La historia de los autos eléctricos fabricados en Argentina tiene un nombre propio: Tito. Lanzado en 2021 por la compañía puntana Coradir, este pequeño vehículo urbano se convirtió en un símbolo de la movilidad sustentable local.
Primero llegó en su versión de 2 puertas, luego sumó la de 5 y más tarde apareció el Tito Potenciado, con mayor autonomía y una velocidad máxima de 95 km/h, frente a los 65 km/h de la versión estándar.
Tito no llegó solo: su “hermana mayor” es la Tita, una pick-up urbana eléctrica pensada para el trabajo, que alcanza los 45 km/h con un motor de 5,3 caballos. Y, para usos municipales y empresariales, la compañía desarrolló la Barre-Tita, una barredora urbana 100% eléctrica equipada con ocho motores que impulsan sus cepillos y sistema de succión.
En esta entrevista exclusiva con Economía Sustentable, Juan Manuel Baretto, CEO de Coradir, analiza el presente y futuro de la electromovilidad en el país. Habla del impacto del arancel 0 en la importación de autos eléctricos chinos, de la competencia desigual para la industria local y de la necesidad de financiamiento accesible para empresas y particulares.
–¿Cómo vienen las ventas?
-Esperábamos tener otro crecimiento a estas alturas por el ritmo sostenido que veníamos teniendo. No creo que sea culpa del producto, sino que está relacionado a factores externos como la crisis económica que lamentablemente no levanta cabeza en el país. Pero pasa en todos los ámbitos, la venta de modelos a combustión tampoco está en su mejor momento.
-¿Cuál es la situación respecto a la producción de autos eléctricos en Argentina?
–Argentina sigue teniendo costos altísimos comparados con la producción en otros países. Esto tiene mucho que ver con nuestra matriz impositiva tan compleja, que termina haciendo daño en su conjunto a la sociedad, independientemente de la movilidad eléctrica. Otro aspecto que impacta en el sector es la incertidumbre, como lo hace en las diferentes aristas del comercio.
–Con la quita de aranceles a la importación, ¿les preocupa el ingreso de vehículos eléctricos chinos?
–Masivos no van a ser porque la crisis argentina espanta a cualquiera, en principio. Argentina lo que necesita es igualdad de condiciones para competir. La realidad es que una empresa china tiene muchas ventajas: un mercado gigante comparado con el nuestro; acceso a tasas del 3% anual a las cuales nosotros, como industria nacional, no podemos acceder; un costo laboral más bajo, sumado a la quita del impuesto a la importación.
No estamos en condiciones justas de competencia. Este modelo impositivo ya no se sostiene en ninguna parte del mundo. Incluso Europa está en contra. Es inentendible cómo, tras haber comprobado que no funciona, en Argentina lo apliquemos.
–¿Qué impacto creés que tendrá en el mercado local?
-No es sustentable. Es como bajar el precio del pan sacando el IVA. Puede resultar en un “veranito” pero después el Estado no puede funcionar sin esos ingresos. Incluso en Europa ha pasado: cuando ingresan coches eléctricos de tan bajo costo y sin red de mantenimiento, funciona un tiempo y después se convierte en una mala inversión.
Es por eso que Argentina se debe una ley de fomento a la electromovilidad. Tenemos a nuestro socio comercial Brasil que está trabajando en todo esto y nosotros seguimos esperando.
-¿Otra barrera es el financiamiento?
-En el contexto actual, el financiamiento es un gran problema para la Argentina. Es difícil acceder a un crédito. Las tasas del sistema bancario están muy elevadas y esto es el reflejo del accionar del Gobierno tras salir a colocar deuda. Comprar un vehículo en general requiere de un crédito bancario, incluso en la gran mayoría de los países donde el mercado está desarrollado.
-Incluso con este panorama siguen adelante…
-Sí, claro. El sol sale para todos. Nosotros seguimos haciendo nuestro máximo esfuerzo, tenemos grandes productos y clientes maravillosos que están muy contentos. La clave está en que no es solo el vehículo, es la atención y el servicio de postventa. Tenemos más de 100 talleres en todo el país que permiten que, frente a cualquier necesidad, el coche se arregle en la ciudad del comprador.
-¿Cuál es el principal motivo por el cual eligen un auto eléctrico?
-Al principio era el cuidado del medioambiente. Hoy el hecho de que moverse en auto eléctrico sea 10 veces más económico que uno a combustión hace mella y muchos clientes toman la decisión por los ahorros.
-¿Cuál es el perfil del cliente de Coradir?
-Chiki y Tito, que son autos, más del 95% de los compradores son personas particulares. Y en el caso de las camionetas, el 95% son empresas. De estas, el 55% son grandes compañías y el resto pymes. Está muy bien distribuido y esto se lo atribuimos a que las características de los diferentes modelos están muy bien pensadas. Por ejemplo, la Tita es ideal para el trabajo.
-¿Cuáles son los precios de los autos eléctricos?
–El Chiki arranca en 9.900 dólares y la Tita y el Tito van desde los 17.650. En este tiempo logramos mejorar los plazos de entrega, están cerca de los 30 días. Además, para las PYMES lanzamos una opción de leasing a 36 cuotas.
–¿Habrá lanzamientos próximamente?
–Hoy seguimos trabajando con nuestros tres modelos estrella. También sacamos al mercado una barredora eléctrica, que está funcionando muy bien en municipios y empresas. Desarrollamos un nuevo producto que estaba pensado para 2026, pero está demorado por los problemas que hay en las organizaciones del Estado para entregar las licencias de configuración de modelo.