Descarbonización total, el plan del mayor productor de acero de la región para facilitar el cambio climático
La empresa grupo Techint aceleró sus planes sustentables para evitar que la pandemia del Covid-19 ponga en riesgo sus operaciones a largo plazo.
Además de poner en marcha un plan de inversiones por u$s500 millones para mejorar su relación con el medioambiente, la empresa Ternium, considerada como uno de los principales players de la industria siderúrgica global, está poniendo también en marcha una serie de iniciativas para mantener operaciones sostenibles en el largo plazo, con la llamada ruta de descarbonización como su principal objetivo.
Actualmente, Ternium opera en México, Brasil, Argentina, Colombia, sur de Estados Unidos y Centroamérica a través de sus instalaciones productivas regionales, centros de servicio y su propia red de distribución
Produce materiales para las industrias automotriz, de electrodomésticos, HVAC, construcción, bienes de capital, contenedores, alimentos y energía a través de su red de plantas de manufactura, centros de servicio y distribución, y sistemas avanzados de integración de clientes.
A partir de este escenario, viene implementando procesos financieros para proteger su liquidez y posición financiera, reducir costos mediante la optimización de las operaciones y de su estructura de gastos costos fijos así como del capital de trabajo.
En este sentido, la compañía desaceleró algunas de sus inversiones de capital y canceló el pago del dividendo anual del último año con lo cual pudo registrar un EBITDA de u$s1.500 millones en 2020, en línea con el año previo, sobre ventas de u$s8.700 millones, 14% abajo del último año, y ganancias por ADS de u$s3.97.
El flujo de fondos libre ascendió a u$s1.200 millones y la deuda neta descendió por debajo de los u$s4.000 millones.
A partir de estos resultados, que reflejan la fortaleza de la recuperación de la compañía durante un año turbulento, Ternium comenzó a profundizar sus proyectos de ayuda al medioambiente resumidos en un reporte de sustentabilidad elaborado a partir de las directrices establecidas por Worldsteel, el Pacto Mundial de la ONU, GRI (GlobalReporting Initiative) y el New York Stock Exchange.
De hecho, el propio Paolo Rocca, dueño de la compañía y del grupo Techint, se involucró en el proceso tras sostener que el desafío de la pandemia involucró cada aspecto de los negocios de su holding y afectó a todos sus empleados.
Para el empresario, considerado uno de los hombres más ricos de la Argentina con una fortuna cercana a los u$s8.000 millones, la llegada del coronavirus también ha sido una oportunidad para poner a prueba la resiliencia del enfoque de gestión a largo plazo y la sustentabilidad de su grupo.
Es por eso que instruyó a sus ejecutivos a profundizar las medidas para ayudar a cumplir los objetivos globales por el cambio climático y otros aspectos de la agenda de sustentabilidad que, entre otros aspectos, incluyó el anuncio en febrero pasado de reducir la intensidad de sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) en 20% para el 2030.
Para lograr esta meta, la compañía pretende aumentar la participación de fuentes renovables en la mezcla de energías y de chatarra en la mezcla metálica, expandir su capacidad de captura de dióxido de carbono en la planta de HRD, sustituir parcialmente el carbón metalúrgico con biomasa, principalmente carbón vegetal, continuar el desarrollo de su programa de eficiencia energética y priorizar inversiones orgánicas con tecnologías de fabricación de acero de bajas emisiones específicas.
Para el largo plazo, la compañía está analizando estrategias adicionales para descarbonizar sus operaciones basadas en tecnologías de fabricación de acero y hierro actuales y en desarrollo, y la disponibilidad de energía renovable y chatarra de acero.
Además, promueve el desarrollo de una economía de hidrógeno verde, que requiere inversiones significativas en potencia renovable y el transporte y almacenamiento seguro de gases, una mayor escala de producción de materias primas de alta calidad, para reducir las emisiones de proceso, e infraestructura de captura de dióxido de carbono.
Se trata de una meta de mediano plazo que forma parte del compromiso de continuar descarbonizando sus operaciones en el largo plazo, según destaca Máximo Vedoya, CEO de Ternium.
“La descarbonización se ha convertido en un asunto primordial para el mundo entero y, en particular, para nuestra industria y por eso, en febrero, pasado el Consejo de Administración de Ternium aprobó una meta a mediano plazo de reducir la intensidad de emisiones de carbono de nuestras instalaciones de producción de acero en un 20% desde una línea base en el 2018 como parte de un proceso de largo plazo de descarbonizar nuestras operaciones”, destacó Rocca.
El ejecutivo reconoce que, como productor líder de acero plano en América Latina, Ternium puede causar un impacto positivo para la salud del planeta y para su propio negocio “si somos responsables con el medio ambiente y seguimos apoyando la transición mundial hacia la energía renovable”.
Por eso, destaca el plan diseñado para alcanzar la reducción de emisiones de CO2 con un incremento en el uso de energías alternativas; incrementar el uso de chatarra y reciclaje del acero; expandir la capacidad de captura de dióxido de carbono en los procesos de reducción directa (DRI) y priorizar las tecnologías de producción de acero de menor emisión específica.
Para el directorio de Ternium, estas iniciativas para reducir la huella de carbono están alineadas con los compromisos de los países en los que opera, para contribuir a la consecución de los objetivos del Acuerdo de París adoptado en la conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático.
Cronograma sustentable
Durante la pandemia, Ternium operó todas sus plantas bajo estrictos protocolos sanitarios, que incluían pruebas inmediatas de todos los casos sospechosos para garantizar una prevención proactiva de contagios.
La empresa también realizó un programa de comunicación a lo largo de sus instalaciones para promover los protocolos de salud y bienestar tanto en el sitio como en el hogar.
De manera paralela, lleva a cabo una agenda de temas sustentables para reducir la proporción de la toma de agua potable; incrementar el reciclaje de co-productos; adoptar soluciones de construcción sustentable en nuevos proyectos; perseguir la excelencia en el desempeño ambiental; minimizar la emisión de material particulado; proteger la biodiversidad y trabajos de reforestación en minas de mineral de hierro fuera de servicio.
Además, trabaja en el diseño de una hoja de ruta de desarrollo de productos, apuntando a incrementar su oferta de acero sofisticados, resistentes y livianos para aplicaciones en una economía de bajo carbono.
En este caso, se trata de cumplir con el precepto de descarbonización a mediano plazo a partir de reducir su intensidad de emisiones de dióxido de carbono en base al desarrollo e implementación de tecnologías emergentes y la disponibilidad de infraestructura de energías renovables.
Las nuevas iniciativas de Ternium en ese sentido están alineadas con los compromisos de los países en los que opera, con el fin de contribuir a alcanzar las metas del Acuerdo de París adoptadas en la conferencia de cambio climático de la ONU.
El reporte recuerda los u$s500 millones anunciados por la compañía para financiar proyectos que permitan mejorar el control de las emisiones de material particulado, la gestión de materias primas y el control de calidad de agua en las principales operaciones en México, Brasil y Argentina.
Pero también hace referencia a planes adicionales para los próximos años como reciclaje del acero teniendo en cuenta que juega un papel clave en la reducción de las emisiones de carbono y que el año pasado Ternium ya utilizó 2,6 millones de toneladas de chatarra para producir acero nuevo con todas sus propiedades, que representan el 27% de su producción de acero bruto.
El trabajo refleja además las iniciativas relacionadas al uso de coproductos para reducir la producción de desechos, que se consolida para promover la economía circular y reducir el consumo de materia prima y energía.
Por ejemplo, se menciona la escoria granulada, que son gases y polvos que se generan en los procesos y que son vendidos y reutilizados por industrias como la del cemento o para producir energía eléctrica. En este sentido, en el 2020, Ternium logró una eficiencia de los materiales del 99.6% en sus operaciones, con la generación de 4.7 millones de toneladas de coproductos.
Con respecto a la calidad del aire, en el reporte se explica que la empresa ha invertido u$s142 millones en los últimos cinco años, la mayor parte destinada a proyectos para mejorar la captación y tratamiento de las emisiones de material particulado en las instalaciones, especialmente en México.
También se menciona la creación de un fondo por u$s6,4 millones destinado a brindar apoyo a 10 comunidades de Argentina, México, Brasil, Colombia y Guatemala en procesos de fortalecimiento de la red de hospitales para hacer frente a la emergencia sanitaria.
A esto se agregan otros u$s5,7 millones dele programa ProPymes de ayuda a clientes y proveedores más pequeños de la cadena de valor de Ternium, así como otros u$s13,5 millones de ayuda otorgada para obtener préstamos de instituciones financieras locales.
En el caso de ProPymes, apoya a 1.800 compañías pequeñas y medianas que forman parte de la cadena de valor en México y Argentina. El año pasado, patrocinó cursos de capacitación en línea para 5.300 participantes, y se desarrollaron alrededor de 300 proyectos.
Además, en los últimos cinco años, Ternium destinó u$s60 millones para promover la educación y la calidad de vida en las comunidades donde está presente.
Por caso, el año pasado otorgó 763 becas a estudiantes de preparatoria; 361 a estudiantes de nivel universitario y nueve a estudiantes de doctorado, en una apuesta a la educación para el desarrollo local.