Nueva era industrial: la fabricación inteligente viene creciendo en Argentina
Cada vez más, se impulsa la tecnificación de las industrias para alcanzar a los consumidores una oferta atractiva, sin descuidar la calidad de los productos.
Un significativo crecimiento viene experimentando la industria de alimentos y bebidas tanto en Argentina como en otros países del Cono Sur. Cada vez más, se impulsa la tecnificación de las industrias para alcanzar a los consumidores una oferta atractiva, sin descuidar la calidad de los productos.
Todo ello englobado en la denominada “fabricación inteligente” que ayuda a mejorar el rendimiento, la productividad y la eficiencia en las operaciones de alimentos y bebidas, permitiendo una infraestructura de red segura, una mayor conectividad en la industria y el acceso a información útil, tanto para el negocio como de cara al consumidor final.
Así, Argentina, lidera el grupo de países más modernizados con tecnología en esta industria; principalmente por la aplicación de estándares globales y locales que les permiten un crecimiento que abre un abanico de posibilidades comerciales de alta rentabilidad y satisfacción del consumidor final.
Sin embargo, más allá de los avances aún quedan desafíos por delante.
Nueva era
“En un mundo perfecto, todas las plantas de alimentos y bebidas estarían equipadas con máquinas inteligentes y protección suficiente”, informó Marcelo Sereno, gerente de industria de alimentos y bebidas para Latinoamérica, Rockwell Automation
Y agregó: “Pero en la realidad, las compañías aún trabajan para construir y mantener instalaciones más seguras. Los operadores siguen utilizando las máquinas en forma manual y trabajan con equipos semiautomáticos” .
Al mismo tiempo, junto con la necesidad de alimentar a la creciente población, se reconoce el impacto que los aumentos necesarios en la producción tienen sobre el medioambiente.
La mayor concentración y el crecimiento elevado de la población provocan un aumento en el consumo de energía necesario para impulsar la producción, un aumento de los desechos en los vertederos y el agotamiento de los recursos naturales.
En este escenario, los fabricantes tienen la responsabilidad de equilibrar la necesidad de satisfacer la demanda creciente con operaciones seguras y sustentables al costo más bajo posible.
“La mayoría de los fabricantes está empezando a hacer algún tipo de seguimiento del consumo de energía, ya sea a nivel del sitio o en líneas de producción específicas. Mediante el monitoreo del consumo, estas empresas pueden realizar cambios en las operaciones para reducir el consumo de energía y los costos”, sumó Sereno.
