Tiene 14 años y representó a la Argentina en la COP26: “Es muy importante que nuestras voces sean escuchadas”

Con tan solo 14 años, Sofía Montes de Oca representó a la Argentina en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) en Escocia, como parte de la delegación del proyecto “#Decarbonize: #Decolonize”, que reúne a más de 35 mil jóvenes de 54 países.

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“Sentí orgulloso. No pensé que iba a ser elegida y aprendí un montón, fue una oportunidad única”, contó Sofía en diálogo con Economía Sustentable tras regresar de Escocia, viaje que realizó junto a Rocío García Solca, docente del área de ciencias en el colegio The Global School, de la provincia de Buenos Aires, al que ambas pertenecen.

Como alumna de segundo año, Sofía formó parte de #Decarbonize: #Decolonize”, proyecto de educación ambiental enfocado en cambio climático, que se realiza bajo el patrocinio de la UNESCO, TakingITGlobal y The Centre for Global Education (CGE).

Allí, jóvenes de todo el mundo participaron en actividades e intercambiaron perspectivas sobre la conservación del medioambiente y la reducción de la huella de carbono.

Hace dos años que el colegio al que asiste Sofía participa en este proyecto internacional bajo la coordinación de Solca. “En el colegio, se trata de un proyecto optativo, en el que Sofía participó activamente junto con otros alumnos. Trabajó fuera de horario de clase para desarrollar campañas y acciones destinadas a generar conciencia ambiental, además de expresar su voz en diversas actividades e interactuar con alumnos de colegios de todo el mundo”, destacaron.

Manifiesto por un mundo mejor

En la COP26, Sofía fue una de las líderes continentales junto con otros cinco jóvenes menores de 18 años. Así, los chicos presentaron el reporte #Decarbonize: Global Youth Manifesto en la “Zona Azul”, área reservada a los delegados oficiales de la conferencia que incluye a líderes mundiales y a representantes oficiales de la industria y de ONGs multinacionales.

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¿A qué apuntó el manifiesto? A presentar, en resumen, la mirada de los jóvenes sobre los 4 objetivos de la COP26:

• Asegurar las cero emisiones de carbono a nivel global para 2050 y mantener al alcance un límite de incremento de temperatura de 1.5 grados centígrados.
• Proteger comunidades y hábitats naturales.
• Movilizar al menos $100 billones en financiación climática por año
• Trabajar juntos para lograrlo.

“Es muy importante que nuestras voces sean escuchadas porque tenemos algo para decir, no vinimos a molestar o a llamar la atención”, explico Sofía y agregó: “Creo que todos debemos trabajar juntos, no importa la educación que tengamos, la generación, la edad, el género. Debemos dejar de lado todo eso a la hora de hablar de cambio climático”.

En este sentido, Sofía señaló que los jóvenes tienen mucho para decir porque son los que más van a sufrir el impacto del cambio climático. “Vamos a tener las consecuencia más graves”, remarcó.

Sin embargo, Sofía se mantiene optimista con el objetivo de cumplir con el compromiso de ser neutros en emisiones de carbono: “Creo que vamos a llegar a 2050, si todos nos ponemos las pilas”.

Compromiso colectivo

En cuanto al manifiesto que presentaron, la joven explicó que fue una demanda para los líderes mundiales. “Nosotros en especial no podemos hacer algo para cambiarlo, para ayudar, a parte de comunicarlo con los demás. Los líderes mundiales tienen que estar dispuestos a escuchar y a ayudar“.

En este sentido, la joven afirmó que hay que “tener en cuenta un montón de cosas a la hora de hablar sobre el cambio climático“. “Tuvimos el Acuerdo de París en 2015 y en 6 años no se hizo nada. Se desperdiciaron 6 años importantes en este movimiento. Es algo que yo no quiero que vuelva a pasar, no quiero que después del COP26, todos los lideres mundiales vuelvan a sus casas calentitos, y se olviden del tema“, afirmó.

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Por último, la joven señaló: “No se si se puede luchar contra el cambio climático porque la verdad fuimos nosotros los que causamos esto y estamos muy acostumbrados a este lujo de tener autos, de usar electricidad así nomás o de comer carne todo los días, andar en avión. Son cosas que pueden resultar normales pero son un lujo y tienen una consecuencia enorme en el mundo.

Y concluyó: “La gente tiene que cambiar su perspectiva sobre cómo ve el mundo, siento que por ahí con más educación, más talleres en las escuelas se puede lograr”.