Toyota ya no quiere manejes: qué hay detrás de su nueva compra
Toyota quiere cambiar el juego otra vez y compró Level 5, el departamento de vehículos autónomos de Lyft, la compañía estadounidense de autos con conductor que es el gran rival de Uber en Estados Unidos y Canadá, en una operación de u$s550 millones realizada a través de una de las filiales del fabricante nipón, Woven Planet.
Asimismo, Woven Planet es el nombre que Toyota le dio a su instituto de investigación y desarrollo avanzado para tecnologías de conducción autónoma (Toyota Research Intitute -Advanced Development, Tri-Ad) a partir de enero de 2021, cuando anunció la constitución de esta compañía con 760 empleados y dividida en dos filiales, Woven Core sobre conducción autónoma y Woven Alpha, destinada a buscar nuevas áreas de expansión de negocio e incubar proyectos de innovación.
Al frente de esta nueva empresa puso a James Kuffner, un especialista en robótica que trabajó en Google entre 2009 y 2016 impulsando su división de conducción autónoma, que cuenta en la filial de Toyota con un fondo de u$s800 millones para invertir en compañías tecnológicas.
A qué apunta
Por otro lado esta nueva filial de Toyota, que ya había invertido anteriormente en la compañía californiana de vehículos sin conductor para reparto Nuro añade ahora la compra de la división de vehículos autónomos de Lyft, para lo que desembolsará u$s200 millones una vez se cierre el acuerdo y otros u$s350 millones durante un periodo de 5 años, según confrimó Toyota. La transacción se completará durante el tercer trimestre de 2021.
Level 5, fundada en 2017, lleva desde marzo de 2018 probando sus sistemas de conducción autónoma en las autopistas de California, Estados Unidos, para lo que aprovecha la información que generan los conductores de los vehículos de Lyft. Cuenta con un equipo de 400 trabajadores repartidos entre Palo Alto, Múnich, y Londres, que se integrarán en la filial de Toyota.
“Este acuerdo será clave para unir a las personas, los recursos y la infraestructura que nos permitirá transformar el mundo en el que vivimos a través de las tecnologías de movilidad“, expresó Kuffner a través de un comunicado.
Pero además, el acuerdo incluye que Woven Planet utilice los datos de los vehículos de Lyft para continuar la investigación en autos eléctricos, mientras que Lyft podrá utilizar los avances de la investigación de la compañía para su equipo de coches autónomos.
La situación de Lyft
La operación supondrá un ahorro de u$s100 millones anuales para Lyft, al reducir sus gastos en investigación y desarrollo, dentro de la estrategia de la empresa de vehículos con conductor para reducir el impacto de la pandemia, que provocó una merma del 35% de sus ingresos en 2020, cuando facturó u$s2.400 millones frente a los u$s3.600 del año anterior y tuvo pérdidas netas de u$s1.800 millones.
“Asumiendo que esta transacción se cierre en el tiempo previsto y que continúe la recuperación de la pandemia, tenemos confianza en que podamos obtener un resultado neto ajustado positivo en el tercer trimestre del año”, afirmó John Zimmer, cofundador y presidente de Lyft.
Por su parte, Lyft llegó a Wall Street en 2019 con una fuerte subida que le situó en los u$s78 por acción, pero el inicio de la pandemia le hizo caer hasta el suelo de los u$s20, pero que de a poco va volviendo a los valores de antes y hoy está en torno a los u$s63 por título.
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