Así es el nuevo emprendimiento argentino de educación científica que apoya la NASA
La iniciativa formará parte de un esquema internacional que busca transformar la ciencia abierta, a través de la democratización del acceso.
El proyecto argentino Metadocencia fue seleccionado por la NASA para brindar capacitaciones a distancia sobre ciencia abierta, junto a otras quince instituciones norteamericanas.
Para llevar a cabo estas iniciativas, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio destinó un fondo de USD 6,5 millones durante tres años.
En diálogo con iProfesional, Nicolás Palopoli, coordinador General e integrante del Consejo Asesor de Metadocencia, contó los detalles del acuerdo y las ganas de la apuesta argentina para democratizar el acceso al conocimiento científico.
En el marco de la pandemia, durante 2020 se lanzó Metadocencia. “Empezamos el día que se declaró la pandemia en la Argentina”, recordó Palopoli y valoró que el recorrido de estos tres años fue bueno.
“Hicimos un muy buen grupo de trabajo, que responde y promueve iniciativas propias y ajenas, a través de la comunidad que fuimos creando”, comentó.
El camino recorrido hoy es validado por la NASA, sin embargo, ya en 2021 había logrado el apoyo del Code for Science & Society (CS&S) y el financiamiento de la Chan Zuckerberg Initiative (CZI).
Durante el tiempo que lleva de vida este proyecto, unas 1.300 personas ya asistieron a sus talleres cortos y gratuitos, destinados a enseñar a programar, a utilizar videoconferencias por Zoom con lector de pantalla y herramientas docentes que garanticen el dictado de clases más eficientes; posibilitados por el trabajo de un equipo que hoy integran 14 personas.
Cabe destacar que en el equipo hay varios investigadores becarios del Conicet, sobre todo, del palo de la bioquímica y la bioinformática, pero también docentes, informáticos, comunicadores, abogados y estudiantes.
Apoyo de la NASA
“Cuando apareció la posibilidad de postulación, a fines del año pasado, fue en el marco de una iniciativa de código abierto con la que buscan promover cambios vinculados a la apertura de la información científica y a la velocidad del acceso; cuestiones que para nosotros son importantes desde la inclusividad y desde la representatividad regional”, explicó.
En ese marco, y junto a otras comunidades internacionales, como la Open Life Science de Inglaterra, propusieron dos iniciativas de colaboración formativa para desarrollar en el marco de NASA TOPS, que fueron aceptadas.
“Una más vinculada a la ciencia en sí misma y, la otra, para la formación de personas que hacen ciencia”, dijo Palopoli, quien adelantó que avanzan para comenzar a implementarla a partir de mitad de este año.
“Los proyectos con la NASA se están comenzando a ejecutar entre este mes y el mes que viene, y eso implica la planificación y la coordinación de las distintas organizaciones participantes. No arriesgaría todavía una fecha, pero seguramente el año que viene estaremos ya funcionando con estas cortes virtuales de formación”, adelantó.
La agencia estadounidense tiene la certeza de que su investigación y sus datos “deberían ser más colaborativos, accesibles, inclusivos y transparentes para todos”, tal como dice en la presentación del programa que, con un horizonte de cinco años, es conocido como NASA TOPS, cuya traducción de sus siglas revela una apuesta por “transformar la ciencia abierta”.
En el marco del lanzamiento, Chelle Gentemann, científica del programa de TOPS, reconoció que “la NASA está abriendo la ciencia como nunca antes” y explicó que esto “requiere un cambio tanto en la cultura de la ciencia como en la forma en que realizamos la investigación”.
“Estamos construyendo un ecosistema de ciencia abierta para un futuro científico más equitativo, impactante y eficiente”, dijo a su vez Yaítza Luna-Cruz, oficial de programa de la iniciativa TOPS Training (TOPST).
“La ciencia abierta trata de asegurarse de que el conocimiento científico no solo sea accesible, sino también reproducible e inclusivo. TOPS es un paso crucial para aumentar la participación de grupos históricamente excluidos en NASA Science”, precisó.
Las propuestas de Metadocencia a la NASA
“Son dos propuestas espejadas”, dijo Palopoli, en relación a la propuesta presentada con la entidad inglesa y con la que ofrecerán capacitaciones en el idioma angolsajón y el español. Cada una liderará la apuesta vinculada a su lengua natal, pero sobre la base de trabajo conjunto.
Esta iniciativa tienen como objetivo principal ofrecer, durante tres años, cinco cohortes virtuales de formación de seis semanas, para 50 personas y que, por su cualidad virtual, permitirá el acceso a personas ubicadas en diferentes latitudes de América Latina. “Ese es nuestro principal enfoque”, admite Palopoli y anticipa que el plan es “ir formando en cómo apropiarse de esos contenidos y cómo llevarlos al lugar de trabajo, para la propia práctica o también para difundirla, que es algo que siempre tratamos de hacer para que sirva como punta de lanza, para tener un alcance más grande”.
También presentaron, junto a una entidad que tiene base en Estados Unidos y que se encarga de crear infraestructura en la nube (que fue la llave para poder postularse a la NASA), formas de desarrollar código de software virtual que, a su vez, fue una respuesta concreta al deseo de la Agencia de compartir sus datos satelitales. Y, aunque a esta propuesta Metadocencia también la ofrecerá al público general, el desafío radicará en poder procesar la gran cantidad de datos disponibles para extraer información valiosa y aplicarla.
“La idea es guiar en el aprovechamiento de esos datos para, por ejemplo, investigar acerca de sequías, incendios forestales, inundaciones u otros eventos naturales. Es decir, ese tipo de información que se puede prever con información satelital”, adelantó Palopoli y señaló que se trata de un proyecto de dos años en los que colaborará, también, en la creación de comunidad, en la traducción de los materiales al español y en el acercamiento a las comunidades de Latinoamérica, entre otras labores.
En este caso, la implementación del programa difiere del establecido en las cohortes de capacitación anteriores por su especificidad, y recién ahora se están firmando los detalles de las cartas que habilitan a Metadocencia a ponerlo en marcha.
“Hemos tratado de construir un camino que comenzó voluntario y atendiendo a la necesidad particular del trabajo sistemático e inclusivo, de darle la oportunidad de acceso a otras personas”, admitió Palopoli en relación a la sostenibilidad financiera que la iniciativa tiene, dado que las personas que integran Metadocencia cobran por su trabajo.
Saber cómo lo hicieron resulta atractivo y hasta inspirador, y Palopoli lo resumió al señalar que “acceder a otras comunidades ha sido lo principal para poder sostenernos hasta acá; no lo empezamos como un proyecto de emprendedores, ni creo que lo seamos. Al día de hoy, seguimos siendo personas vinculadas a la ciencia, a la tecnología y a la técnica, que vemos necesidades y que vemos en este camino una oportunidad para atenderlas; sobre todo con una mirada contextualizada, es decir, facilitando el acceso a discusiones globales y a mesas de decisión”.
“Me parece que la clave sigue estando en intentar alzar la voz cuando podemos e intentar seguir construyendo una forma colaborativa, basándonos en el poderío de distintas instituciones, con distintos accesos, pero con valores compartidos y con formas de trabajo similares para poder acceder a esos lugares”, dijo el coordinador General de Metadocencia. Y resumió el espíritu y la clave del camino: “En la unión está la fuerza, es un poco eso. No solamente hay que saber, hay que tener la estructura necesaria para que, como organización, se puedan aprovechar las oportunidades que surjan, en el momento en que se presenten”.