Desconcierto en el sector de las energías renovables por una medida ordenada por Milei
Las empresas y asociaciones que representan a productores de energía solar y eólica advierten sobre las incertidumbres que genera la resolución. Qué dice el texto.
A principios de julio y por orden del presidente Javier Milei, el Gobierno impulsa un importante cambio en la comercialización de la electricidad que está generado desconcierto entre las empresas productoras de energías renovables.
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Las incertezas del sector se centran en las consecuencias que traerá para esta industria una medida adoptada por la Secretaría de Energía de la Nación que deroga el monopolio de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA) en la compra y venta de energías.
Hasta esa medida, la empresa encargada de operar el mercado eléctrico mayorista de Argentina, que fue creada en 1992 por decreto del Poder Ejecutivo, tenía la exclusividad para operar el Sistema Argentino de Interconexión.
También para planificar las necesidades de capacidad de energía, coordinar de las operaciones de despacho y regular las transacciones económicas del mercado eléctrico mayorista (MEM).
A esto le sumaba la posibilidad de actuar como intermediario en los contratos del sector eléctrico y para la adquisición de gas y combustibles que necesitan las plantas de generación, así como la de gestionar en los intercambios binacionales de electricidad.
Su paquete accionario se encuentra participado en un 80% por los Agentes del Mercado Mayorista Eléctrico, y en un 20% por el Estado Argentino.
Las asociaciones que representan a las empresas de generación (AGEERA), transmisión (ATEERA), distribución (ADEERA) y a los grandes usuarios (AGUEERA) poseen, cada una, con un 20% de su capital. En tanto, el directorio está compuesto por los representantes de sus accionistas (10 directores titulares y diez directores suplentes).
Consecuencias “inesperadas” de la resolución de Milei
A partir de la Resolución 150 del ente que dirige Eduardo Rodríguez Chirilo y que fue publicada en el Boletín Oficial del 12 de julio pasado, se derogaron todos los permisos que tenía CAMMESA para actuar como mandataria del Estado Nacional, asumiendo tareas para las cuales no fuera originariamente constituida y que, según el Gobierno, los aportados por el Fondo Unificado para el sostenimiento del Fondo de Estabilización.
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En este sentido, la norma dejó sin efecto una resolución del 2022 que le otorgaba a CAMMESA toda esa serie de potestades para la cual no fue creada buscando ajustar el marco normativo del sector eléctrico tratando de coordinar y clarificar la actuación de entidades estatales y empresas del sector energético, y delimitar la actividad e injerencia de la sociedad y del propio Estado Nacional en el mercado energético mayorista.
De igual forma, la administración libertaria enmarcó la nueva resolución haciendo hincapié en el decreto 55/2023 que declaró la emergencia del Sector Energético Nacional en lo que respecta a generación, transporte y distribución de energía eléctrica bajo jurisdicción federal, y de transporte y distribución de gas natural que tendrá vigencia hasta el 31 de diciembre próximo.
En este sentido, las empresas y asociaciones que participan de la producción de energías alternativas como las renovables (solar, eólica, entre otras), se muestran desorientadas y sin poder hacer declaraciones públicas sobre las consecuencias que la medida tendrá para este sector.
Por ahora, ninguna compañía ni ejecutivos que representen a las cámaras empresarias se animaron a realizar declaraciones, por lo menos hasta conocer la reglamentación de la resolución que todavía no se sabe cuándo ocurrirá.
La norma “compleja” de Milei
La coincidencia entre todos los que participan de este negocio es que se trata de una resolución “compleja” que puede beneficiar como no a la industria de las renovables, según el contenido de las normas complementarias que termine adoptando el gobierno de Milei.
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“Estamos esperando conocer la reglamentación de la Resolución 150 para emitir una opinión concreta”, enfatizaron desde una de las principales productoras de energías limpias del país.
En tanto, desde una asociación que agrupa a empresas privadas del sector advierten sobre posibles consecuencias “complejas y arbitrarias” sobre el nuevo escenario que se abrirá tras la decisión oficial de quitarle a CAMMESA su monopolio considerado “excesivo” por el Gobierno en la operatividad y en el funcionamiento del MEM.
Es decir, por ahora la industria de las fuentes energéticas basadas en la utilización del sol, el viento, el agua o la biomasa vegetal o animal, entre otras, no hay certezas sobre el futuro del sector.
Mercado de las renovables, más desregulado
Varios empresarios consultados por Economía Sustentable, no supieron o decidieron no hacer público sus opiniones sobre esta norma que también hace hincapié en la necesidad de encauzar gradualmente al sector eléctrico nacional hacia mecanismos de eficiencia en el costo de generación y su remuneración asociada, promoviendo un régimen de mayor libertad y competencia en el MEM, en consonancia con la actual política energética a los fines de reducir la intervención del Estado Nacional.
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Pero a pesar del silencio de las empresas y asociaciones que agrupan al sector de las energías renovables, existen varias coincidencias como que la derogación de la resolución del 2022 es la primera norma que tiene el objetivo claro de regresar a un mercado mucho más desregulado, con precios que surjan de costos propios declarados y no establecidos por CAMMESA.
“Se busca que cada generador deba abastecerse de combustibles y efectúe sus propios contratos de venta de electricidad y potencia a término y en el mercado spot”, explican quienes conocen el funcionamiento de la sociedad mixta.
En definitiva, un retorno a lo establecido a principios de los años 90 por el marco regulatorio eléctrico y mediante el cual CAMMESA deberá dejar de comprar combustible para abastecer a los generadores y tampoco podrá celebrar contratos de venta de energía.
Además, no dispondrá de fondos del Tesoro Nacional para pagarle a generadores o transportistas de electricidad ni a proveedores de combustibles líquidos ni gas natural.
Fuentes del mercado comentan que la medida sorprendió a más de un actor del mercado, incluido CAMMESA, por lo que se consultó de manera urgente al Secretario de Energía quien habría dado algunas precisiones y tranquilizado en parte a los agentes del mercado, aclarando que la norma prohíbe nuevos acuerdos o contratos pero respeta el rol de CAMMESA en los existentes.
Transición ordenada del mercado de las renovables
Lo que parece estar claro es que hay una voluntad férrea del Gobierno de retornar a los conceptos y al funcionamiento original del mercado eléctrico y definiendo que CAMMESA retorne y se limite a las funciones para las que fue creada, como organismo encargado del despacho.
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De todos modos, en el mercado de las renovables, como en el resto de la industria, se espera que haya una transición ordenada y no una modificación vertiginosa que podría llevar a descoordinaciones y a serios problemas operativos y financieros.
Se tiene en cuenta, además, las grandes diferencias entre la realidad actual y lo que ocurría hace 30 años, a principios de los 90 y se advierte que desandar el camino recorrido desde el 2005 y volver al viejo Marco Regulatorio requerirá, para ser exitoso, de un trabajo muy serio con muchos profesionales durante un período de al menos un año.
De otra manera, los empresarios anticipan que “se caerá en apresuramientos y en parches peligrosos”.
Otras voces, expresan un temor que ya es realidad teniendo en cuenta que las importaciones de combustible en lugar de liquidarse mediante el dólar oficial, se realizará mediante el tipo de cambio de Contado con Liquidación (CCL) que tiene una brecha entre uno y otro de casi 48%.
“En criollo, ese sería el porcentaje de ajuste del costo de generación mostrando que, aunque se compense con el resto de los costos de generación interna, los números se van para arriba y eso se traslada al mecanismo de precios”, entienden en una de las compañías líderes.
Basar los precios en el mercado spot
En el caso de compañías que están ya en descuerdo con la norma a pesar de no haberse reglamentado aún, aseguran que el nuevo escenario las obligará a importar con un dólar bastante por encima del oficial con una cotización en función a lo que dicta el dólar paralelo.
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Entienden que al no poderse establecer esos valores según lo que marca CAMMESA, los precios se basarán en el “spot”; es decir, en la cotización del día que se realizan las operaciones en forma efectiva.
De igual manera se asegura que no perjudicaría al Mercado a Término de Energías Renovables (MATER), ya que no lo articula y no lo hace usando esta facultad, sino que tendrá consecuencias negativas en las licitaciones públicas.
Para los expertos habrá que esperar saber cómo el gobierno de Mieli decide desarmar la maraña de instrucciones regulatorias que le fue dando la Secretaría de Energía a CAMMESA durante los últimos 20 años como era, entre otras cosas, el de comprar combustibles como el gas natural, el gasoil y el fueloil para las centrales térmicas.
Apostar por la eficiencia energética
Desde otra compañía de energías renovables entienden que la norma tiene relación con la situación económica de crisis y de profundos desequilibrios socioeconómicos que ponen en riesgo la subsistencia misma de la organización social, jurídica y política constituida, afectando su normal desarrollo.
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Por lo tanto, defienden la necesidad de adoptar mecanismos de eficiencia en el costo de generación y su remuneración asociada, promoviendo un régimen de mayor libertad y competencia en el MEM, en consonancia con la actual política libertaria que pretende reducir la intervención del Estado, propiciando un mercado en el que la oferta y la demanda realicen transacciones libremente, regulado por normativas que promuevan su funcionamiento autónomo y competitivo, contribuyendo a una mayor eficiencia y sostenibilidad económica.
Por eso, esperan que a la norma le siga la liberación del mercado eléctrico tal como ocurre en los países desarrollados y como ocurrió en Argentina hasta los primeros años de la década del 2000.
Es decir, que se liberen las negociaciones entre compradores y comercializadores y generadores.
Interés por la generación de renovables
La decisión se basa en un informe oficial que advierte que la generación térmica, hidráulica, renovable y nuclear, más las importaciones, “no alcanzará para abastecer la demanda ante las olas de calor cada vez más frecuentes”.
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El documento también anticipa que “de presentarse iguales condiciones que en el pico máximo del verano pasado, igual disponibilidad del parque térmico, igual recurso renovable variable y con Paraguay utilizando el 50% de la Central Hidroeléctrica Yacyretá, para abastecer la demanda máxima prevista (30.700 MW) será necesario importar la máxima capacidad (2.500 MW) y reducir reservas operativas”.
En este sentido, en los últimos tiempos CAMMESA recibió 48 proyectos de energías renovables por más 3.700 MW que se dispondrán en 29 parques solares y otros 19 de generación eólica.
Las cifras muestran un fuerte interés del sector energético privado por la generación renovable en Argentina con cifras que representan un notable acercamiento al récord de octubre de 2023, cuando se recibieron 5.314,5 MW en 60 proyectos durante el tercer trimestre del año pasado.
En la convocatoria actual, las plantas fotovoltaicas son las que predominan, con 29 solicitudes que totalizan 2.598,8 MW de potencia máxima solicitada para adjudicar. La energía eólica, por su parte, ocupa los restantes 19 parques, con un mínimo asignable de 629,8 MW hasta 1.721,6 MW.
Además, 11 de los proyectos presentados contemplan inversiones en la expansión de las redes de transmisión eléctrica nacional, de los cuales seis están asociados a plantas de generación solar y eólicas, mientras que los restantes se vinculan a la ampliación de la estación transformadora 500 kV Bahía Blanca para los parques eólicos El Mataco II, Mataco III y La Victoria.
En cuanto a los participantes, Genneia lidera la ronda del MATER con 12 solicitudes, con miras a ganar entre 159 MW hasta 762 MW de potencia renovable para el mercado entre privados. Le siguen Solar DQD e YPF Luz, con 4 parques cada una.
Todos estos datos marcan un indicador positivo del avance de la transición energética en Argentina con una diversificación de la matriz energética con fuentes renovables considerada fundamental para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y mitigar los efectos del cambio climático.
