PUBLICIDAD
Investigación

Por primera vez, encontraron contaminantes de protector solar en el Ártico

Científicos descubrieron 13 rastros de ingredientes que normalmente se encuentran en artículos de cuidado personal en la capa de nieve de cinco glaciares árticos.

La ejecución de programas de supervisión de la contaminación en el Ártico ha evidenciado que esta región ya no ostenta la pureza que se le atribuía en el pasado siglo. Durante mucho tiempo, los contaminantes heredados, como hidrocarburos aromáticos policíclicos, bifenilos policlorados y éteres de difenilo polibromados, eran motivo de gran preocupación, y su presencia en los entornos árticos estaba debidamente registrada.

A raíz de esfuerzos y regulaciones internacionales, la presencia de estos contaminantes en el Ártico ha experimentado una disminución. Sin embargo, las señales de la actividad humana ahora han llegado a vastas áreas del planeta. En un estudio recientemente publicado en la revista Science of the Total Environment, los científicos han identificado 13 trazas de ingredientes comúnmente presentes en protectores solares y productos de cuidado personal en la capa de nieve de cinco glaciares árticos en el archipiélago de Svalbard, Noruega.

//Mirá también: Científicos demostraron por qué es importante conservar los humedales para mitigar el cambio climático

Para algunos de estos químicos, es la primera vez que se informa sobre su presencia en la nieve de Svalbard. La lista de vigilancia que los investigadores utilizan, conocida como CEAC (Productos químicos de preocupación emergente en el Ártico), abarca diversos compuestos señalados por expertos ambientales para documentar los efectos y la extensión de la contaminación en el Ártico. Este esfuerzo, denominado Programa de Evaluación y Monitoreo del Ártico, busca informar decisiones políticas. A pesar de los aumentos en la producción y uso de sustancias químicas, los conocimientos sobre su comportamiento y distribución en entornos polares siguen siendo limitados.

Algunos CEAC ya se han identificado previamente en el Ártico y la Antártida, presentes en agua superficial, corrientes cercanas a estaciones de investigación e incluso en la nieve. Sin embargo, persiste un conocimiento mínimo sobre la fuente primaria de contaminación en estas regiones remotas y el proceso principal de transporte. Además, varios CEAC no están sujetos a regulaciones globales.

En un intento por entender mejor la distribución química, en la primavera de 2021, los científicos recolectaron 25 muestras de nieve de un sitio de investigación activo al sur de la aldea de Ny-Ålesund y de cinco glaciares, ubicados hasta a 40 kilómetros de distancia. Se tomaron muestras de diferentes profundidades para observar las variaciones en las concentraciones a lo largo de las estaciones.

Casi todos los glaciares muestreados presentaron concentraciones más elevadas de filtros UV en la nieve acumulada durante el invierno en comparación con otras estaciones. Dos filtros UV, BP-3 y octocrileno, también fueron más abundantes en la cima de los glaciares.

Aunque la estación de investigación cerca de Ny-Ålesund podría ser una fuente local adicional de contaminación, según los patrones observados, el equipo sospecha que los químicos absorbentes de rayos UV fueron probablemente transportados a los distantes glaciares árticos por los vientos.

La neblina ártica, por ejemplo, es un conocido sistema de masa de aire contaminado del tamaño del continente africano, que se acumula sobre Europa durante los meses de invierno y se extiende a lo largo del Círculo Polar Ártico. Además de determinar el origen de los contaminantes, se requiere más investigación para comprender si los contaminantes hallados en la nieve ártica alcanzan niveles potencialmente tóxicos para el medio ambiente.

Los especialistas expresan su preocupación de que, al derretirse la nieve, una afluencia de contaminantes, incluso en bajos niveles, pueda aumentar las concentraciones en los cursos de agua y entornos marinos aguas abajo. Sin embargo, admiten que sin más muestras, es difícil prever esto, ya que las sustancias químicas se comportan de manera distinta en ambientes fríos y helados en comparación con regiones más cálidas, destacando así la necesidad de estudios polares específicos para comprender los impactos.

Fecha de publicación: 03/01, 12:55 pm