Aprueban la siembra en Argentina de trigo transgénico HB4 tolerante a la sequía
Así lo determinó una resolución del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. Qué dijeron desde el sector en el congreso "A Todo Trigo".
Argentina ya puede comercializar y sembrar la variedad transgénica HB4 de trigo tolerante a la sequía.
//Mirá también: Dos países del Pacífico aprobaron el trigo transgénico argentino que tolera el cambio climático
Así lo determinó el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca que aprobó el jueves la comercialización y siembra en el país de esta variedad desarrollada por la empresa Indear, del Grupo Bioceres, que ya es aceptada por estas dos potencias mundiales.
A través de la resolución 27/2021, la cartera agropecuaria autorizó a la firma Indear a “comercializar la semilla, y a los productos y subproductos derivados de ésta, provenientes del trigo IND- ØØ412-7, y a toda la progenie derivada de los cruzamientos de este material con cualquier trigo no modificado genéticamente”.
Además, dio vía libre a la comercialización “variedades de trigo con el evento IND-ØØ412-7 con posterioridad a su correspondiente registro en el Instituto Nacional de Semillas (Inase)”.
En los considerandos de la resolución, que lleva la firma del secretario de Alimentos, Biotecnología y Desarrollo Regional, Luis Contigiani, recordaron que dicho evento ya contaba con el inicio del trámite de aprobación en 2020 por parte de la cartera agropecuaria, si bien la liberación para su comercialización estaba atada a la aprobación de Brasil, principal socio comercial en el mercado de trigo del país.
Hasta el momento la semilla fue autorizada en el país vecino solo para la compra de harina producida con tecnología HB4.
Problemas y tensiones
El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, defendió la decisión -al participar en el congreso “A Todo Trigo” que se lleva a cabo en Mar del Plata-, al sostener que “la biotecnología y el desarrollo de conocimiento es una alternativa fundamental para combatir el cambio climático”.
//Mirá también: Bioceres ya puede ingresar a China la soja transgénica tolerante a la sequia
“No soy un trastornado para perjudicar al trigo argentino; estamos tomando todos los recaudos para proteger la comercialización con los mercados asiáticos”, dijo el ministro, quien aseguró que el HB4 es una alternativa y una respuesta del cambio climático.
“Esta problemática se combate con infraestructura, pero también con biotecnología”, enfatizó.
En tanto, los principales actores de la cadena del trigo abordaron los problemas y tensiones que atraviesan los diferentes sectores que componen el complejo y los potenciales efectos y consecuencias que podrían acarrear la aprobación para la siembra en el país de este tipo de trigo.
Uno de los participantes, el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), Gustavo Idígoras, dijo que la próxima campaña de trigo tendrá como principal desafío la “demanda incremental” por la guerra entre Rusia y Ucrania, una cuestión que disparó la consulta de diferentes países a la Argentina para suplir sus necesidades.
Idígoras consideró que los volúmenes de equilibrio establecidos por el Gobierno nacional, en los cuales se definen los saldos exportables, son un límite en ese sentido.
Acerca del trigo transgénico HB4 dijo que “es una variable nueva y hay que tomar medidas en ese sentido”.
“Somos fervientes admiradores de las empresas que desarrollan tecnología, pero la innovación solo existe cuando hay aceptación del consumidor. El 100% del mercado mundial del trigo es no transgénico. Hay cero aceptación. Se ha introducido un elemento nuevo de distorsión que hay que trabajar”, alertó el directivo.
En este sentido, el director de Bioceres, Claudio Dunan, sostuvo que a pesar de contar con la autorización para vender y sembrar esta semilla, la empresa no prevé “en el corto plazo la comercialización de variedades” y que va “a continuar con el sistema de producción de la campaña pasada”.
También subrayó que la firma seguirá pujando por lograr aprobaciones en diferentes mercados, como el asiático.
“El año pasado sembramos 57.000 hectáreas, donde Bioceres es dueño de la semilla y de la producción. Lo que hicimos fue generar stock. Fuimos muy estrictos en lo que hicimos y la realidad es que luego del 90% de comercialización de la cosecha de trigo no hubo ningún inconveniente de presencia de la variedad HB4 en la cadena comercial”, remarcó Dunan.
En tanto, el presidente de la Federación de Acopiadores, entidad que organizó el congreso, Fernando Rivara, afirmó que “hay hablar con Bioceres porque la situación se ha complicado. Nosotros necesitamos que Abitrigo y todos los países del sudeste asiático, que son el 60% de las ventas del trigo, nos digan que van a comprar trigo transgénico, pero hasta que eso no acontezca tenemos que estar todos juntos en una mesa y decir cómo nos vamos a comportar”.
Precios que escalan
A su turno, el presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), Diego Cifarelli, cambió el eje de la discusión y aseguró que “el sector está viviendo un año distinto” y que la industria “intenta enfrentar una situación donde hay un gobierno preocupado por lo que sucede y que se mira al empresario de alimentos como la causa de la inflación y no la consecuencia”.
//Mirá también: Una empresa argentina abastecerá de hidrógeno verde al puerto más importante de Europa
“Da la sensación que el trigo en su escalada de precios no va a tranquilizarse. Hoy la molinería no forma ni un centavo del precio. No sabemos qué vamos a terminar pagando”, agregó Cifarelli.
Otro de los expositores, el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Jorge Chemes, sostuvo que “el ánimo que se respira dentro del sector no es bueno” y remarcó que si “del Gobierno no tenemos señales claras, va a ser difícil revertir la incertidumbre”.
En tanto, el titular de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), José Martins, dijo que la cadena debe hacer una “autocrítica” para “ver por qué estamos cómo estamos”.
“Creo que estamos tocando fondo y tenemos en este sentido un severo compromiso que es que nunca hemos tomado la responsabilidad de convencer a la política en general de lo que somos como cadena. Siempre fuimos por sectores, independiente de los gobiernos. Sentemos las bases, sabemos que es un sector con tensión comercial, pero tenemos que tener consensos mínimos”, concluyó Martins.