Un biocombustible del agro proyecta inversiones por u$s400 millones en el corto plazo

La industria de los biocombustibles presentó un plan de crecimiento con inversiones de u$s400 millones en el corto plazo y de al menos u$s2.000 millones para 2050. El maíz es la materia prima de una de las soluciones privilegiadas para la descarbonización del transporte automotor, aéreo y marítimo y el bioetanol a base de ese cereal es el gran agregador de valor.

En la Argentina, con sus 50 millones de toneladas anuales de producción –de las que el 70% se exporta como grano-, sobra cereal para agregar valor en origen mediante el bioetanol y cumplir con los compromisos ambientales del país de la transición energética.

Basta con ver lo que hacen algunos de los países vecinos para entender la oportunidad que existe por delante: la nafta en Bolivia tiene un 25% de bioetanol, en Paraguay la mezcla obligatoria es de 30% y en Brasil casi la mitad del combustible automotor es bioetanol.

En la Argentina, en cambio, la mezcla no supera el 12%. Los defensores de este biocombustible cuestionan que se prefiere «utilizar las reservas del Banco Central para importar u$s400 millones por año de naftas contaminantes, antes que utilizar un combustible ecológico, competitivo en precio y fuente privilegiada de octanaje».

A la espera de una nueva ley de biocombustibles

El sector reclama una discusión en el Congreso nacional que permita sancionar una nueva ley de biocombustibles que contemple un incremento de los cortes obligatorios de las naftas con bioetanol y del gasoil con el biodiésel.

El bioetanol, al mezclarse con las naftas, reduce la importación de combustibles para abastecer la demanda interna generando una mejora en el balance fiscal, lo que al año representa u$s410 millones al reducir el abastecimiento de nafta importada en un 35%.

Hoy se produce a un 86% de capacidad instalada, pero si se produjera al 100% y se agregaran inversiones al 2026 por el incremento de los cortes, el ahorro de divisas podría ser cercano a los u$s600 millones.

A la vez, la capacidad industrial de esta cadena está generando 5.100 puestos de trabajo, a nivel primario (57%) e industrial (43%), en tanto que el aprovechar el maíz para bioetanol amplía en 40% al año el valor agregado a la materia prima y por un valor adicional de u$s164 millones.

El objetivo de ambas iniciativas es modificar la actual ley 27.640, impulsada por el gobierno del expresidente Alberto Fernández, con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2030, por lo cual la intención es actualizar esa normativa para que los cambios se produzcan antes.

Las seis provincias que integran la Liga Bioenergética -Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, Tucumán, Salta y Jujuy – vienen impulsando un nuevo proyecto de Ley de Biocombustibles que propone elevar el porcentaje de mezcla con las naftas y el gasoil al 15%.

Junto con el mayor corte de biocombustibles, la Liga contempla otras cuestiones relevantes como la definición de los precios que actualmente se fijan por medio de una fórmula que aprueba el Gobierno. El nuevo esquema prevé que surjan de un mecanismo de licitaciones públicas, abiertas y por tramos donde deberán competir por precio las empresas productoras.

Fuente: iProfesional