Más de la mitad de la madera comercializada tiene alto riesgo de ser ilegal
El dato se desprende de una investigación que hizo OjoPúblico donde analizó más de 2,5 millones de datos y desarrolló un algoritmo para medir el riesgo de que la madera proveniente de Perú sea ilegal.
Más de la mitad de la madera comercializada tiene alto riesgo de ser ilegal. El dato surge de una investigación que realizó un equipo del medio OjoPúblico, que analizó durante un año más de dos millones y medio de datos de comercialización de madera con el foco puesto en región amazónica de Ucayali, en la frontera con Brasil, que lleva más de 20 años en el sector.
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¿Cómo lo hizo? El Proyecto Dipteryx, se basó en el desarrolló un algoritmo para medir el riesgo de que sea ilegal, además de una ardua investigación, en donde también entrevistaron a trabajadores de la zona y especialistas en la materia.
Madera ilegal
El proyecto, que se llamó así debido al shihuahuaco, una de las especies de árbol más amenazadas de la Amazonía. “El algoritmo combina varias bases de datos de los últimos 15 años e identifica altos riesgos por concesionario, aserradero y compradores finales”, explicaron desde el OjoPúblico.
En este sentido pudieron identificar las especies de árboles más castigadas por la deforestación ilegal. “Los niveles de riesgo de ilegalidad por especie son aún más alarmantes: en el shihuahuaco alcanzan el 84%; la capirona el 77%; y el tornillo 76,1%”, precisaron.
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¿Cómo es la cadena de comercialización de la madera en Perú? Hay tres actores clave:
- 1) Concesionario o titular: empresa que recibe la autorización local para el manejo de la madera
- 2) Compradores y Aserraderos
- 3) Destinatarios finales: pueden revenderse en Perú o exportarse a otros países.
“En el caso de los aserraderos las sospechas de ilegalidad alcanzan el 70%. Este especial –desarrollado como parte de la Red de Investigaciones sobre la Selva Tropical (RIN) del Centro Pulitzer, y trabajado con el apoyo técnico de Proética y la Agencia de Investigación Ambiental— revela cómo opera el sistema que sostiene la tala ilegal en la Amazonía”, informaron.
Según denuncia el mismo medio, a Pucallpa, la capital de Ucayali, se la conoce “como el corazón del tráfico y lavado de madera, por la cantidad de casos que se investigan a raíz de los papeles falsos con el que se blanquea la madera extraída ilegalmente. Entre 2022 y 2023, Ucayali exportó casi USD 66’000.000 de madera, que representa el 43% de todo lo exportado”, alertaron.
Cómo se certifica la madera
En el mundo las etiquetas del Consejo de Administración Forestal (FSC, por sus siglas en inglés) son las que certifican cientos de productos forestales que se comercializan, y que dan la certeza de que esa madera tiene un origen legal y es sostenibles. Sin embargo, “los vacíos del sistema de la certificadora FSC, que en muchos casos ha permitido a empresas maquillar madera de origen ilegal, despertó preocupación en los últimos meses entre las organizaciones civiles y los activistas”, dijeron en OjoPúblico.
Desde la página de FSC, explicaron que “el símbolo más visible de la certificación es la etiqueta FSC, que puede encontrarse en millones de productos y es reconocida por el 56%* de los consumidores de todo el mundo”.
En este sentido, sostienen que cada etiqueta FSC está respaldada por un ecosistema diverso de administradores forestales, empresas, organizaciones sin ánimo de lucro y ciudadanos “comprometidos con la defensa de un conjunto común de estándares de silvicultura responsable que apoyan”:
- Deforestación cero
- Salvaguardia de los bosques antiguos y en peligro de extinción
- Salario y entorno de trabajo justos
- Preservación de la biodiversidad
- Derechos de las comunidades, incluidos los derechos de los pueblos indígenas