Una bióloga argentina, entre las 100 personas más influyentes del mundo
Sandra Díaz, investigadora del CONICET y docente de la UNC fue destacada como una de las grandes innovadoras del año.
La revista Time incluyó a la bióloga argentina Sandra Díaz en su prestigiosa lista de las 100 personas más influyentes del mundo, un reconocimiento que resalta el «compromiso de la científica con los grandes desafíos ambientales de nuestro tiempo».
Investigadora Superior del CONICET y profesora en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Díaz figura en la categoría “Innovadores”, compartiendo espacio con referentes mundiales de diversos campos.
“Es una diplomática incansable en primera línea de la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación”, subraya la publicación estadounidense en su carta de presentación. Con palabras escritas por Elizabeth Maruma Mrema, subdirectora ejecutiva del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, se destacó el valor de su trabajo en momentos donde “el mundo necesita muchos más líderes como Sandra”.
Por qué la revista Time eligió a la bióloga argentina
Time ilustró su impacto con una analogía educativa: “Lo que un buen maestro hace en el aula, la ecologista Sandra Díaz lo hace por el mundo natural”. Su enfoque va más allá de contar especies: analiza funciones ecológicas, interacciones y dinámicas que enriquecen la comprensión científica de los ecosistemas.
Este reconocimiento llega tras otro hito reciente: en febrero de este año, Díaz recibió el Tyler Prize 2025 -considerado el “Premio Nobel del Medio Ambiente”- por sus aportes sobre el vínculo entre biodiversidad y humanidad. Lo compartió con el investigador brasileño-estadounidense Eduardo Brondizio.
Una vida dedicada a la ciencia y la naturaleza
Díaz nació en la provincia de Córdoba el 27 de octubre de 1961, y dedicó su carrera al estudio del impacto del cambio climático sobre la biodiversidad vegetal y la interacción entre el uso del suelo, la microbiota y el ciclo del carbono. Egresada y doctora en Ciencias Biológicas por la UNC, es también investigadora en el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV).
Su obra académica es impresionante: más de 300 publicaciones, más de 40.000 citas y un índice h de 92, cifras destacadas para una disciplina como la biología. Ha dirigido tesis doctorales, becarios y participado en organismos internacionales clave, como el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), donde integró el equipo premiado con el Nobel de la Paz en 2007.