Descubren cómo usar biopolímeros naturales en semillas para potenciar cultivos
Científicos argentinos avanzan en una tecnología innovadora para recubrir semillas con biopolímeros naturales. Los detalles.
Un equipo liderado por Mariana Melchiorre, investigadora del CONICET, el INTA y la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), avanza en una tecnología innovadora para recubrir semillas con biopolímeros naturales.
Este desarrollo, que combina sostenibilidad y eficiencia, busca mejorar la productividad de cultivos como maní, soja y maíz al vehiculizar insumos químicos y biológicos esenciales para su crecimiento.
//Mirá también: La innovadora startup argentina de agroinsumos que ganó un millón de dólares y sale a conquistar nuevos mercados
El proyecto utiliza matrices poliméricas a base de almidón y otros compuestos de origen nacional, formulados para ser biodegradables y de bajo costo. Estas tecnologías son aplicables tanto en agricultura convencional como en sistemas agroecológicos, promoviendo prácticas más respetuosas con el medio ambiente.
Dónde se aplica el recubrimiento biopolimérico
Una de las innovaciones ya fue licenciada a la PyME cordobesa Ceres Demeter, que produce un recubrimiento biopolimérico específico para semillas de maní. Este producto permite incorporar bacterias fijadoras de nitrógeno, reduciendo la necesidad de fertilizantes químicos. Actualmente, la empresa comercializa el biopolímero a industrias maniseras que lo aplican mediante maquinaria especializada.
//Mirá también: Cuál es el impacto ambiental de la producción de la cochinilla
La “Plataforma de biopolímeros para usos agroindustriales sustentables” recibió el Sello de “Bioproducto Argentino”, destacando su contribución a la sostenibilidad. Además, el equipo trabaja en nuevas formulaciones para cultivos extensivos y otras aplicaciones, como un recubrimiento para granos de maíz con un medicamento que controla éticamente la población de palomas urbanas.
Impacto en el sector agrícola
Los recubrimientos biodegradables no solo optimizan el tiempo de los productores, sino que también reemplazan los polímeros sintéticos, reduciendo los residuos plásticos en el suelo. Este avance posiciona a la tecnología como un aliado estratégico para la transición hacia prácticas agrícolas más sostenibles.
Melchiorre destacó que ya colaboran con empresas globales de inoculantes y buscan ampliar la transferencia tecnológica, subrayando que el impacto de estas soluciones “podría transformar la producción agrícola en Argentina y el mundo”.