La Unión Europea propone crear un sello para los “bonos verdes”, ¿a qué se debe?
Se calcula que el bloque necesitará unos 480.000 millones de euros en inversiones adicionales cada año para cumplir sus objetivos climáticos.
La Comisión Europea (CE) propuso crear este martes un sello europeo para los “bonos verdes” que garantice que los réditos de estos títulos se inviertan en proyectos de lucha contra el cambio climático o medioambientales.
Así, se ayuda a movilizar financiación para estos objetivos y evitando que se comercialicen como ecológicos productos financieros que no lo son.
Se calcula que la Unión Europea necesitará unos 480.000 millones de euros en inversiones adicionales cada año para cumplir sus objetivos climáticos, que pasan por reducir un 55% sus emisiones contaminantes para 2030 en relación con 1990 y por alcanzar la neutralidad en 2050.
Sin embargo, las emisiones de bonos “verdes” -destinados a financiar proyectos medioambientalmente sostenibles- representan solo entre el 2 y el 4 % del total, unos 250.000 millones de euros a nivel global y, si bien aumentan a razón de un 40% anual, la CE considera que puede crecer aún más.
Con el reglamento propuesto, Bruselas fija las condiciones que tendrán que cumplir los emisores para que sus títulos sean etiquetados como “verdes” con el fin de crear un “estándar de oro” que “ayude a evitar el blanqueo ecológico y a reconocer los bonos que realmente representan una inversión sostenible”, afirmó el vicepresidente de la CE, Valdis Dombrovskis.
Multas
Para obtener el sello, los emisores tendrán que destinar el 100% de los rendimientos obtenidos con los bonos a objetivos en línea con la “taxonomía” europea, una clasificación de las actividades consideradas sostenibles.
Además deberán demostrar que ha sido así durante toda la vida del bono (hasta diez años), elaborando informes antes de la emisión, cada año, y tras el vencimiento, que serán además revisados por una entidad externa, según informa la agencia EFE.
Aquellos emisores que incumplan podrán ser sancionados, con multas de hasta 500.000 euros, mientras que los revisores externos podrán ser multados con hasta 200.000 euros si se detectan irregularidades.
Cabe destacar que este sello podrá ser utilizado por empresas, entidades financieras, Estados y otros entes públicos, europeos o no, pero su uso será voluntario, ya que Bruselas no quiere impedir que se recurra a otros estándares que ya funcionan en el mercado.
De hecho, la propia Comisión Europea utilizará otro estándar -el ICMA, elaborado por la Asociación Internacional de Mercados de Capitales- en sus primeras emisiones de bonos verdes para financiar el fondo de recuperación pospandemia, ya que esperan iniciarlas este año y aún no estará listo el sello europeo.
Bruselas prevé emitir con estos instrumentos el 30 % de los 800.000 millones de euros en deuda con que financiará el fondo, unos 240.000 millones que ayudarán a mantener el liderazgo europeo en este mercado. Cabe mencionar que “la propuesta tendrá que ser negociada por los países de la UE y la Eurocámara para entrar en vigor”.
Por su parte, el Instituto CFA, organización que representa a inversores, saludó la iniciativa puesto que éstos “están pidiendo productos financieros sostenibles dignos de confianza”, según dijeron en un comunicado.