Dengue: aerosol, gel o crema, ¿tienen la misma efectividad los repelentes?
En tiempos de invasión de mosquitos, especialistas del Conicet aclararon qué hay que usar y cada cuánto hay que renovarlo.
Aerosol, gel o crema, ¿tienen la misma efectividad los repelentes? En tiempos de invasión de mosquitos, especialistas del Conicet aclararon que la efectividad de los repelentes para prevenir el dengue no cambia según el tipo de presentación mientras que la duración varía en función de la concentración.
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El especialista del Laboratorio de Patología de Insectos Vectores del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE, Conicet-UNLP) Juan José García explicó que “los repelentes con cualquiera de los tres activos” -DEET, el IR3535 y la Icaridina- “son iguales de efectivos, no varían según la marca o varían levemente, así que lo más importante es guiarse por el precio” porque “no se justifica pagar de más”.
“Solo es necesario leer atentamente las recomendaciones de uso que están en el frasco y seguirlas al pie de la letra”, sumó.
En tanto, para la investigadora del Conicet en la Unidad de Investigación y Desarrollo Estratégico para la Defensa (Unidef) Laura Harburguer el uso de repelentes es necesario a pesar de que los mosquitos de la especie Aedes albifaciatus que predominan estos días, no respondan del todo eficientemente a ellos.
“Las diferentes formulaciones que uno puede encontrar en el mercado conteniendo DEET van del 7% hasta casi el 30%. Ese porcentaje es lo que va a determinar la duración del efecto repelente sobre la piel”, aseveró.
Cada cuánto hay que renovar el repelente
García coincide y agrega que con el porcentaje más alto se “puede alcanzar hasta 10 horas de protección” mientras que con el más bajo se obtienen “3 o 4 horas de protección”.
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En cambio, “el IR3535 generalmente se encuentra al 20% de concentración y su poder de repelencia es un poco más corto, aproximadamente entre 6 y 7 horas” mientras que en el caso de la icaridina, “los repelentes son al 20% en general y aseguran también entre 8 y 9 horas de protección”.
Lo importante, según Harburguer, es tener en cuenta si uno va a exponerse al aire libre mucho tiempo. “Entonces conviene utilizar productos que tengan mayor porcentaje del ingrediente activo, leer cuánto dura y cómo utilizarlo, y también tener en cuenta sobre quién se va a aplicar”, dijo.
“Todo depende de la actividad que uno esté desarrollando. Si uno está en un día donde hace mucho calor, probablemente la reaplicación tenga que ser mayor. Si uno se va a meter en una piscina, se va a meter en la playa, también va a tener que hacer la reaplicación más frecuente”, agregó.
Recomendaciones para el uso de repelentes en niños
En cuanto al uso en niños, Harburguer puntualiza que en menores de un año se recomienda sólo el uso de productos a base de citronela “porque son menos irritantes” para la piel “pero no hay que olvidarse de volver a aplicarla mucho más frecuentemente que los otros productos”, es decir “cada 45 minutos o una hora”.
La recomendación más importante a la hora de utilizar los repelentes actuales, señala García, es la forma de colocación: se debe aplicar el producto en la mano y luego esparcirlo por brazos, cara, cuello o piernas.
“Que no se rocíen el cuerpo y la cara con el producto porque puede haber distintas sensibilidades al activo”, asegura.
En cuanto a otro tipo de remedios caseros contra los mosquitos o estrategias alternativas, las desestima: “las que circulan por internet y evaluamos su eficacia, no encontramos ningún tipo de eficacia”, dijo.
Cómo prevenir en casa
Recordemos que una de las medidas más importantes para prevenir el dengue es eliminar los lugares donde se cría el mosquito. Suele hacerlo dentro de nuestros hogares. La hembra coloca sus huevos (muchas veces invisibles al ojo humano) en los bordes de recipientes donde haya agua acumulada.
Por eso, desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, sostiene que “es fundamental que toda la comunidad participe activamente controlando los posibles criaderos de cada uno de sus hogares“.
- Desechar latas, botellas, neumáticos, bidones de plásticos cortados, entre otros.
- Dar vuelta botellas o baldes para evitar que se acumule agua.
- Limpiar, cepillar y cambiar todos los días el agua de aquellos recipientes que contienen o acumulan agua, como el drenaje del aire acondicionado, floreros y bebederos de animales.
- Tapar los recipientes que son utilizados para la recolección de agua, como tanques, barriles o toneles.
- Tapar la pileta con una lona (que no acumule agua en los pliegues), tela mosquitera o guardarla debidamente seca.
- Trasplantar las plantas que están en agua a una maceta con tierra, o ponerle arena húmeda en el portamaceta.