Aprobaron un desarrollo argentino que permite que la semilla de soja produzca proteína de cerdo
El proyecto lo aprobó el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) ha dado luz verde a un avance argentino que permite que una semilla de soja genere proteína de carne de cerdo. Bajo la marca Piggy Sooy, este proyecto biotecnológico ha recibido la aprobación, lo que, según fuentes del mercado, podría acelerar su proceso de producción para el año 2025, comenzando en Argentina y luego expandiéndose a Estados Unidos.
El proyecto Piggy Sooy fue impulsado por Moolec Science, una empresa de agricultura molecular que forma parte del ecosistema Bioceres y que, desde 2023, cotiza en Nasdaq, uno de los principales mercados bursátiles para empresas tecnológicas a nivel mundial. Moolec ha logrado producir cantidades significativamente altas de proteínas de cerdo en el cultivo de la soja, y la decisión del gobierno de Estados Unidos representa un hito sin precedentes en biotecnología con la primera aprobación de este tipo, según explicaron en la compañía.
Este proyecto ha logrado producir hasta un 26,6% de proteína de cerdo soluble total en las semillas, cuatro veces más de lo inicialmente proyectado, lo que le ha valido la aprobación por parte del Servicio de Inspección de Salud Animal y Vegetal (APHIS) del USDA.
La empresa ha estado trabajando en la inserción de genes porcinos en la soja y genes de carne vacuna en las semillas, con el fin de crear proteínas híbridas derivadas de plantas y animales que puedan sustituir a la carne real en productos como salchichas y hamburguesas, satisfaciendo al mismo tiempo el gusto de los consumidores por la carne. Aunque el Servicio de Inspección de Salud Animal y Vegetal del USDA ha declarado que la soja con infusión de carne de cerdo no representa un mayor riesgo de plagas y, por lo tanto, no requiere de más regulación, también ha señalado que otras agencias, incluida la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), pueden imponer requisitos adicionales antes de otorgar su aprobación completa, según informó Bloomberg.
Tras el anuncio, las acciones de Moolec experimentaron un notable aumento. Antes de la apertura del mercado hoy, aumentaron un 127%. Al cierre de las operaciones en el Nasdaq, las acciones registraron un impresionante incremento del 78%, alcanzando un valor de USD 2,47 frente a los USD 1,40 del cierre del viernes.
La historia singular de Moolec comenzó como un spin-off de Bioceres, la empresa de biotecnología con sede en Rosario que cotiza en el Nasdaq, con un enfoque comercial tan disruptivo como innovador: utilizar plantas genéticamente modificadas para producir proteína animal.
Gastón Paladini, CEO y cofundador de Moolec, lleva consigo un apellido profundamente arraigado en el mundo empresarial. Como integrante de la cuarta generación de una familia dedicada a la producción de chacinados desde hace casi un siglo, su experiencia en la industria cárnica tradicional, adquirida como director del Grupo Paladini, le impulsó a adentrarse en el universo de las proteínas alternativas. Así, fundó Moolec, una empresa centrada en la agricultura molecular. Paladini es poseedor de un MBA del IAE de la Universidad Austral y Licenciado en Publicidad por la Universidad de Palermo. Antes de sumarse al negocio familiar, desempeñó roles como publicista en agencias de renombre como Craverolanis o Agulla & Baccetti.
Durante la presentación oficial de Piggy Sooy, realizada en junio del año pasado, Paladini destacó: “Piggy Sooy es una demostración clara y visual del potencial de la tecnología de Moolec para obtener rendimientos significativos en plantas destinados a producir proteínas cárnicas. Con este hito innovador, Moolec se afianza como pionero en la creación de categorías y en la agricultura molecular para la industria alimentaria. Nuestro equipo de biología vegetal está escribiendo un capítulo crucial en la historia de la ciencia alimentaria y no podría estar más orgulloso de ellos”.
Además del proyecto Piggy Sooy, Moolec desarrolló hasta el momento dos productos: la quimosina, una proteína empleada en la elaboración de queso, y el aceite nutricional ácido gamma-linoleico.
Actualmente, la empresa está trabajando en la expansión de su cartera de productos para cumplir con lo que considera su misión fundamental: “Mejorar el sabor, la nutrición y el acceso a las proteínas alternativas mientras contribuye a construir un sistema alimentario mundial más sostenible y equitativo”.