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Evalúan el riesgo de contaminación por agrotóxicos en frutas y verduras

“El límite de los agrotóxicos en los alimentos es político, y no de la ciencia”, explica Silvana Buján, periodista y presidenta de BIOS Argentina, en diálogo con Economía Sustentable.

Las frutas y verduras son alimentos súper sanos y necesarios en nuestra dieta de todos los días, pero eso “no significa que estén libres de agrotóxicos”, comenta Silvana Buján, quien es periodista y presidenta de BIOS Argentina y miembro de la Red Argentina de Periodistas Científicos, en diálogo con Economía Sustentable.

Buján, junto a miembros de BIOS Argentina, realizaron el informe “Marche una mixta al clorpirifos”, para revisar la cantidad de pesticidas que tienen las frutas y las verduras. Para esto, analizaron los ingredientes típicos de las ensaladas y de un guiso con arroz, y hallaron entre dos y tres sustancias en cada uno. A partir de allí, investigaron cuántos y cuáles son los biocidas que están legalmente autorizados en los alimentos.

Para la primera comida, utilizaron arroz, lentejas, ajo, cebolla, pimiento, tomate, zanahoria, papa y apio, entre otros ingredientes. Pero, la pregunta que surge es qué pueden llegar a tener estos alimentos en su interior y cuáles son los pesticidas autorizados para estar en nuestras mesas:

Lentejas

Arroz

Ajo

Apio

Cebolla

Papa

Zanahoria

Tomate

Pimiento

En segundo lugar, analizaron una ensalada de frutas y detectaron que estos alimentos pueden llegar a tener los siguientes pesticidas, aunque no todos juntos. “El problema es que uno no puede saber cuáles son los que uno se va a encontrar”, explica Silvana.

Manzana

Pera

Frutilla

Cereza

Ciruela

Guinda

Cítricos

Durazno

Damasco

Uno de los problemas mayores es el Límite Máximo de Residuos (LMR) permitidos en los alimentos. Este es el nivel que se considera oficialmente aceptable de residuos de fertilizantes, pero estos ignoran si el comensal es un bebé, un trasplantado o un deportista de edad promedio.

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Además, se ignora también cuál es la cantidad de estos alimentos que comió una persona en un día, debido a que los vegetales no tienen una etiqueta que diga qué cantidad de agrotóxicos contienen, como así también se deja de lado la sinergia que estos medicamentos pueden producir al mezclarse.

“Todos estos elementos tóxicos que puede haber en una fruta o verdura, pueden estar al mismo tiempo si tenés mala suerte. El problema acá es que ese número límite máximo es un invento político, no es un dato de la ciencia”, explica Buján. Y agrega: “Vos me estás diciendo que podes consumir 0,3 por ciento de alguno de estos pesticidas, pero no todas las personas lo asimilan de la misma manera”.

Daños colaterales

La ingesta de estos pesticidas pueden generar distintas enfermedades en los seres humanos. Entre las cuales se destacan la leucemia, el cáncer, enfermedades respiratorias, malformaciones genéticas, como así también daños “menores” tales como dolores de cabeza, pérdida de olfato, disminución de la vista, y demás.

Solución posible

“Para dejar de envenenar a las personas hay que realizar una reconversión agroecológica”, argumenta Buján, y añade: “Es un engaño que dependemos de los químicos para comer. La reconversión ecológica se puede lograr de una manera distinta y sin matar a las personas”.

Lo cierto es que pasan los años y el modelo continúa haciendo estragos en la alimentación de los argentinos (como así también en otras regiones del mundo) y el problema no se lleva al centro del debate. “La respuesta es fácil: esto pasa porque los gobiernos no hacen nada. La única manera de que este modelo siga vigente es a través de la mentira, porque cuando haya suficiente información ya no se podrá ocultar más nada”, argumenta.

“El único obstáculo para que se realice una reconversión agroecológica es que la industria pierda clientes. Por este motivo, es una decisión política y no ambiental”, cierra Silvana Buján.

Fecha de publicación: 23/11, 4:46 pm