De la Argentina al mundo: este es el pueblo que fue elegido como el mejor del mundo
Entre cerros multicolores, tradiciones ancestrales y un modelo de turismo sostenible, la localidad fue elegida entre más de 270 candidatos de 65 países.
La localidad jujeña de Maimará, enclavada en el corazón de la Quebrada de Humahuaca, fue distinguida por la ONU Turismo como ganadora del programa “Best Tourism Villages”, tras imponerse entre más de 270 postulaciones de 65 países.
El reconocimiento de esta localidad destaca su paisaje natural incomparable, su compromiso con la preservación de las raíces culturales y su modelo de turismo sustentable.
Entre los aspectos más sobresalientes de Maimará se encuentran:
- Sus cerros multicolores, especialmente el emblemático Paleta del Pintor, símbolo del norte argentino.
- Una economía local diversificada, basada en la agricultura, la floricultura y la vitivinicultura de altura, estrechamente ligada a tradiciones ancestrales.
- Una propuesta turística participativa y comunitaria, que combina belleza paisajística con respeto por el patrimonio natural y cultural.
Este reconocimiento refuerza el posicionamiento de Argentina como referente en turismo rural y sostenible, y coloca a Maimará en el mapa internacional con una ventaja distintiva: su autenticidad. Para los vecinos y las autoridades locales, el galardón representa una oportunidad de crecimiento y proyección global, sin renunciar a la identidad que define al pueblo.
Qué se puede hacer en Maimará, en pleno corazón de la Quebrada de Humahuaca
1. Disfrutar de paisajes únicos
- Paleta del Pintor: subir o admirar este emblemático cerro multicolor desde distintos miradores.
- Recorridos por los cerros y quebradas: caminatas y senderismo por la geografía única del norte argentino.
2. Turismo cultural y comunitario
- Artesanías locales: visitar talleres de cerámica, tejidos y productos tradicionales.
- Fiestas y celebraciones: participar en festividades locales que mantienen vivas las tradiciones ancestrales.
- Museos y centros culturales: conocer la historia y la cosmovisión de la región.
3. Experiencias gastronómicas
- Probar productos locales como quesos, mermeladas, empanadas y vinos de altura.
- Recorrer mercados y ferias donde se combinan sabores autóctonos y productos frescos de la región.
4. Turismo de aventura y naturaleza
- Senderismo y trekking por caminos rurales y cerros.
- Observación de flora y fauna autóctona.
- Fotografía de paisajes, especialmente al amanecer o atardecer sobre los cerros multicolores.
5. Participar en actividades de turismo sostenible
- Conocer huertas y viñedos de altura, entendiendo cómo se combinan técnicas ancestrales con producción actual.
- Talleres y recorridos educativos sobre la preservación cultural y ambiental.