Empresarios reclaman una ley para incentivar las exportaciones de GNL
Aseguran que un nuevo marco regulatorio confiable para este combustible alternativo y estable permitiría impulsar aún más la producción de Vaca Muerta y generar más inversiones.
El Gas Natural Licuado (GNL) está llamado a ser uno de los combustibles fósiles más respetuosos con el medioambiente. Por lo menos así lo destacan varios informes que circulan entre las empresas de transporte terrestre y marítimo que desempeñan una importante tarea, asegurando la movilidad de los ciudadanos y la libre circulación de bienes.
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Se trata de un sector que viene buscando nuevas fórmulas que complementen sostenibilidad y rentabilidad para acompañar el crecimiento productivo del país de la mano de un tejido social mucho más sustentable.
De la mano de esta búsqueda y teniendo en cuenta la creciente demanda internacional que muestra el GNL, las empresas argentinas salieron a reclamar al Gobierno que adopte la producción de este combustible como una política de Estado. En ese sentido, el ministro de Economía, Sergio Massa, ratificó el envío al Congreso de un proyecto que busque “ampliar los consensos en cuanto a GNL, hidrógeno verde y gris y reservas de hidrocarburos que nos permita ser un importante jugador a nivel global”, durante la presentación del proyecto de Presupuesto 2023 en la Cámara de Diputados.
De hecho, se acaba de conocer un informe elaborado de manera conjunta por el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) que agrupa a las principales compañías locales y multinacionales, y Fundar, un centro de estudios y diseño de políticas públicas que promueve una agenda de desarrollo sustentable para la Argentina.
El documento entiende que la demanda de productos energéticos de origen fósil a nivel global seguirá creciendo en términos absolutos a lo largo de las próximas décadas, impulsada por las economías asiáticas de menor desarrollo.
Pero advierte que la transición energética iniciada a escala global generará modificaciones sustantivas en la oferta total de energía, tal como lo asegura la Administración de Información Energética de los Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés), que proyecta que las energías renovables liderarán el crecimiento de la oferta energética a 2050, de la mano de la expansión de la demanda internacional de gas natural.
En este contexto, el trabajo de IDEA y Fundar asegura que la posibilidad de convertir a la Argentina en un exportador relevante de gas natural a escala internacional dependerá de las políticas públicas que se adopten, más que nada si se da con amplios consensos que permitirán viabilizar las inversiones requeridas.
Los empresarios estiman que el desarrollo de la infraestructura necesitaría de, al menos, cinco años para que se puedan comenzar a exportar volúmenes significativos, por lo que le reclaman al Gobierno avanzar “lo antes posible” en la constitución de un nuevo polo exportador de GNL.
Como ejemplo, aseguran que si se desarrolla el 50% de los recursos gasíferos de Vaca Muerta durante las próximas tres décadas, implicaría un nivel de producción en torno a los 400 MMm3/d y excedentes de exportación de, al menos, 200 MMm3/d.
La comercialización de dichos excedentes en el mercado mundial supondría a la vez un ingreso de divisas por aproximadamente u$s27.000 millones anuales, considerando un precio del GNL muy inferior al que se registra actualmente.
Para dar un orden de magnitud, el informe de IDEA y Fundar asegura que el monto representa más de la tercera parte de las exportaciones totales de bienes del país de 2021; es similar a las ventas externas de todo el complejo oleaginoso del mismo año; el doble de las del complejo cerealero; casi cuatro veces las del sector automotriz y cinco veces las del complejo petrolero y petroquímico.
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“Por lo tanto, el desarrollo de la producción gasífera será determinante para eliminar o, al menos, morigerar la restricción externa que afectó a la economía argentina a lo largo de las últimas décadas”, sostiene el trabajo.
Es decir, las divisas aportadas por las exportaciones de GNL permitirán equilibrar el sector externo y fomentar el crecimiento económico, tanto de manera directa por el desarrollo mismo de esta industria, como por la eliminación de la restricción externa.
En este sentido, desde IDEA se señala que el aprovechamiento pleno de los recursos hidrocarburíferos del país se deberá realizar en las próximas décadas, dado que el abandono progresivo en el uso de combustibles fósiles se irá intensificando a lo largo del presente siglo.
“La transición energética iniciada a nivel internacional y el conflicto en Ucrania suponen una oportunidad única para el desarrollo y aprovechamiento de los recursos gasíferos que dispone nuestro país, antes de que la misma transición determine una disminución sustantiva en la demanda de combustibles fósiles y de su participación en la matriz energética mundial”, detalla el documento.
Los empresarios insisten en remarcar que la Argentina cuenta con recursos no convencionales en la cuenca neuquina que permitirían abastecer por casi dos siglos el consumo local de gas natural, sin tomar en consideración los recursos existentes en las restantes cuencas productivas.
Este nivel de recursos supone el quiebre de la tradicional dicotomía entre abastecimiento del mercado local y externo que caracterizó al sector hidrocarburífero desde su conformación en las primeras décadas del siglo pasado.
Actualmente, la producción no convencional explica más de la mitad de la producción de gas natural del país, poniendo en evidencia su competitividad en la cuenca neuquina. Asimismo, el avance en la curva de aprendizaje realizado a lo largo de la última década permite disponer de una producción no convencional competitiva a nivel internacional.
Nuevo marco regulatorio
Para IDEA, la transición energética iniciada a nivel internacional y el actual contexto geopolítico suponen una oportunidad inédita para convertir a la Argentina en un exportador relevante de gas natural.
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Sin embargo, la actual coyuntura económica y nuestra historia de permanentes cambios en las reglas de juego son obstáculos para generar la confianza necesaria para el desarrollo de esta nueva plataforma de exportación.
Por eso, el informe de IDEA advierte que para alcanzar un salto sustantivo en los niveles de producción, que posibilite constituir a la Argentina en un exportador relevante en el mercado mundial, se requiere de un sensible incremento en los niveles de inversión, tanto en el upstream como en el desarrollo de infraestructura.
Para ello, agregan los empresarios en el documento elaborado junto con Fundar, se necesita de un nuevo marco regulatorio que se adapte a las características de un país exportador y que deje atrás un esquema normativo diseñado para garantizar el abastecimiento del mercado local.
Por eso proponen contemplar las especificidades de la exportación de GNL y brindar las condiciones necesarias para la realización de las inversiones requeridas tanto para la radicación de las plantas licuefactoras como para la construcción de los gasoductos necesarios en el transporte de la producción desde la cuenca neuquina.
También para la inversión en el upstream requerida tanto para abastecer a las terminales de GNL como a la demanda local.
“Esta política gasífera debe garantizar tanto el abastecimiento de la demanda local como de las terminales licuefactoras destinadas a la exportación, por lo que se requieren condiciones regulatorias que blinden a la cadena de la volatilidad que experimentó la macroeconomía local a lo largo de las últimas décadas, implementando mecanismos que garanticen la estabilidad fiscal, el pago de deuda, la remisión de utilidades y el acceso al mercado único y libre de cambios (MULC) para la adquisición de insumos y pago a proveedores”, destaca el documento.
Al mismo tiempo, dado el volumen de los recursos gasíferos de Vaca Muerta, desde IDEA estiman que el desarrollo de esta cuenca petrolera permitiría garantizar el abastecimiento pleno de la demanda local (segmento residencial, comercial, industrial y usinas) a precios razonables y sin cortes.
El informe entiende que si bien la estacionalidad de la demanda presenta el desafío de aprovisionamiento durante los picos, la instalación de plantas licuefactoras es una solución, ya que posibilitará su utilización evitando la necesidad de importaciones.
“Incluso podría pautarse el redireccionamiento de ciertos volúmenes excedentes no contractualizados para la exportación con el fin de satisfacer la demanda local durante el pico del consumo invernal”, agrega IDEA.
En simultáneo con el debate de la ley de GNL, los hombres de negocios locales proponen avanzar en una contractualización de largo plazo de la demanda local “a fin de incentivar un aumento de la producción y la construcción de la infraestructura de transporte y tratamiento requerida para su abastecimiento”.
Asimismo, reconocen que el desarrollo masivo del gas natural permitiría su industrialización en la petroquímica, incluyendo fertilizantes y metanol, discusión que también debería darse en paralelo a la de GNL porque afecta la decisión de inversión en usptream y midstream ya que comparten infraestructura.
En este sentido, reclaman nuevas reglas de juego que incentiven la inversión y potencien la participación activa tanto de proveedores de financiamiento como de las principales compañías del sector, las cuales deberán celebrar contratos de abastecimiento de largo plazo.
Proceso a largo plazo
El informe asegura que en una primera instancia, los recursos gasíferos de Argentina permitirían desarrollar proyectos de exportación de aproximadamente 25 MTPA, lo que equivale a licuar de 100 a 125 MMm3/d, implicando inversiones en el orden de los u$s15.000 millones solo en la planta de licuefacción y en las instalaciones asociadas, pero sin considerar todas las inversiones requeridas en el desarrollo en el upstream y midstream.
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“Cuando mencionamos la cadena de valor del GNL, partimos del desarrollo de reservas de gas natural desde los recursos existentes (upstream), la construcción de un nuevo gasoducto y planta de acondicionamiento (midstream), y la construcción de la planta de licuefacción, separación de líquidos, almacenamiento y terminal de carga” señalan en IDEA.
El proyecto puede ser considerado en forma integrada por un solo consorcio en todos los eslabones o tener distintos consorcios que operan partes y están relacionados entre sí por contratos de duración y capacidades equivalentes.
Para los ejecutivos de IDEA se trata de un nivel de inversiones “nunca visto en Argentina” que para concretarse “requiere de la conformación de una política de Estado que se plasme en una ley específica que defina con claridad los requisitos necesarios para desarrollar la producción de gas natural y, con ello, la exportación de GNL”.
Dicha ley deberá contar con amplios consensos a fin de despejar dudas sobre su sostenibilidad ante cambios de Gobierno, para que sea aprobada por una inmensa mayoría en ambas cámaras.
“Es urgente que se establezca el marco que permita visualizar la primera exportación de GNL para 2027-2028. Así, los beneficios no se van a percibir ni en este Gobierno ni en el próximo, lo que constituye una oportunidad única para que todo el arco político trabaje en función de un objetivo común”, asegura el paper de IDEA y Fundar.
Competitividad
En el caso del sector privado local, incluyendo a YPF, el informe señala que las empresas pueden generar asociaciones con compañías internacionales que ya están activas en la industria del GNL teniendo en cuenta que el sector está en condiciones de conseguir el financiamiento, de construir y operar un proyecto en su conjunto.
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“Específicamente para el eslabón de licuefacción, es imprescindible beneficiarse de la experiencia de aquellas compañías internacionales que han ejecutado este tipo de proyectos”, detalla el trabajo que además recuerda que no solo hay otros proyectos comparables en ejecución en distintas partes del mundo, sino también muchos otros que están en estudio y contra los cuales el proyecto de la Argentina compite por recursos tecnológicos, financieros y por el acceso a los mercados.
En este sentido, aseguran que si bien Vaca Muerta presenta recursos de una productividad comparable a otras cuencas, la distancia a los centros de consumo y el alto costo del capital son dos elementos que atentan contra la competitividad de nuestros proyectos.
Por eso insisten en la conformación de un marco regulatorio “que asegure que, a precios de mercado razonables, se garantice el desarrollo de los recursos gasíferos. Más aún, cuando aproximadamente dos tercios de estos recursos están en la ventana de gas seco, libre de hidrocarburos líquidos, por lo que deberán ser competitivos sin la ayuda de estos líquidos asociados”.
Es decir, se requiere evitar condicionamientos innecesarios y alcanzar niveles de eficiencia en el desarrollo de toda la cadena del GNL que garanticen su competitividad a nivel internacional.
Detalles y requisitos
El trabajo de IDEA y Fundar propone que el proyecto de ley que permita asegurar la presencia de Argentina como exportador relevante de GNL aborde, al menos, los siguientes aspectos:
- Estabilidad fiscal: aquellos proyectos que hayan sido aprobados para ser beneficiarios de la ley de GNL por la autoridad de aplicación no deberían ser alcanzados por eventuales modificaciones en los impuestos nacionales, provinciales y municipales que afecten a la cadena de valor. Es decir, no podrán crearse nuevos tributos, aumentar alícuotas de los existentes, derogar exenciones, eliminar deducciones o modificar procedimientos para que se incremente la base imponible. En cuanto a la aplicación de los distintos impuestos, las alícuotas de Ganancias e IVA debieran ser las mismas vigentes para el resto del sector privado en Argentina.
- Retenciones: su nivel no debería interferir con la rentabilidad razonable de las inversiones de este tipo en todos los eslabones de la cadena productiva, al tiempo que debería garantizar que el conjunto de la sociedad argentina pueda compartir los beneficios de potenciales ganancias extraordinarias ante un contexto de precios internacionales muy elevados. En cuanto a las importaciones necesarias para la realización de las obras, deberían estar exentas de derechos de importación a fin de disminuir los costos del proyecto.
- Regalías provinciales: las vinculadas a la producción de hidrocarburos no necesitan ser modificadas, pero se debiera confirmar de manera explícita que la exención del impuesto a los Ingresos Brutos se aplica también a las de GNL. Por otro lado, tanto los contratos de obra como los de exportación debieran estar exentos del impuesto a los Sellos, ya que este se calcula sobre el volumen total del contrato, lo que no tiene sentido para contratos de exportación de muy largo plazo (20 años).
- Libre disponibilidad de divisas y acceso al mercado de cambios: determinar un porcentaje de los ingresos provenientes de las exportaciones de GNL que sean de libre disponibilidad del exportador y no requiera su liquidación en el mercado de cambios local. Dicho porcentaje debiera ser lo suficientemente alto para asegurar que el proyecto pueda tener las divisas necesarias para el pago de todos los insumos y servicios importados, para el servicio de capital e intereses de la deuda incurrida para financiar el proyecto y para la remisión de dividendos razonables a los accionistas.
Además, podría considerarse un mecanismo de acceso preferencial al mercado de cambios local para la etapa de inversión, que permita la importación de equipos e insumos para las obras.
- Estabilidad regulatoria: para que el proyecto pueda financiarse va a necesitar que una parte sustancial de la producción de GNL pueda exportarse bajo contratos en firme de largo plazo.
Asimismo, los servicios de transporte, separación, almacenamiento, logística y otros necesarios para la actividad de licuefacción también tendrán que ser en firme y por los mismos plazos. Por lo tanto, los acuerdos de inversión para la cadena de valor del GNL deben limitar la posibilidad de redireccionamiento de la producción, ya que la planta de licuefacción tiene que estar operando todo el año para que pueda sostener la rentabilidad mínima necesaria.
Todo esto sin perjuicio de que al mismo tiempo de la discusión de la ley de GNL deban tomarse las medidas necesarias para asegurar el aprovisionamiento de gas natural en el mercado local en cantidades y precios razonables para permitir el desarrollo de la industria nacional y el bienestar de nuestros
ciudadanos.
- Sustentabilidad: el desarrollo del GNL se basa en que el gas se va a convertir en el combustible de transición que acompañe el crecimiento de otras fuentes de energía de menor intensidad de emisiones de CO2. Por ello los acuerdos de inversión tienen que adaptarse a los estándares internacionales de reducción de emisiones de CO2 y ausencia de emisiones de metano. Esto va a impactar en las decisiones de tecnología, diseños y procesos tanto en el desarrollo en el upstream, como en el midstream y en la planta de licuefacción.