Cuál es la solución eficiente para que la robótica pueda solucionar el problema de los desechos espaciales
En la órbita de la Tierra hay millones de objetos que representan un peligro a futuro para las próximas misiones espaciales. Detalles.
Desde que la humanidad comenzó a explorar el espacio, la órbita terrestre se convertió en un depósito de desechos espaciales. Estos restos incluyen desde fragmentos de satélites hasta etapas de cohetes, representando una creciente amenaza para misiones espaciales y satélites en operación.
Para abordar este desafío, la robótica emerge como una solución innovadora y eficiente, presentando diversas estrategias y misiones destinadas a limpiar nuestro entorno espacial y reducir los riesgos para futuras exploraciones espaciales.
Desde el lanzamiento del Sputnik 1 en 1957, la cantidad de desechos en órbita aumentó de manera exponencial. Actualmente se estima que hay más de 34.000 objetos mayores de 10 centímetros y millones de fragmentos más pequeños orbitando la Tierra a altas velocidades. Estos desechos pueden causar daños catastróficos en caso de colisionar con satélites activos o la Estación Espacial Internacional (ISS).
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Cómo la robótica solucionará el problema de los desechos espaciales
Una de las estrategias más prometedoras para manejar los desechos espaciales son los robots recolectores. Estos dispositivos están diseñados para capturar y eliminar residuos orbitales. Equipados con brazos robóticos, redes y pinzas, pueden agarrar objetos y transferirlos a órbitas más bajas para su reentrada atmosférica, o llevarlos a áreas seguras para almacenamiento o reutilización.
Un ejemplo destacado de esta tecnología es la misión RemoveDEBRIS, dirigida por la Universidad de Surrey. En este proyecto, se probaron con éxito tecnologías como redes y arpones para capturar desechos, demostrando la viabilidad de capturar y guiar desechos hacia órbitas seguras de reentrada, allanando el camino para futuras misiones de limpieza espacial.
Además de los robots recolectores, los satélites de servicio desempeñan un papel crucial en la mitigación de desechos espaciales. Estos dispositivos están diseñados para reparar, reabastecer o reposicionar satélites en funcionamiento, prolongando su vida útil y reduciendo la necesidad de lanzar nuevos artefactos similares, lo que a su vez contribuye a disminuir la cantidad de desechos generados.
El Mission Extension Vehicle (MEV) desarrollado por Northrop Grumman ilustra esta tecnología avanzada. El MEV es un vehículo robótico diseñado para acoplarse a satélites en operación y prolongar su vida útil. Este enfoque reduce la necesidad de lanzar nuevos satélites y minimiza la generación adicional de desechos, promoviendo así un entorno espacial más limpio.
Otro componente crucial en esta solución es la tecnología de acoplamiento robótico. Esta capacidad es fundamental para capturar fragmentos más grandes de desechos espaciales, permitiendo que los satélites se acoplen con precisión a los objetos para su remoción. La precisión en estas operaciones es vital debido a las altas velocidades relativas de los objetos en órbita.
Por último, y a pesar de los avances tecnológicos, la gestión de desechos espaciales plantea problemas significativos. La identificación y seguimiento de objetos pequeños es una tarea compleja que requiere tecnologías de monitoreo avanzadas. Además, las operaciones de captura y remoción deben realizarse con una precisión extrema debido a las altas velocidades relativas de los objetos en órbita.