Qué dejó la Conferencia Climática Internacional de Córdoba camino a la COP30
Se elaboró una hoja de ruta que abarca los principales puntos de convergencia de cara a la COP30. Los detalles.
La primera Conferencia Climática Internacional y la 5° Cumbre Mundial de Economía Circular organizadas por el Gobierno de Córdoba y la Municipalidad de Córdoba concluyeron este jueves marcando líneas de acción conjunta de cara a la 30° Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 30), programada para noviembre de 2025 en Belém, Brasil.
A partir de esta agenda, se elaboró una hoja de ruta que abarca los principales puntos de convergencia para generar transformaciones estratégicas para el desarrollo territorial sostenible.
A lo largo de tres jornadas de intensa actividad, participaron cinco gobernadores y una vicegobernadora, 120 intendentes, legisladores y funcionarios, académicos y especialistas de Argentina y otros 20 países que formaron parte de 28 paneles.
Los especialistas que participaron representan a cerca de 25 organismos internacionales, agencias estatales, universidades y embajadas, entre otros actores comprometidos con los desafíos que implica el cambio climático.
El encuentro en la provincia de Córdoba fue designado por Naciones Unidas como “Evento conmemorativo por los 10 años del Acuerdo de París”, reconocimiento otorgado por la decisión de aumentar la ambición y obtener resultados tangibles en la acción climática.
Acuerdo entre 6 provincias
Uno de los momentos más destacados fue la firma del Compromiso Regional por parte de seis provincias argentinas. Los gobernadores de Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, La Pampa, Jujuy y Chubut acordaron una declaración conjunta en la que reconocen el rol fundamental de las provincias en la lucha contra el cambio climático. Este compromiso subraya la necesidad de fortalecer la gobernanza climática multinivel, promoviendo políticas públicas articuladas que integren el desarrollo sostenible con la acción ambiental.
“Nuestra mirada se dirige al Ambiente, pero es también una mirada productiva. No somos negacionistas, entendemos las nuevas oportunidades”, aseguró el gobernador anfitrión, Martín Llaryora. A su vez, remarcó que los gobiernos locales son actores clave para enfrentar la crisis climática, impulsar la economía circular, proteger la biodiversidad y fomentar el financiamiento verde.
El documento firmado establece prioridades clave, como la protección de la biodiversidad, la aceleración de la economía circular, y una transición energética justa que contemple criterios de equidad, género y diversidad. Además, se reafirma el compromiso con la cooperación interprovincial e internacional, de cara a posicionar a las provincias como actores activos en la agenda climática global. Este acuerdo representa un paso histórico hacia una política ambiental más integrada y descentralizada, sentando las bases para futuras acciones conjuntas en la región.
Hacia una transición energética sostenible
Uno de los ejes principales de la CCI fue “Seguridad energética y transición: desafíos geopolíticos”. Más de 40 expertos internacionales —entre ellos líderes del IPCC, representantes regionales de ONU-Hábitat, ONU Mujeres y agencias de financiamiento como CAF y AFD— debatieron sobre cómo acelerar el cambio hacia modelos energéticos sostenibles que reduzcan la dependencia de los combustibles fósiles.
Se exploraron herramientas clave como el impulso a energías renovables, la integración de gas como puente energético en regiones como Vaca Muerta, y el desarrollo de infraestructura crítica (como represas y redes de transmisión) para garantizar suministro y resiliencia. También se discutió la importancia de las finanzas sostenibles, con interlocutores del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) enfatizando la necesidad de movilizar inversión pública y privada hacia proyectos verdes.
Estos debates fueron complementados por la Expo Climática, donde se expusieron tecnologías, productos y servicios relacionados con la economía circular y la innovación energética.
El espacio funcionó como demostración real de soluciones tangibles, conectando emprendimientos, instituciones (como CONICET y el INTI) y el sector privado, con el objetivo de inspirar la transición energética justa, que combina crecimiento económico, equidad social y protección ambiental.