PUBLICIDAD
De qué se trata

Esta tecnología promete convertir a la crianza de peces en una economía circular sostenible

Un equipo de investigadores presentó una innovadora tecnología para la cría de peces en un sistema completamente cerrado pero sostenible. Cómo funciona.

Un equipo de investigadores de Austria presentó una innovadora tecnología para la cría de peces en un sistema completamente cerrado, con una economía circular sostenible que no afecta a los hábitats marinos naturales.

//Mirá también: Starlink de Musk lanzó descuentos de 50% en internet satelital en la Argentina

Esta avanzada solución fue desarrollada por la Universidad Técnica de Viena (TU Wien) en colaboración con la empresa emergente Blue Planet Ecosystems.

Presentan una tecnología que promete convertir a la crianza de peces en una economía circular sostenible.

En un comunicado, la TU Wien explica que el objetivo de esta nueva construcción es hacer que la piscicultura sea más respetuosa con el medioambiente y eficiente en el uso de recursos. La tecnología busca integrar la cría de peces en una economía circular sostenible aplicable en diversas partes del mundo, subrayando así su potencial global.

Cómo funciona esta tecnología

El equipo recuerda en este contexto los problemas derivados de las piscifactorías actuales, las cuales interfieren con los hábitats naturales y generan aguas residuales con altas concentraciones de residuos de alimentos, excrementos de peces, antibióticos y pesticidas, afectando a amplias zonas marinas.

//Mirá también: Un satélite argentino evitó una catástrofe ecológica en un país asiático

“Ya estamos utilizando enormes cantidades de tierra en todo el mundo para la producción de alimentos”, afirmóPaul Schmitzberger, presidente de Blue Planet Ecosystems. “Aunque la población mundial siga creciendo, no debemos aumentar la cantidad de tierra necesaria para la fabricación de alimentos, sino reducirla al máximo para salvaguardar la biodiversidad de nuestro planeta”, añade.

El proyecto vienés, financiado por la Agencia Austriaca de Fomento de la Investigación (FFG), implementa un sistema autónomo de tres etapas. Oliver Spadiut, profesor del Instituto de Ingeniería de Procesos, Ingeniería Medioambiental y Biociencias Técnicas de la TU Wien, explica que el sistema consiste en tres contenedores del tamaño de un vagón de ferrocarril apilados uno encima del otro.

Los científicos creen que, en un futuro no lejano, se podría emplear inteligencia artificial (IA) para controlar el sistema.

En la primera unidad, se cultivan microalgas que realizan la fotosíntesis, absorben CO2 y convierten la energía solar en compuestos orgánicos. En una segunda etapa, estas algas sirven como alimento para el zooplancton, varias criaturas pequeñas que purifican el agua y luego sirven como alimento para la tercera unidad, donde se crían los peces o crustáceos. Finalmente, el agua residual de esta tercera pecera regresa a la primera, completando así el ciclo.

Para su experimento, los investigadores optaron por criar cíclidos africanos. Spadiut destaca que este “ingenioso” invento, aún en fase de desarrollo, permitiría utilizar el escaso recurso de agua dulce de forma muy económica, e incluso criar peces en zonas desérticas y áridas. Mantener estable este ciclo requiere un seguimiento continuo, y el equipo está investigando cómo varían las propiedades de las aguas residuales de pescado y los parámetros que las determinan.

El objetivo es analizar cómo afecta la edad de los peces a las aguas residuales o qué algas del recipiente superior requieren cuánta luz para producir la biomasa necesaria. Los científicos creen que, en un futuro no lejano, se podría emplear inteligencia artificial (IA) para controlar el sistema. Destacan que este sistema modular podría usarse en muchas regiones del mundo, necesitando solo un suministro externo mínimo de agua y alimentos, así como luz solar para impulsar la producción de biomasa de las algas.

Fecha de publicación: 07/08, 5:28 pm