Opinión: ¿Qué mundo se les está dejando a las próximas generaciones?
Por Florencia Agostina, Campos, voluntaria en el eje de Administración Sustentable del Centro GEO.
Los modelos de negocios están cambiando, las exigencias cambiaron de perspectiva. Ahora son los consumidores quienes demandan a las empresas y son estas las que tienen que cumplir en satisfacer la demanda, según gustos, preferencias y cantidad de personas haya. ¿Qué mundo se les está dejando a las próximas generaciones?
Prepondera un nuevo enfoque en el que las empresas deben tener en cuenta los límites que tiene el planeta para actuar de manera eficiente sobre la sostenibilidad de los recursos. Para saber a qué tipo de segmento apunta su negocio, es necesario comprender a los consumidores como herramientas y miembros de la cadena de valor.
Por ejemplo, puede imaginarse una foto que demuestra un recorte de la realidad que se observa; si se saca una foto desde un lugar lejano, los consumidores se pueden observar como homogéneos. Pero ¿qué pasa si le hacen zoom?, la homogeneidad ya no está presente, aparece una heterogeneidad en el consumo. Este pequeño pasaje, a modo de ilustración, comprende una forma de aclarar su perspectiva y apuntar al segmento correcto.
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Para abarcar y satisfacer todas -o la mayor cantidad- las demandas es necesario contar con un planeamiento sostenible en innovación y creatividad. ¿Cuánta innovación y creatividad hay en su negocio?
Satisfacer las demandas actuales no es tarea simple. Las nuevas formas de mirar, decidir y pensar los negocios requieren un uso estratégico de los recursos y prácticas que generen el menor impacto negativo en el entorno, ya sea ambiental, económico, social o cultural. Esto es lo que se requiere en un mundo en el que el avance del cambio climático se da de forma acelerada y escalada.
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Las nuevas exigencias de los consumidores, principalmente el rol de los jóvenes, es un aspecto central para tener en consideración como herramienta al momento de repensar nuevos negocios. Esta franja generacional ha demostrado su interés por un ambiente sano y ha exigido un mundo distinto en el que vivir. Son los jóvenes los más vulnerados y quienes se enfrentan a las peores consecuencias del cambio climático.
Entonces, ¿qué pueden hacer los negocios al respecto?
Todas las empresas, independientemente de su tamaño y actividad, generan impacto tanto negativo como positivo. Tal vez, lo primero que tienen que preguntarse y poner en agenda es si existe alguna alternativa mejor a la actual, en vistas de generar el menor impacto negativo en el ambiente. Una vez delimitados y visualizados los horizontes posibles para realizar la transición hacia un modelo de negocio sustentable, es cuando surgen las respuestas del entorno y se hallan diversas formas de mitigar los impactos negativos.
Empezar desde abajo
¿Quiénes son mis proveedores? ¿Quiénes son mis consumidores? ¿Qué tan homogéneo es mi público? ¿Qué satisfacción o sector busco complacer con mi producto/servicio? Estas son preguntas claves, que se hace cualquier emprendedor a la hora de comenzar su negocio. Para responderlas, hoy en día, es fundamental hacer buen uso de las herramientas comunicativas, de la transparencia y coherencia de la información a brindar.
Son estos puntos -mencionados antes- los que harán la diferencia en un mercado tan competitivo y globalizado como el actual. Para comunicar desde la lealtad en un mundo tan digitalizado hace falta ser y hacer, las buenas noticias llegan rápido y las malas también. Los consumidores ahora son parte de la cadena a la que hay que rendirle cuenta.