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Innovación

Científicos desarrollan un método limpio y eficaz para reciclar PET sin perder calidad

Un equipo de la Universidad Metropolitana de Tokio logró depolimerizar PET usando alcoholes y un catalizador de hierro barato y abundante.

El profesor Kotohiro Nomura y su equipo en la Universidad Metropolitana de Tokio desarrollaron un método altamente eficiente para depolimerizar PET utilizando alcoholes y un catalizador de hierro abundante y económico. Se trata de un proceso libre de ácidos y bases, más simple y con un impacto ambiental reducido.

Científicos japoneses desarrollan un método limpio y eficaz para reciclar PET sin perder calidad

El volumen de residuos plásticos no deja de crecer y supera la capacidad de gestión de muchos países. Gran parte del PET termina incinerado para recuperar energía o acumulado en vertederos, un desperdicio enorme de recursos. Aunque el reciclaje mecánico fue útil, su mayor limitación persiste: el material resultante nunca alcanza la calidad del PET virgen, lo que obliga a mezclarlo con material nuevo y mantiene la dependencia del petróleo.

El enfoque de Nomura rompe con esa lógica. Su método corta los enlaces éster del PET con precisión casi quirúrgica, devolviendo los monómeros originales sin generar impurezas ni subproductos indeseados. Es un verdadero regreso al punto de partida, no un parche.

Una química más limpia y accesible

El PET es un polímero construido a partir de enlaces éster. Romperlos suele requerir mucha energía o reactivos agresivos -ácidos fuertes, bases potentes o temperaturas extremas-. La innovación del equipo japonés está en la simplicidad: un catalizador basado en cloruro férrico (FeCl₃) reforzado con una pequeña cantidad de una amina, junto con alcoholes comunes como metanol o etanol.

El proceso opera entre 120 y 180 ºC, temperaturas moderadas en la industria química, y aun así alcanza rendimientos superiores al 99,7 %. Funciona incluso con decenas de gramos de materiales reales, desde botellas hasta restos textiles. El producto final -dimetil tereftalato (DMT) u otros derivados según el alcohol utilizado- se obtiene prácticamente puro tras una simple filtración, sin etapas complejas de purificación ni insumos costosos.

Un equipo de la Universidad Metropolitana de Tokio logró depolimerizar PET usando alcoholes y un catalizador de hierro barato y abundante

Un punto clave: la amina no compromete la selectividad. Por el contrario, potencia la actividad catalítica y acelera la reacción sin degradar el polímero.

Reciclaje en condiciones reales: mezclas y residuos textiles

Buena parte del PET no llega al sistema de reciclaje en forma de botellas, sino integrado en ropa, cortinas, alfombras o telas mezcladas con algodón y otras fibras. Ahí es donde suelen fallar los métodos tradicionales, porque separar los materiales es caro, lento o directamente inviable.

El sistema de Nomura supera este obstáculo. Puede identificar y depolimerizar exclusivamente el PET dentro de mezclas complejas, sin verse afectado por fibras naturales u otros plásticos. Esto abre la puerta a reciclar residuos textiles que hoy terminan incinerados y representan un enorme caudal de recursos desaprovechados.

Las imágenes del estudio muestran cómo tejidos de poliéster se transforman en un líquido transparente tras la reacción y luego cristalizan en DMT puro. Es un proceso limpio, directo y notablemente eficaz.

Un hallazgo que se alinea con tendencias globales

Esta investigación forma parte de un esfuerzo más amplio dentro del programa JST CREST, orientado al desarrollo de materiales biodegradables y estrategias de reciclaje químico de polímeros. En paralelo, varios países están endureciendo sus normativas de reciclaje, como las recientes exigencias europeas que obligan a incorporar porcentajes mínimos de material reciclado en los envases.

A su vez, grandes empresas textiles buscan tecnologías que cierren el ciclo de sus propios residuos, especialmente en sectores como la moda rápida y los uniformes industriales. Un método barato, limpio y escalable como este resulta especialmente atractivo: permite recuperar materiales sin pérdida de calidad y reduce la dependencia de materias primas fósiles.

Posibles impactos ambientales

La aplicación industrial de este proceso podría generar beneficios significativos:

  • Menores emisiones directas: al evitar ácidos y bases fuertes, disminuye la huella del tratamiento químico del PET.
  • Aprovechamiento real de residuos textiles: grandes volúmenes de ropa desechada podrían convertirse en materias primas de alta pureza.
  • Reducción del uso de petróleo: si la recuperación de DMT o BHET es rentable, cae la demanda de tereftalato virgen.
  • Mejor control de microplásticos: al reducir la fragmentación asociada al reciclaje mecánico, disminuye la dispersión accidental de partículas.

No es la solución definitiva al problema global del plástico, pero sí un avance sólido hacia una gestión más eficiente, sostenible y alineada con la economía circular.

Fecha de publicación: 18/11, 6:05 am