Un país nórdico avanza en la captura de carbono con una planta innovadora
El nuevo sistema en la planta cementera de Brevik permitirá capturar 400.000 toneladas de CO2 anuales, contribuyendo a un entorno más limpio.
Varios países están implementando iniciativas para reducir las emisiones y disminuir los gases de efecto invernadero en la atmósfera, como parte de su estrategia de lucha contra el cambio climático. Un ejemplo de ello es Noruega, que desarrolló un sistema capaz de absorber 400 mil toneladas anuales de carbono.
Heidelberg Materials, una de las mayores empresas globales en la producción y comercialización de cemento, ubicada en Noruega, se convirtió en la primera compañía en el mundo en contar con una planta de captura de gases de efecto invernadero.
Este sistema contará con un tubo que permitirá a la planta absorber, procesar y almacenar hasta 400.000 toneladas métricas de carbono al año. Para el diseño, desarrollo y construcción de esta tecnología, la empresa contó con el apoyo de SLB Capturi, especializada en procesos industriales sostenibles.
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Según estimaciones del organismo de gestión ambiental de la Unión Europea, la industria de la construcción es responsable de aproximadamente el 8 % del carbono presente en la atmósfera global, siendo las fábricas de cemento y otros materiales las principales generadoras de esta huella.
Ante esta situación, es urgente tomar medidas para avanzar hacia la descarbonización. En este contexto, Noruega anunció el Proyecto Longship CCS, que incluye la planta de Brevik, propiedad de Heidelberg Materials, donde ya se ha completado la parte mecánica de la instalación de captura de carbono.
Actualmente, la planta entra en la fase de pruebas, donde se evaluará su funcionamiento y se resolverán posibles inconvenientes de última hora. Si esta etapa es exitosa, lo cual se prevé, se avanzará a la fase final de puesta en marcha y operación.
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Se espera que este sistema capture unas 400.000 toneladas de CO2 generadas por los procesos llevados a cabo en la planta. Además de purificar el aire de los gases contaminantes, también filtrará partículas gruesas y finas que oscurecen el aire y se depositan en los pulmones, causando problemas respiratorios.
Una vez que este dispositivo esté completamente operativo en Noruega, permitirá la producción de cemento y otros materiales de construcción con emisiones netas cero, garantizando una producción completamente sostenible, sin comprometer los estándares de durabilidad y resistencia.
El proceso al que se somete el CO2 asegura un entorno limpio para Noruega. Comienza con la captura de carbono a través de un tubo conectado a la chimenea de salida de gases de la fábrica, que recoge los elementos nocivos generados por los diversos procesos de la planta.
Luego, el CO2 se dirige a una máquina de compresión, donde se compacta a altas presiones. Posteriormente, pasa a un sistema que aplica calor al gas, haciéndolo más pesado y fácil de manejar, para finalmente entrar en una cámara de almacenamiento intermedio, donde se acondiciona antes de ser transferido a las instalaciones de carga.
Aunque la parte mecánica ya fue completada, aún falta la estructura de soporte, que se espera esté lista a principios del próximo año. Sin embargo, ya comenzaron las pruebas operativas y el encendido, por lo que se espera que la planta esté en funcionamiento a finales de 2025.
En resumen, con esta planta de captura de carbono, Noruega espera absorber 400.000 toneladas métricas de CO2 generadas por los procesos industriales en la planta cementera de Brevik. Se confía en que las pruebas sean exitosas y que este sistema sea replicado en otras fábricas a nivel mundial.