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Protesta

“Atanor, basta de envenenarnos”: el mensaje de vecinos y activistas de Greenpeace contra la empresa

Más de 100 personas desplegaron un cartel de 100 metros de largo que cubrió gran parte de la fachada del establecimiento de Atanor.

Vecinos y activistas de Greenpeace, junto con la organización sin fines de lucro FOMEA, se congregaron frente a la planta de Atanor en San Nicolás para protestar por la contaminación ambiental causada por la empresa.

En San Nicolás, provincia de Buenos Aires, más de cien personas se reunieron frente a la planta de Atanor, desplegando un cartel de 100 metros de largo que cubrió gran parte de la fachada del establecimiento. La protesta se centró en los riesgos que enfrenta la comunidad local debido a la presencia de atrazina y otros productos tóxicos fabricados por la empresa.

“Atanor, basta de envenenarnos”

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“Estamos aquí con los vecinos afectados exigiendo que Atanor deje de contaminar San Nicolás. A tres meses de la explosión en la planta, aún desconocemos las causas, pero la presencia de atrazina y otros compuestos tóxicos en el ambiente ha sido confirmada”, declaró Leonel Mingo, coordinador de campañas de Greenpeace especializado en cambio climático, energía y sustancias tóxicas.

La planta de Atanor fue el escenario de una explosión el pasado 20 de marzo, que resultó en la liberación de atrazina y otros compuestos químicos al ambiente. Desde entonces, Greenpeace estuvo supervisando la situación y analizando muestras del lugar, encontrando concentraciones de atrazina, un compuesto tóxico prohibido en 37 países debido a sus efectos perjudiciales para la salud y el medio ambiente.

Atanor es el principal productor de atrazina en el país y acumuló denuncias de vecinos en San Nicolás, así como de organizaciones como FOMEA, durante más de una década. A pesar de una sentencia judicial el año pasado que condenó a la empresa por contaminación y la instó a implementar un plan de mejoras, hasta ahora no se vieron acciones concretas por parte de la empresa para mitigar el daño.

Desde Greenpeace, se documentó y verificó los niveles de contaminación, investigado los impactos, recogido muestras y escuchado los testimonios de los vecinos afectados. 

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“La investigación de Greenpeace evidencia la contaminación que Atanor provoca en San Nicolás. Esta vez, ha sido el gobierno provincial quien lo ha confirmado. A la explosión de marzo, que resultó en la dispersión de atrazina en el ambiente, se suma ahora la confirmación de la contaminación del agua por agroquímicos (1). Las pruebas son contundentes respecto al impacto devastador que esta empresa tiene en la comunidad”, declaró Leonel Mingo.

Se tomaron muestras en San Nicolás mediante hisopados en dos ubicaciones identificadas como sitios donde se depositó material después de la explosión.

La atrazina, prohibida en la Unión Europea desde 2004 y restringida en Estados Unidos, es uno de los herbicidas más utilizados en el país. Se estima que esta sustancia puede permanecer en el ambiente hasta cien días, prolongando su efecto tóxico. “Esta situación crítica ha sido la causa por la cuál los vecinos han realizados numerosos reclamos, varios de ellos en la justicia, a lo largo de los últimos 10 años, ya que temen por su salud y la de sus familias debido a la constante exposición a los agrotóxicos liberados por Atanor”, concluye Leonel Mingo.

Fecha de publicación: 26/06, 6:39 pm