Un país europeo deja de lado los autos eléctricos y avanza con el motor del futuro

La industria de la movilidad es una de las más innovadoras dentro de los sectores productivos, posiblemente debido a la cercanía de la fecha límite para dejar de comercializar vehículos con emisiones, establecida para 2035. Sin embargo, Alemania parece estar dando un paso atrás en su enfoque hacia los coches eléctricos con el desarrollo de un nuevo motor.

Bosch Engineering, empresa especializada en el desarrollo de tecnologías para la movilidad, está llevando a cabo pruebas con un nuevo combustible llamado Hydrotreated Vegetable Oil. Para ello, dos camiones realizan un trayecto diario entre la planta de Aranjuez y el almacén de Bosch en Madrid.

Este combustible representa un paso intermedio hacia el hidrógeno, que es la apuesta a largo plazo de la compañía, que también planea involucrarse en su producción y comercialización. Se trata de un combustible fabricado a partir de materias primas y un proceso completamente renovable, sin emisiones de gases de efecto invernadero.

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En colaboración con Ligier Automotive, una empresa especializada en el diseño de nuevas tecnologías para la movilidad, Bosch lanzará a finales de 2024 un motor de hidrógeno destinado a coches multigama y tradicionales. Ambas compañías trabajaron en este proyecto durante casi diez años.

Con este motor, que es una variante del tradicional motor de combustión interna adaptado al hidrógeno, se culmina un proceso iniciado en 2015. Este motor es sostenible, ecológico y libre de emisiones de CO2, ya que sus subproductos son vapor de agua y calor.

Este motor también es adecuado para su uso en modelos deportivos, turismos e incluso vehículos de carga pesada. Se trata de un bloque de 3.0 litros tipo biturbo, con un sistema de inyección de combustible modificado para hidrógeno, que genera una potencia de 563 CV y un par motor de 650 Nm.

Es importante recordar que los vehículos que funcionan con este combustible cuentan con una «pila de hidrógeno», que genera electricidad mediante la combinación de hidrógeno y oxígeno, lo que impulsa el motor. Además, el gas se almacena a alta presión en el tanque del vehículo.

Actualmente, Bosch está trabajando en el desarrollo de un componente que, instalado en un motor que funcione con hidrógeno, convierta directamente este gas en energía para el automóvil, eliminando la necesidad de la conversión previa en electricidad y haciendo obsoleta la tecnología actual.

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A su vez, la empresa está desarrollando tecnología para la producción de hidrógeno verde, que se obtiene a través de electrólisis. Están investigando métodos más económicos para llevar a cabo este proceso, con el objetivo de fabricar vehículos neutros en carbono utilizando este combustible.

Bosch está apostando fuertemente por el hidrógeno como combustible, ya que, según sus estimaciones, para 2030 todos los coches nuevos serán eléctricos o de hidrógeno, lo que podría generar ventas por alrededor de 5.000 millones de euros.

No obstante, este potencial económico podría verse comprometido, ya que el futuro de los vehículos que utilicen este gas depende en gran medida del aumento de las estaciones de repostaje. Es importante recordar que, en España, estas estaciones son muy limitadas, con solo siete operativas en todo el país.

En resumen, Alemania está dejando atrás los coches eléctricos para enfocarse en el hidrógeno como la solución para la movilidad del futuro, con su primer motor ya en desarrollo. Solo el tiempo dirá si esta tecnología logra superar a los vehículos eléctricos.