Una provincia argentina conduce el primer proyecto de plástico 100% biodegradable del país

Una empresa de ingeniería metabólica, en colaboración con la Facultad de Química e Ingeniería de la Universidad Católica Argentina (UCA) de Rosario, completó la primera fermentación para producir plástico PHB totalmente biodegradable y compostable. Este innovador material se elabora utilizando bacterias genéticamente modificadas que procesan residuos industriales.

La contaminación derivada de los plásticos elaborados con petróleo representa uno de los mayores desafíos globales. Actualmente, solo se recicla el 9% del total de estos residuos, y los seres humanos consumen aproximadamente cinco gramos de microplásticos por semana, equivalente al tamaño de una tarjeta de crédito.

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La empresa rosarina Inmet, líder en esta investigación, emplea bacterias modificadas mediante ingeniería genética para metabolizar desechos industriales y convertirlos en PHB, un biopolímero con propiedades similares a las del plástico convencional derivado del petróleo.

La empresa explicó que este plástico biodegradable puede emplearse en películas, utensilios, bandejas, suministros agrícolas y otros productos convencionales. Una vez descartado, el plástico PHB es degradado por microorganismos presentes en el suelo y el agua.

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Según la empresa, el plástico PHB está exento de solventes orgánicos como el cloroformo y el alcohol, lo que no afecta negativamente la biodiversidad ni la salud humana. Este material biodegradable podría representar una solución para abordar la crisis ambiental derivada de los residuos plásticos en la provincia de Santa Fe y en Argentina en general.

“Nos enorgullece ser la primera compañía del país en desarrollar esta tecnología, abordando una solución a un problema global“, afirma Leandro Nakamatsu, de Inmet Biomateriales. La empresa fue fundada en 2012, gracias a la inversión de Bioceres y de SF500, el programa company builder de la provincia de Santa Fe.

Esta tecnología es producida en su planta piloto de fermentación, y para la primera etapa del 2025, la empresa estima aumentar la producción. “Queremos ser un socio estratégico que acompañe a las organizaciones a mitigar el impacto ambiental de sus residuos y transformarlos en un insumo que sea amigable con el medio ambiente”, resaltó Nakamatsu.