Ola de calor: Por qué conviene usar el aire antes que bajar la ventanilla y otros tips para ahorrar

La ola de calor no se detiene y salir a la calle es un horno, ya sea caminando o en auto, por eso el uso del aire acondicionado se convirtió en un aliado indispensable para tener un viaje ameno.

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Sin embargo, muchos conductores creen que lo que es bueno para una cosa es malo para otra, y eso tiene que ver con el consumo de combustible, que tanto hay que cuidar por el elevado precio al que treparon las naftas.

El tema es si usar el aire acondicionado hace que se consuma más, y si es mejor bajar las ventanillas del auto para que se refresque (siempre que el aire no sea caliente como en estos días), evitando entonces el uso del climatizador.

La realidad es que todo depende de dónde y cuándo se usa el aire. Además, de qué forma se debe preparar y cuidar el auto para que el aire frio rinda más y su uso se limite.

Aire acondicionado: ¿cuándo es mejor usarlo que bajar la ventanilla?

Uno de los lugares donde no se debe dudar en prender el aire acondicionado, y es mejor tener las ventanillas bien cerradas, en las rutas y autopistas.

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Al circular a velocidades por encima de los 80 km/h, si entra aire, y más aún cuando hay mucho viento, la resistencia que se produce en el interior del auto es tan grande que hace que el consumo se eleve, provocando un gasto mayor de combustible que si se usa el aire acondicionado. No obstante, hay algunas cuestiones a tener en cuenta.

El uso siempre se recomienda con la función recirculación activada, que son las flechas dobladas que aparecen en el panel de auto, lo que permite que el equipo enfríe solo el aire que está dentro del auto, y no use aire del exterior caliente, haciendo menos fuerza.

Otro dato importante es que no se necesita llevar la temperatura en 20 o 21°, sino que lo ideal es hacerlo en 24 o 25°, lo cual hace, de la misma forma, que el sistema no esté tan forzado y gaste menos.

También es ideal que las rejillas por donde sale el aire sean las superiores, y no usar las que van hacia el piso o parabrisas. Esto se da porque el aire frio es más denso que el caliente, y solo tenderá a bajar.

Por último, se debe desactivar el aire dos minutos antes de llegar a destino y dejar funcionando la ventilación, no por el consumo, sino porque reduce la humedad en el evaporador y se evitan feos olores.

¿Qué pasa en zonas urbanas con el aire acondicionado?

Cuando el aire acondicionado se usa en zonas urbanas, se ha comprobado que el consumo de combustible puede aumentar hasta 30%. Esto viene acompañado de una conducción diferente, que en general, hace que siempre se gaste más.

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En este caso, las opciones para ahorrar son más “caseras”, y tienen que ver con ser precavido a la hora de usar el auto. Por ejemplo, no estacionar al sol, sino que buscar un lugar fresco, especialmente en estos días. Y usar parasoles si es posible.

En caso de que haya mucha temperatura en el interior, si recorre unas cuantas cuadras con las ventanillas bajas, para que se ventile.

Por otro lado, estar fresco mientras se conduce es importante para la salud. Según ATM seguros, “Durante la ola de calor, las altas temperaturas también influyen en la conducción segura, ya que con temperaturas superiores a los 35°, y las reacciones de un conductor al volante son un 20% más lentas, lo que equivale a conducir con 0,5 gramos de alcohol en sangre”.

Por eso es importante planificar el viaje, evitar los momentos más calurosos del día, salir temprano por la mañana o esperar hasta la tarde para evitar las horas pico de calor; revisar el sistema de refrigeración, hidratarse, evitar las bebidas con alto contenido de cafeína, y ropa adecuada.

Otros métodos para ahorrar combustible

Además del aire acondicionado, hay otras formas de conducción que permiten ahorrar combustible y que también hacen el viaje más eficiente. Una de ellas es el uso del sistema start/stop, que tienen muchos vehículos. El mismo lo que hace es apagar y encender el motor automáticamente cuando se detiene, por ejemplo, en un semáforo, ayudando a ahorrar combustible y a reducir emisiones de CO2.

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El funcionamiento es, en los autos manuales, cuando el conductor pisa el embrague y el freno, se detiene el auto. Para encender la marcha nuevamente, se debe pisar el embrague y se enciende. En caso de que el vehículo sea automático, solo se activa al pisar el freno, apagando el motor, y para arrancar nuevamente, solo es necesario levantar el pie del pedal del freno.

En caso de querer desactivar este sistema Start/Stop, los autos traen un botón para hacerlo y dejarlo fuera de servicio. Dependiendo del modelo, la disminución en el consumo puede variar entre un 8% y un 15%. Si hablamos de la reducción de las emisiones, el porcentaje de bajada es de hasta un 5%.

Otra opción para combinar y ahorrar es el modo Eco, que busca reducir el consumo de combustible a cambio de bajar la potencia y capacidad de respuesta de un auto o camioneta.

En general, lo que hace es restringir el rendimiento del motor y la transmisión para brindarle una mejor economía de combustible. Esto significa que cuando pisa el acelerador, el vehículo no hará todo lo que esté a su alcance para ir lo más rápido posible. En cambio, hará todo lo que el fabricante le permitió hacer al instalar el modo Eco.

Otra modificación que hace el vehículo es que, con este modo activado, los cambios de marcha se realizan a un menor número de vueltas en el caso de los que tienen caja automática, mientras que también reduce la actividad de la climatización, que funciona de forma más suave. En el caso de los autos manuales, es una flecha en el tablero la que indica cuando hay que pasar el cambio para no exigirlo en vueltas.

El uso del modo Eco se puede usar en cualquier momento en búsqueda del ahorro de combustible, sin embargo, donde es más eficiente es en ciudad. Dado que afecta el rendimiento del auto no es recomendable en situaciones de adelantamiento, cuando se podría necesitar un rendimiento adicional. Esto significa que en rutas y autopistas se debería evitar, mientras que en las ciudades se puede activar tranquilamente porque no es necesario acelerar tanto y hay mucho tráfico que se detiene y avanza.

En cualquier caso, se ayuda a reducir el consumo de combustible, aunque la forma de conducción será un elemento clave para acompañar el ahorro, y que sea un viaje más eficiente.