Cuál es la mirada del hombre más rico de Argentina sobre la descarbonización
Paolo Rocca, líder de la organización Techint considera que la reducción de las emisiones de gases es fundamental para la industria del acero. ¿Por qué?
Además de ser uno de los líderes globales en la industria del acero, Techint es el grupo industrial más importante y poderoso de la Argentina en términos económicos y políticos.
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Sólo el año pasado facturó cerca de los $190.000 millones y, más allá de algunas diferencias circunstanciales, su influencia trasciende la ideología de los gobiernos de turno al punto que Paolo Rocca, el hombre fuerte del holding, suele ser un asiduo visitante de la Casa Rosada o la Quinta de Olivos, tanto en épocas de Mauricio Macri como en la gestión actual de Alberto Fernández.
Con 55.000 empleados en el mundo, de los cuales 20.000 están en la Argentina, el entramado de empresas del holding es vasto al punto que posee sedes en Buenos Aires y Milán, Italia y lleva más 3.500 proyectos concretados a lo largo de 45 países en la actualidad.
Sus negocios mayormente se concentran en Tenaris, la productora de tubos de acero con y sin costura; Ternium, dedicada a los aceros planos (chapa); la petrolera Tecpetrol, y la empresa de ingeniería que le dio origen al grupo y lleva la misma denominación social.
El emporio es liderado por el propio Paolo Rocca desde hace ya más de 30 años, un empresario de 69 años, licenciado en Ciencias Políticas de la Universidad de Milán y quien además es considerado uno de los hombres más rico de la Argentina y del mundo, con una fortuna personal calculada en el orden de los u$s7.000 millones.
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Pero más allá de la amplia repercusión económica y política que tiene la influencia de Techint en el mundo, el CEO del holding también viene aplicando en sus empresas una estrategia orientada a profundizar el cuidado del medioambiente, colaborar a la reducción de las emisiones de carbono y generar negocios cada vez más sustentables.
De hecho, en la planta italiana de Dálmine comenzó a practicar un esquema de uso de hidrógeno verde que está a punto de aplicar también en sus establecimientos argentinos y que lleva el nombre de “Plan Dalmine Zero Emissions”.
El objetivo es reducir en hasta un 36% las emisiones de carbono de sus fábricas y descarbonizar la producción de tubos sin costura sustituyendo el uso del gas natural en los hornos de fundición, en el marco de un proceso a largo plazo que culminaría en el 2030.
Como parte de ese proceso, dos de sus compañías como son Ternium y Tenaris fueron reconocidas como “Campeones de Sustentabilidad” por la Asociación Mundial del Acero (Worldsteel) por su desempeño y esfuerzos en el 2020.
Lo lograron luego de firmar la Carta de Desarrollo Sustentable de Worldsteel y proporcionar mediciones sobre los seis indicadores de sustentabilidad de la organización, incluida la eficiencia de los materiales, los sistemas de procesos de gestión ambiental, la tasa de frecuencia de lesiones con tiempo perdido, la capacitación de los empleados, la inversión en nuevos procesos y productos y el valor económico distribuido.
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También entregaron datos del Inventario del Ciclo de Vida (LCI) y actuaron sobre objetivos sustentables con compromisos que fueron más allá de la pandemia como en el caso de Tenaris, que se comprometió a descarbonizar sus operaciones en 30% para el 2030.
En el caso de Ternium, hizo dos anuncios vinculados a sus planes medioambientales como la reducción en un 20% de sus emisiones de carbono y la puesta en marcha de un plan de inversión por u$s500 millones, exclusivamente para proyectos ambientales en Argentina, Brasil y México.
Con una capacidad de producción anual de 10,8 millones de toneladas y 16.500 empleados, Ternium es el mayor productor de acero de la región, quinto del continente y primer exportador americano de productos terminados.
Su plan estará concentrado en la reducción de emisiones, manejo de efluentes y gestión de materiales, así como la modificación del Sistema de Aspiración Secundaria de Acería de San Nicolás de los Arroyos, Argentina; la construcción de domos y silos de materias primas en la Planta Guerrero en San Nicolás de los Garza, Nuevo León; y el baghouse –un dispositivo de filtrado y eliminación de partículas– de la planta de Sinter de Brasil.
Compromisos a largo plazo
Pero más allá de estos planes y proyectos, en los últimos días tanto Paolo Rocca como varios de los ejecutivos más importantes de la Organización Techint salieron a revalorizar los compromisos ambientales y sustentables del grupo para los próximos años.
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El escenario elegido para enviar este mensaje fue Alacero Summit 2021, evento realizado por la industria del acero regional en San Pablo, Brasil, bajo el título de “El futuro de la industria en un mundo sustentable”.
El encuentro reunió a las empresas más importantes de América latina en la producción de acero que el año pasado produjo el 2,96% del total mundial de ese insumo y consumió el 3,3% del global.
De hecho, los principales productores acereros generan más de 1,2 millones de empleos en la región a partir de un insumo considerado como el único material que puede ser reciclado ilimitadamente al 100% y que es responsable por el 9% de la emisión de dióxido de carbono. De hecho, América Latina no supera el 2,8% de las emisiones globales de CO2 producidas por el sector.
Desde el encuentro se aseguró que, a partir de las cifras actuales, la industria del acero puede jugar un rol protagónico en la región, liderando el camino hacia la descarbonización.
Transición energética
En ese marco, el propio Rocca hizo referencia a la postura del holding sobre la transición energética, a la cual calificó como necesaria y sostuvo que “entró con fuerza en todas las empresas”.
Durante su exposición, el empresario aseguró también que el debate se debe centrar en “cómo reducir los consumos energéticos y quién paga la transición”.
Para Rocca, actualmente existe mucha presión sobre la transición energética acelerado dentro de los límites que la realidad impone y que surgen de la crisis energética que se desató en Europa.
“Hay una confrontación con la realidad, pero no hay ninguna duda de que la transición energética ha entrado con fuerza en la agenda global y en la redefinición de la cadena de abastecimiento a nivel mundial”, agregó el hombre fuerte de Techint.
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Para Rocca, las claves para atraer talento pasan por contar con proyectos innovadores, ampliar la diversidad, prestar atención al medioambiente y fomentar la transición energética en especial en América Latina que, a su juicio, tiene ventajas competitivas porque cuenta con una matriz de renovables con un peso mucho mayor en la producción de energía eléctrica.
“América Latina puede proponer acero con contenido de emisiones sustancialmente inferiores a lo que propone China, otros países asiáticos, Japón o Europa, agregó.
Otra parte de las estrategias “verdes” que impulsa Techint fueron reveladas durante el mismo evento Alacero Summit 2021 por uno de los hombres de mayor confianza de Rocca como es Máximo Vedoya, CEO de Ternium y a la vez presidente de la organización regional que agrupa a los mayores productores de acero de Latinoamérica.
De su discurso se destacan las posturas que el grupo tiene sobre el desarrollo económico y financiero de esta industria con el medio ambiente como fundamento:
- Se debe competir en una economía donde el modelo hiperglobalizado se agotó y se construyen cadenas de valor regionales.
- El cambio climático tomó aún más preponderancia con la pandemia y el acero es clave en el camino hacia un mundo más sustentable. Es el material más reciclable del mundo, su separación es simple y su huella de carbono, en relación con la producción de otros materiales, es sensiblemente menor.
- Como industria, la producción de acero contribuye con el 8% de las emisiones de CO2 a nivel global por lo cual el sector tiene una clara responsabilidad de reducir esas emisiones.
- Techint no sólo anunció sus metas de reducción de emisiones al 2030 y viene invirtiendo fuerte en la optimización de la productividad y la eficiencia energética, sino que también está firmando acuerdos con proveedores y empresas para desarrollar alternativas de reducción de emisiones, y destinando recursos en investigación y desarrollo para nuevos productos y tecnologías.
- La velocidad de la transición energética va a depender de condiciones propias de cada país, pero también de la colaboración de los gobiernos de la región en garantizar con políticas y acuerdos para que la industria del acero regional tenga disponibilidad de chatarra para reciclar; incentivar y acelerar el desarrollo de energías renovables; y asegurar el acceso al gas natural a precios competitivos.
- Si se quiere ser exitoso en el camino de la descarbonización de la industria, es necesario estimular y mantener un diálogo abierto y fluido con los gobiernos de la región para conseguirlo.
- Si se toman las emisiones de CO2 por tonelada de acero producida, Latinoamérica emite un 25% menos que China y 16% menos que el promedio mundial gracias a la matriz productiva y energética.
- La región tiene un potencial natural para la producción de biomasa y de energías renovables, camino para la producción del hidrógeno verde competitivo que probablemente será el agente reductor por excelencia en el largo plazo. Por eso, el desafío como región está en poder desarrollar este potencial.
- Tanto la regionalización como el cambio climático son también grandes oportunidades para la siderurgia latinoamericana. Para poder encararlos con éxito, también se necesita del mejor talento, promover la diversidad de los recursos humanos, continuar desarrollando una industria más inclusiva.
- Es prioritario hacer mucho por la educación, en especial por la educación técnica, porque es el camino para acompañar la transformación hacia una sociedad más justa, con mejores oportunidades y menos desigualdad.