguir la habilitación necesaria para comenzar a trabajar, y la proyección a un año es tratar 300 mensuales de residuos orgánicos. Si las condiciones se dan favorablemente la idea es crecer hasta alcanzar a gestionar 3000 toneladas mensuales de residuos orgánicos.

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Si bien en la actualidad la empresa está compuesta solo por los tres socios y cuentan con cierto asesoramiento en temas específicos, los emprendedores afirman que uno de los objetivos es “generar un equipo interno que nos de soporte para poder seguir creciendo”.

“La complicada situación económica genera que las decisiones demoren un poco más para no dar pasos en falso”, concluye Scolni.