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Alarmante

Microplásticos: comemos (¡y bebemos!) el equivalente a una tarjeta de crédito por semana

Así lo alertó un nuevo estudio de la Universidad de Medicina de Viena. Por día ingerimos hasta un total de cinco gramos a las semana.

Ya sabemos que el plástico no es biodegradable, tarda entre 100 y 1.000 años en descomponerse hasta quedar reducido a piezas milimétricas (microlásticos) que entran en la cadena alimentaria y, al final, en nuestro cuerpo.

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Comemos (¡y bebemos!) el equivalente a una tarjeta de crédito por semana.

Sí, así lo alertaron científicos de la Universidad de Medicina de Viena, en base a un informe publicado en la revista Exposure & Health: comemos (¡y bebemos!) el equivalente a una tarjeta de crédito por semana.

Los microplásticos entran en el tracto gastrointestinal a través de la comida y la bebida consisten en micro y nanoplásticos, que suponen especialmente un riesgo para la salud de las personas con enfermedades crónicas, como la diabetes, la obesidad o la hepatitis.

En el estudio «Desperdiciar o no desperdiciar: cuestionar los riesgos para la salud de los microplásticos y nanoplásticos con un enfoque en la ingestión y la carcinogenicidad», Lukas Kenner, investigador de MedUni y del Hospital General de Viena, detalló que un intestino sano es capaz de hacer frente a este riesgo, mientras que las personas con enfermedades crónicas o distrés son «susceptibles a los efectos nocivos» de estos plásticos.

Alerta para el organismo

En la investigación, que se centra en el impacto de las micro y nanopartículas en el sistema digestivo, también indican que ingerir estos plásticos podría activar mecanismos implicados en las respuestas inflamatorias e inmunitarias e, incluso, podría estar detrás de la aparición del cáncer.

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Cabe destacar que los nanoplásticos se definen como los que tienen un tamaño inferior a 0,001 milímetros; los microplásticos, de 0,001 a cinco milímetros, que siguen siendo parcialmente visibles a simple vista.

Los investigadores sostienen que al beber de 1,5 a dos litros de agua al día de botellas de plástico se ingieren unas 90.000 partículas de ese material al año.

«En particular, los nanoplásticos están asociados con procesos bioquímicos que están involucrados de manera crucial en el proceso por el cual las células normales se transforman en células cancerígenas», detallaron en el estudio citado por al agencia de noticias DW.

Estas partículas entran en la cadena alimentaria a partir de los alimentos o el consumo de bebidas, pero también por los residuos de los envases. Así, los investigadores sostienen que al beber de 1,5 a dos litros de agua al día de botellas de plástico se ingieren unas 90.000 partículas de ese material al año, mientras que al hacerlo del agua del grifo esta cifra disminuye a 40.000.

Los nanoplásticos se definen como los que tienen un tamaño inferior a 0,001 milímetros; los microplásticos, de 0,001 a cinco milímetros.

«El ser humano ha introducido una cantidad masiva de plástico en los entornos atmosférico, terrestre y acuático, lo que hace que los desechos plásticos sean tan ubicuos que incluso contribuirán a un rastro fósil identificable para las generaciones venideras», subrayaron.

Además del impacto en los ecosistemas, el estudio pone el foco en las consecuencias «completamente inexploradas» para la salud humana.

«Se necesita con urgencia una investigación más detallada sobre cómo estos plásticos afectan al cuerpo humano: si pueden transformar las células e inducir la carcinogénesis y de qué manera, particularmente ante el aumento exponencial de la producción de plástico no degradable», concluyeron los investigadores.

También en sangre

Además de ingerir plásticos, otro grupo de científicos descubrieron por primera vez la presencia de microplásticos en la sangre humana. El estudio se publicó en la revista Environment International y detalla la presencia de partículas de polímeros en el torrente sanguíneo, según informa The Guardian.

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Analizaron 22 muestras de personas adultas y así los científicos encontraron rastros de PET, poliestireno y polietileno.

¿Cómo se dieron cuenta? Analizaron 22 muestras de personas adultas y así los científicos encontraron rastros de PET, poliestireno y polietileno en la sangre de 17 de ellas. A su vez, en algunos participantes se detectaron hasta tres tipos de microplástico en su organismo.

El estudio consideró cinco polímeros de alto volumen de producción: polipropileno, estireno polimerizado, polietileno, polimetacrilato de metilo y tereftalato de polietileno.

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Fecha de publicación: 25/03, 6:07 pm