Crisis ambiental en Brasil: la isla de Río de Janeiro cubierta por toneladas de desechos
Las playas están saturadas de basura, principalmente plásticos, neumáticos, textiles, cuerdas de barcos e incluso sofás y colchones.
Una pequeña isla brasileña, situada a pocos metros del puerto de Río de Janeiro, está sepultada bajo 80 toneladas de residuos, lo que revela el fracaso de la renovada promesa de las autoridades de este estado de limpiar la bahía de Guanabara.
Se trata de la Ilha de Pombemba, una isla deshabitada de aproximadamente 600 metros de extensión, cubierta de vegetación, que se convirtió en un reflejo de la gran cantidad de basura que se vierte diariamente en la bahía.
Aunque desde la distancia parece un pequeño punto verde en el mar, donde garzas y gaviotas se posan, al acercarse se puede ver que sus playas están llenas de desechos, principalmente plásticos, neumáticos, textiles, cuerdas de barcos e incluso sofás y colchones.
//Mirá también: Nuevos colectivos eléctricos, manejados por mujeres y amigables con el medioambiente: así serán estos vehículos
La situación sanitaria de la bahía volvió a salir a la luz en enero pasado, cuando Río de Janeiro presentó un nuevo plan para su descontaminación, como parte de sus compromisos para obtener, junto con la ciudad vecina de Niterói, la sede de los Juegos Panamericanos de 2031.
Esta es la misma promesa hecha antes de los Juegos Panamericanos de 2007, de los Juegos Olímpicos de 2016, y durante el proceso de concesión del servicio de saneamiento a una empresa privada en 2021. No obstante, a pesar de algunos avances, la promesa nunca se cumplió por completo.
A lo largo de los años, se lograron reducciones en los niveles de contaminación gracias a millonarias inversiones en tuberías para disminuir los vertidos de aguas residuales y en la instalación de barreras para frenar la basura proveniente de las cientos de favelas sin saneamiento.
//Mirá también: Empezaron vendiendo jugos 100% de manzana y conquistaron las góndolas de los súper: cuánto invirtieron
Como resultado, algunas playas donde antes estaba prohibido nadar, como las de Flamengo, Botafogo y Gloria, ahora tienen agua de calidad aceptable y atraen a numerosos turistas.
Aunque en Río de Janeiro y Niterói solo el 4,5 % de la población carece de acceso al tratamiento de aguas residuales, en las otras cinco grandes ciudades situadas a orillas de la bahía, este porcentaje oscila entre el 90% y el 100%.
El Instituto Regional del Ambiente (INEA) informó que actualmente se instalaron ecobarreras en 17 ríos y canales que desembocan en la bahía, lo que permitió retirar en los últimos dos años un total de 155 toneladas de residuos sólidos solo en el canal do Mangue, frente a la Ilha de Pombeba.
Sin embargo, según estimaciones de la Asociación Brasileña de Empresas de Limpieza Pública, la bahía recibe diariamente 100 toneladas de basura.