La Unión Europea reveló cuál es el problema detrás de la producción de hidrógeno
Esta realidad ha impulsado a numerosos países a adoptar su utilización, aunque también plantea desafíos significativos.
El hidrógeno emerge como la fuente de energía renovable más prometedora en la actualidad, no solo por sus beneficios ambientales, sino también por su abundancia y accesibilidad, convirtiéndolo en un combustible sustentable y sostenible. Esta realidad ha impulsado a numerosos países a adoptar su utilización, aunque también plantea desafíos significativos.
La Unión Europea enfrenta una encrucijada, ya que actualmente no puede generar su propio suministro de hidrógeno verde, dependiendo en gran medida de otras naciones. Esta interdependencia implica recurrir a países que, en muchos casos, carecen de las capacidades necesarias para satisfacer completamente la creciente demanda europea de hidrógeno verde.
La situación destaca la urgencia de fortalecer las capacidades internas de la Unión Europea en la producción de hidrógeno verde. Este impulso no solo busca asegurar un suministro más autónomo, sino también fomentar la autosuficiencia y la sostenibilidad en la transición hacia fuentes de combustible más limpias. El objetivo es reducir drásticamente las emisiones de dióxido de carbono.
Recientemente, Transport & Environment (T&E) llevó a cabo un estudio que aborda estos desafíos, evaluando el riesgo al que se enfrenta la Unión Europea al depender de exportaciones masivas para acceder al hidrógeno verde, especialmente cuando proviene de seis países en particular.
Es fundamental reconocer que la Unión Europea enfrenta una elevada demanda de combustible y energía, lo que la impulsa a recurrir a naciones externas para cubrir sus extensos gastos y reducir la dependencia de gas natural. Sin embargo, resulta alarmante que apenas el 1% de la producción anterior de H2 haya recibido financiamiento.
Frente a este desafío, es imperativo que Europa emprenda un proyecto para establecer su propio suministro de hidrógeno verde, ya que los posibles proveedores carecen de las condiciones ideales para su producción, lo que podría tener consecuencias negativas para la Unión Europea.
Este escenario resalta una preocupación crucial sobre la sostenibilidad ambiental en relación con el suministro de hidrógeno verde. Existe la posibilidad de que las prácticas utilizadas no sean respetuosas con el medio ambiente y no contribuyan a la lucha contra la crisis climática. Además, se prevé que los países proveedores enfrenten dificultades para mantener una producción significativa de hidrógeno verde.
Países potenciales proveedores de hidrógeno verde
El estudio mencionado identifica a Noruega, Chile, Egipto, Marruecos, Namibia y Omán como posibles proveedores de hidrógeno verde para Europa. Se estima que un modesto 25% de las 10 millones de toneladas proyectadas provendrán de importaciones, cifra notablemente inferior a las expectativas.
Geert Decock, gerente de electricidad y energía de T&E, advierte sobre los riesgos de depender de la fabricación de hidrógeno en otros países: “Con los políticos europeos viajando por todo el mundo para asegurar acuerdos de hidrógeno, este es un golpe de realidad muy necesario. La mayoría de los países en los que Europa confía para las importaciones no están preparados para aumentar la producción”.
Uno de los riesgos principales es la falta de recursos hídricos en estos países, además de la insuficiente capacidad de producción para satisfacer las demandas de la Unión Europea, como es el caso de Omán. A excepción de Noruega, el resto de los países depende en gran medida de combustibles fósiles, lo cual se busca evitar de manera estricta.