Ciudades sustentables: Cómo es el proyecto piloto que busca transformar la Patagonia
Con una perspectiva basada en el triple impacto, una nueva ONG busca transformar ciudades del sur de Argentina. Cuál es el plan.
¿Qué implica que una ciudad sea sostenible? ¿Es viable de lograrlo? ¿Por qué resulta clave la participación ciudadana, gubernamental y empresarial? Una organización sin fines de lucro quiere intentar transformar ciudades de la Patagonia, y la prueba piloto comenzará en San Carlos de Bariloche.
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Se trata de la Fundación Impacta, entidad que surgió para «promover un crecimiento urbano consciente y sostenible que impulse una mejor calidad de vida para los habitantes y preserve el entorno natural». Así, buscar dar «respuesta a los crecientes desafíos de las ciudades de la región», como la gestión de residuos, la movilidad urbana, el acceso a infraestructura adecuada y la necesidad de viviendas accesibles, entre otros, problemas afectan tanto al medioambiente como a la salud pública.
Bariloche, prueba piloto para ser ciudad sostenible
Tras la presentación oficial en el marco del evento TEDx Bariloche en noviembre pasado, Fernando López Peña, vicepresidente Fundación Impacta explicó que el proyecto piloto comenzará en Bariloche, la ciudad con mayor turismo de la Patagonia y una de las más emblemáticas de la Argentina. «Bariloche ha tenido un crecimiento poblacional muy fuerte en los últimos años y enfrenta serios desafíos ambientales, como el manejo de residuos en un vertedero municipal, infraestructura y vivienda», sumó.
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El plan piloto comenzará con la primera etapa: diálogo y diseño estratégico, programada para los primeros seis meses del proyecto. «Esta etapa incluye la convocatoria de un grupo interdisciplinario de especialistas y la organización de talleres colaborativos para diagnosticar las problemáticas que conducirán a definir una visión compartida de sostenibilidad para Bariloche. Formalmente, el proyecto ya se ha presentado con el lanzamiento de la Fundación Impacta en noviembre de 2024, con una experiencia interactiva y un stand durante el evento TEDx Bariloche, consolidando alianzas iniciales», explicó por escrito, López Peña a Economía Sustentable.
Prueba piloto, por etapas
López Peña detalló que el plan de Bariloche Sustentable está estructurado en varias etapas que «buscan articular esfuerzos, inspirar a la acción y generar un impacto duradero en la ciudad».
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«En la primera etapa, realizaremos un diagnóstico participativo, convocando reuniones con especialistas, actores clave del territorio y representantes de la comunidad. Este proceso nos permitirá identificar los desafíos prioritarios en áreas como gestión de residuos, turismo sostenible, educación ambiental y economía circular, con especial atención a la situación del vertedero municipal como un eje crítico de trabajo», detalló.
La segunda etapa se realizará de manera simultánea, donde van a actuar «como promotores y facilitadores, apoyando la implementación de proyectos que den respuesta a los desafíos identificados». Esto incluirá:
- Articulación con emprendedores, organizaciones y empresas para fomentar soluciones innovadoras.
- Incidencia en políticas públicas para crear marcos normativos que respalden estas iniciativas.
- Movilización de recursos y alianzas estratégicas para potenciar las propuestas de mayor impacto.
«De forma transversal, desarrollaremos una campaña de comunicación de impacto para la participación ciudadana que fomente el involucramiento activo de la comunidad. Esta campaña buscará no solo generar consciencia, sino también ejercer presión positiva sobre la agenda pública, promoviendo la adopción de compromisos concretos por parte de los responsables de la toma de decisiones», precisó y agregó: «El tema del vertedero municipal será abordado de forma paralela, como una prioridad que requiere soluciones a corto, mediano y largo plazo. Nuestro objetivo es contribuir a un cambio sistémico que combine medidas de mitigación inmediata con estrategias sostenibles de gestión de residuos«.
Qué implica que una «ciudad sea sostenible»
Desde Fundación Impacta explicaron que una ciudad sostenible es aquella que:
- Aborda sus problemáticas económicas, sociales y ambientales de manera integral y regenerativa.
- Fomenta la economía circular, el cuidado de los recursos naturales y la reducción de desigualdades.
- Asegura el bienestar de sus habitantes al tiempo que protege su entorno natural y cultural.
- Se posiciona como un modelo de resiliencia, innovación y regeneración sostenible, promoviendo prácticas que puedan ser replicadas en otras ciudades.
«Bariloche busca convertirse en un ejemplo de sostenibilidad en la Patagonia Argentina y América Latina, integrando estos principios en cada fase de su desarrollo», sostuvo Fundación Impacta.
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En este sentido, destacó que la participación ciudadana es «clave». «Es el eje transversal del proyecto, promovida a través de talleres colaborativos para definir prioridades y validar propuestas, campañas de sensibilización y comunicación que fomenten la comprensión y el compromiso ciudadano con la sostenibilidad, espacios de diálogo y consenso que permitan a los ciudadanos influir en las decisiones clave», precisó.
Y agregó: «El objetivo es que los habitantes de Bariloche sean co-creadores del modelo de sostenibilidad, impulsando cambios desde sus comunidades y presionando positivamente para la implementación de soluciones concretas».
Cuánto se va a invertir para lograr ciudades sostenibles
«La inversión total aún no está definida -sentenció López Peña-. Dependerá de los resultados del diagnóstico participativo de los especialistas convocados y de las prioridades identificadas junto con la comunidad y los actores clave».
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Sin embargo, el referente de la Fundación anticipó que los recursos estarán distribuidos en tres áreas principales:
- Reuniones con especialistas y desarrollo de mesas/talleres participativos, para generar el diagnóstico y mapeo de desafíos prioritarios en la ciudad.
- Apoyo a proyectos locales, articulación de recursos y alianzas estratégicas para implementar soluciones.
- Campaña de comunicación y participación ciudadana, diseñada para movilizar a la comunidad y fomentar cambios estructurales en la agenda pública.
Sobre los cambios que van a encarar, López Peña remarcó que en esta etapa inicial, el enfoque «no estará en ejecutar cambios directos, sino en crear las condiciones para que esos cambios ocurran».
Por ejemplo, promover diálogos para avanzar en soluciones concretas al tema del vertedero municipal, articulando con especialistas y responsables locales; generar acuerdos con emprendedores y organizaciones para proyectos piloto en temas como gestión de residuos, reducción de plásticos o educación ambiental e impulsar campañas de comunicación para sensibilizar a la ciudadanía y motivar su participación en actividades como limpieza comunitaria, reciclaje y eventos educativos.