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Todo lo que tenés que saber sobre los verdaderos peligros del cambio climático

Estas prácticas explotadoras provocan problemas en la soberanía y seguridad alimentaria en todo un planeta con grandes problemas alimentarios.

Los efectos del cambio climático, la pandemia y la pérdida de biodiversidad y de semillas, entre otros factores, provocan problemas en la soberanía y seguridad alimentaria en un planeta donde los alimentos son valores que cotizan en bolsa y la población y los conflictos crecen sin cesar.

Somos lo que comemos”, señalan varios expertos, sin embargo, la soberanía y la seguridad alimentaria están afectadas además por la sequía, la proliferación de monocultivos o la agricultura industrial que favorecen un uso desmedido de pesticidas para sacar el máximo provecho de los cultivos, pero que dañan los ecosistemas.

Soberanía y seguridad alimentaria

En abril pasado, el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, David Beasley, en la sesión virtual del Consejo de Seguridad sobre el Mantenimiento de la Paz y la Seguridad Internacional: Protección de los civiles afectados por el hambre provocada por conflictos, advertía que la población mundial afronta ahora la pandemia de la COVID-19 y la del hambre.

En este momento, “millones de civiles que viven en naciones afectadas por conflictos se enfrentan al hambre”.

Según estimaciones de la FAO, en 2011 “aproximadamente 1/3 de los alimentos del mundo se perdían o desperdiciaban cada año”, sin embargo, aseguró Beasley, “821 millones de personas se acuestan con hambre en todo el mundo, con hambre crónica”.

Lo muestra el Informe global sobre crisis alimentarias 2020, según Beasley, que señaló que además a finales de año con la COVID-19 se podrían sumar 265 millones de personas por un análisis del Programa Mundial de Alimentos.

El responsable de soberanía alimentaria de la organización Amigos de la Tierra, Andrés Muñoz Rico, señala en entrevista a EFE que “la actividad humana ha propiciado esta crisis climática”, pero, además, viene propiciado también por una “pérdida de biodiversidad, de semillas, de plantas y de animales que criamos”.

Pérdida de biodiversidad y cambio climático

“Los efectos meteorológicos como los propios ciclos productivos alteran las producciones y las cosechas, lo cual dificulta la garantía de abastecimiento alimentario a muchas poblaciones del mundo”, asegura.

“Cada vez hay menos diversidad en esas especies que se producen y eso también genera un riesgo desde el punto de vista de la soberanía y seguridad alimentaria”.

En el mundo más del 60 % de las semillas, por tanto la producción agroalimentaria y agroquímica están controladas por tres grandes grupos empresariales, BayerMonsanto, Singenta y Dupont.

Bayer-Monsanto es uno de los principales actores de este ecosistema.

Advierte Muñoz Rico, que, además, “la ganadería industrial está provocando que cada vez se críen menos especies en cuanto a diversidad”.

Monocultivos y agroindustria

Desde Amigos de la Tierra “nos preocupan mucho la proliferación de los monocultivos, uno de los más preocupantes es el cultivo de la soja, que es de origen transgénico, utiliza gran abundancia de agrotóxicos” y está directamente relacionado “con la deforestación de enormes bosques como en América del Sur, sobre todo en Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay”.

Este monocultivo, además, está propiciado por una “producción industrial de carne que demanda esa enorme producción de soja”.

Al final, es todo una “fotografía de conjunto del sistema alimentario” y, sobre todo, del modelo de ganadería y agricultura industriales “que es uno de los orígenes del cambio climático, y, a la vez, causa de esta crisis social y ambiental que va a derivar en este contexto de la COVID-19 en un problema de soberanía y seguridad alimentaria”.

Otros problemas que plantean los monocultivos “son la acaparación de tierras, que en muchas ocasiones conlleva el empobrecimiento de la población local“, como sucede en el sur global “con el gran negocio de la agroindustria en Africa y América del Sur, pero también en Europa”.

En este momento, “millones de civiles que viven en naciones afectadas por conflictos se enfrentan al hambre”.

En Europa “hay cada vez menos población rural que pueda vivir de su actividad y no son capaces de vivir de su propia renta agraria”.

Negociación de la nueva Política Agraria Común (PAC)

Es un problema en el contexto europeo y español, “en un momento en el que se negocia la nueva Política Agraria Común (PAC) cuya tendencia en las últimas décadas ha sido que cada vez la producción agraria recaiga en menos manos, acaparando más producción y más tierra”.

“Este modelo no se podría entender tanto en el contexto norteamericano como en el europeo con la PAC, si no entendiéramos que es un modelo impulsado y propiciado por las políticas públicas”, señala Muñoz Rico.

Y coincidiendo con la negociación de la PAC, Amigos de la Tierra ha lanzado la campaña “Menos carne, mejor carne”, con el objetivo de “presionar al Ministerio de Agricultura y Alimentación a promover un sistema alimentario más justo, equilibrado y sostenible”, con “una ganadería ecológica y extensiva” que favorezca al pequeño productor”.

De la granja a la mesa sin agroquímicos

Asimismo, “estamos trabajando porque aparte de la nueva PAC, se va a aprobar este 20 de mayo una nueva estrategia alimentaria denominada ‘De la granja a la mesa‘, que incluye cuestiones de salud y sostenibilidad ambiental”.

En ese contexto, “lo que demandamos es la elaboración de un calendario para la eliminación progresiva y total de los plaguicidas en Europa”, y con ese objetivo, “propiciamos una recogida de firmas a nivel europeo para trasladarla a la Comisión”.

Fecha de publicación: 21/05, 3:10 pm