Opinión: Diversidad en el trabajo, el cambio empieza por nosotros

En el marco del Día Internacional del Orgullo LGBT+ es importante reflexionar sobre los esfuerzos que, como sociedad, todavía tenemos pendiente en pos de que todas las personas se sientan cómodas e incluidas en sus espacios de trabajo.

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Si bien es un camino que venimos recorriendo desde hace muchos años, el impulso por una sociedad más inclusiva no debe ceder: hoy más que nunca es importante escuchar a los lideres de esta comunidad y reconocer y aceptar sus opiniones. En ese sentido, los procesos de búsqueda y selección tradicionales, la falta de educación y la escasez de referentes dentro de las empresas son algunas de las barreras que enfrentan en la diaria.

El objetivo principal de las organizaciones debe ser el de crear, potenciar y fomentar un ámbito de trabajo seguro en el que todo individuo se encuentre y se sienta en igualdad de condiciones sin importar su sexo, identidad de género u orientación sexual. Para esto, es fundamental que, como líderes, seamos quienes brindemos información, recursos educativos y espacios de diálogo para así generar una cultura organizacional que dé lugar a un ambiente de trabajo inclusivo. Todas las personas deben poder desarrollar sus carreras profesionales en base a sus méritos sin que su identidad sea una limitación o punto a tener en cuenta.

¿Cómo lo logramos?

A través de programas y políticas internas que no solo promuevan que cada persona pueda expresarse como lo desee, sino que también guíen a los aliados del movimiento para que puedan ayudar a crear un ambiente de trabajo acogedor para todas las personas que forman parte de la compañía, ya que el aporte de todos los actores es vital en el camino hacia la diversidad, equidad e inclusión.

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En J.P. Morgan sabemos que el cambio comienza por nosotros: mantenemos un profundo compromiso tanto dentro de la organización como en las comunidades que habitamos, y procuramos tener una fuerza laboral diversa. Contamos con diversas iniciativas que impulsan estos principios, como nuestra alianza con el programa ContratáTrans de ONG Impacto Digital, una Asociación Civil sin fines de lucro que busca mejorar las oportunidades de inserción socio laboral de las personas trans, a través de la cual incorporamos colaboradores que hoy en día se encuentran en posiciones de liderazgo dentro de la compañía.

Estoy convencido de que la diversidad puede representar un diferencial de una organización, siempre y cuando sea real y efectiva, permitiendo atraer al mejor talento. Además, cada vez más perfiles valoran este atributo al momento de incorporarse en un nuevo trabajo, y las que no fomenten una cultura organizacional que impulse la diversidad, equidad e inclusión se quedarán en el pasado, evitando o retrasando la evolución e innovación y perdiéndose también de una larga lista de ventajas respecto a aquellas que sí lo hagan. Las organizaciones deben reflejar la diversidad de nuestra sociedad, considerando que apostar por políticas de inclusión ayuda no solamente a atraer el talento, sino también a fidelizarlo, viéndose reflejado en colaboradores más motivados y en armonía con el ambiente heterogéneo de la compañía y resultando a su vez en mejores resultados empresariales.

No hay dudas que este es el único camino posible para las organizaciones: la diversidad, la equidad y la inclusión conducen a una mayor creatividad, productividad y soluciones más innovadoras para nuestros clientes, accionistas y las comunidades en las que estamos presentes; además de generar un espacio de trabajo más agradable y rico para todos los colaboradores de la compañía.

*El autor es Director de Recursos Humanos de J.P. Morgan Argentina.