La estrategia del Grupo Eurnekian para evitar el uso de plástico en todos los aeropuertos del país
La operadora de las principales terminales aéras de la Argentina lleva adelante un plan para reemplazar el uso de este material considerado uno de los principales “enemigos” del medio ambiente.
El plástico es uno de los principales “enemigos” del medio ambiente por su devastador efecto en el entorno y por su persistencia en el tiempo. La mayoría de los plásticos no desaparecen, se fotodegradan lentamente al punto que una simple botella puede tardar hasta 500 años en descomponerse, acumulándose en vertederos y paisajes naturales durante siglos.

Datos recolectados de varios informes especiales dan cuenta que 19 millones de toneladas entran a los océanos todos los años; que este material indestructible jamás se biodegrada sino que permanece afectando el ambiente y la salud humana, además de que solamente el 9% de los residuos plásticos se reciclan.
Esta permanencia amenaza a los océanos y fauna ya que se estima que millones de toneladas de plástico acaban en los océanos cada año poniendo en peligro a aves, tortugas, peces que a menudo ingieren estos residuos al confundirlos con alimento o mueren atrapados en ellos.
Los expertos explican que con el tiempo, el plástico se fragmenta en partículas menores a 5mm (microplásticos) que se transforman en contaminantes invisibles que, a su vez, se infiltran en la cadena alimentaria, el agua potable e incluso el aire que se respira.
Además y dado que el 99% de los plásticos provienen de combustibles fósiles, su producción y disposición final emite grandes cantidades de gases de efecto invernadero, contribuyendo directamente al calentamiento global.
Una montaña de residuos
Un ejemplo es lo que sucede en la industria aerocomercial que tiene una relación compleja y paradójica con el plástico.
Mientras que la percepción pública se centra legítimamente en la montaña de residuos generados por el servicio a bordo, existe una realidad técnica paralela que es que el plástico (en forma de polímeros avanzados) es una de las herramientas más eficaces para reducir la huella de carbono de los vuelos.
De hecho, en el sector se habla de que cada kilogramo que se elimina de un avión se traduce directamente en ahorro de combustible y, por ende, en menos emisiones de CO2.
En este sentido, los aviones modernos, como el Boeing 787 Dreamliner o el Airbus A350, están fabricados en más de un 50% por plásticos reforzados con fibra de carbono, lo que los convierte en más ligeros que el aluminio, no se corroen y permiten formas aerodinámicas más eficientes.
A esto se suma que los asientos, paneles de techo, compartimentos de equipaje y conductos de aire están hechos de termoplásticos ligeros que reducen el peso operativo de la aeronave en toneladas.
Por eso, se estima que el uso de materiales plásticos avanzados permitió reducir el consumo de combustible global de la aviación en un porcentaje significativo en las últimas dos décadas.

Sin embargo, todavía un vuelo de larga distancia sigue generando una cantidad exorbitante de residuos, gran parte de ellos plásticos de un solo uso, además de que la experiencia del pasajero ha estado históricamente envuelta en plástico si se tiene en cuenta el uso de vasos, cubiertos, envoltorios individuales para mantas, auriculares y almohadas.
Cambios en la industria
Según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), la industria genera más de seis millones de toneladas de residuos de cabina al año por lo cual muchos países clasifican los residuos de vuelos internacionales como «residuos de riesgo biológico» para prevenir la entrada de enfermedades agrícolas o plagas.
Esto obliga a las aerolíneas a incinerar o enviar a vertederos todo el residuo de cabina, incluso si son botellas de plástico PET perfectamente reciclables, impidiendo la economía circular.
En la actualidad, la presión de los consumidores y los objetivos de sostenibilidad (Net Zero 2050) están forzando cambios rápidos para el uso de este producto en la industria de la aeronavegación.
Varias aerolíneas líderes están reemplazando cubiertos de plástico por bambú, madera de abedul o materiales compostables y hasta ya se organizan vuelos «Zero-Waste», es decir, sin plásticos de un solo uso, donde el agua se sirve en envases de cartón o se anima a los pasajeros a traer sus propias botellas reutilizables.
Sin embargo, en el sector se advierte que plástico en la aviación no va a desaparecer ya uqe su rol en el aligeramiento de las aeronaves es vital para la eficiencia energética.
Por eso se asegura que el desafío de la industria para la próxima década es doble y con el objetivo de eliminar radicalmente los plásticos de un solo uso en la cabina (servicio al pasajero) y desarrollar tecnologías para reciclar eficientemente los polímeros estructurales de los aviones al final de su vida útil.
Plan a largo plazo
A partir de esta realidad, Aeropuertos Argentina (AA) tomó la decisión de iniciar el camino a la desplastificación del ecosistema aeroportuario. Se trata de la sociedad que a su vez es propiedad de la Corporación América Airports que comanda el empresario Eduardo Eurnekian.
La empresa nació en 1998 como AA2000 con el objetivo de desarrollar y operar terminales aéreas en el país, constituyéndose en uno de los mayores administradores privados del mundo con 35 aeropuertos en operación.
En la actualidad, cuenta con más de 2700 empleados y forma parte de un grupo empresario que, además, opera y administra 53 aeropuertos en seis países que, además de la Argentina, incluye a Armenia, Brasil, Ecuador, Italia y Uruguay.
Sus ejecutivos crearon el programa “Destino Plástico Cero” con el objetivo de iniciar el camino a la desplastificación al estilo de varias terminales aéreas que ya llevan adelante una política similar como los de Los Ángeles, San Francisco y Praga, entre otros.

En el caso de Aeropuertos Argentina, el proceso también abarca a los locales gastronómicos y retailers, las operaciones internas, aerolíneas, salas VIP y cargas.
Hasta ahora, el programa logró una reducción del 28% de la huella plástica en las áreas de comida y de comercios en un contexto global donde la gestión de residuos y el cuidado del medio ambiente se volvieron prioridades ineludibles.
De ese modo, Aeropuertos Argentina avanza hacia el objetivo de eliminar de manera definitiva los plásticos de un solo uso en las terminales aéreas de todo el país, teniendo en cuenta que la industria aerocomercial es, históricamente, una gran generadora de residuos debido al alto tránsito de pasajeros y los servicios de gastronomía.
Transformar la experiencia
En uno de sus últimos informes enviado a la Comisión Nacional de Valores (CNV) para reportar sus estados financieros, la compañía explicó que “ha decidido transformar la experiencia del pasajero integrando la sustentabilidad en el día a día del aeropuerto”.
También se asegura que el programa no es una medida aislada, sino parte de una estrategia integral de sustentabilidad que se apoya en acuerdos colaborativos con los locales comerciales y gastronómicos que operan dentro de los aeropuertos.
Entre las principales acciones implementadas se destacan la eliminación de sorbetes y revolvedores para reemplazarlos por alternativas biodegradables, de madera o eliminándolos por completo cuando no son necesarios.
También se incentiva el reemplazo de vasos, platos y cubiertos de plástico descartable por materiales compostables, cartón certificado o vajilla reutilizable.
Del mismo modo, se fomenta el uso de bolsas de papel o materiales reutilizables en los duty free y tiendas comerciales, desalentando el uso de polietileno tradicional.
“La reducción del plástico se complementa con estaciones de reciclaje visibles para que los pasajeros puedan separar sus residuos correctamente, facilitando el reciclaje de lo que no se puede evitar”, detalla el informe.
Para los ejecutivos de la empresa del Grupo Eurnekian el éxito de «Destino Plástico Cero» radica en la educación y el compromiso compartido.
“No solo implica un cambio en la logística de los proveedores, sino también en la cultura del viajero. A través de señalética y campañas de comunicación en las terminales, se invita al pasajero a ser parte de la solución, eligiendo opciones más verdes y disponiendo sus residuos responsablemente”, se destaca en el reporte.
La iniciativa se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, específicamente con los de Producción y Consumo Responsables (ODS 12) y Acción por el Clima (ODS 13).
Desde la empresa aseguran que, al reducir toneladas de plástico anuales que antes terminaban en rellenos sanitarios, Aeropuertos Argentina no solo mejora su gestión ambiental, sino que posiciona a las terminales nacionales -como Ezeiza y Aeroparque- a la vanguardia de las tendencias globales de infraestructura verde.
”El camino hacia la sustentabilidad es un vuelo sin escalas. Con ‘Destino Plástico Cero‘, los aeropuertos argentinos demuestran que es posible conectar personas y destinos sin comprometer el futuro del planeta”, concluye el documento.
Mejoras para personas con discapacidad
Por otra parte, Aeropuertos Argentina acaba de obtener nuevas certificaciones de accesibilidad otorgadas por ALPI, una organización sin fines de lucro especializada en rehabilitación de personas con discapacidad motriz y, a través de su certificación, reconoce a empresas que asumen un compromiso activo con la inclusión como parte de su política de Responsabilidad Social Empresaria.
Las distinciones abarcan los aeropuertos de Iguazú, Puerto Madryn, Río Hondo y para la Terminal de Cargas de Ezeiza (Aeropuertos Cargas) y fueron otorgadas luego de que la empresa implementó mejoras que aseguran instalaciones accesibles y adecuadas para personas con discapacidad y movilidad reducida.
Los certificados validan el cumplimiento de las Normas de Accesibilidad de Argentina, garantizando que todas las personas, incluyendo usuarios con movilidad reducida, adultos mayores y personas embarazadas, puedan desplazarse con autonomía dentro de las terminales.
En este proceso, Aeropuertos Argentina trabajó sobre las recomendaciones de Witison Smart Accessibility y ejecutó acciones de mejora que abarcan todo el recorrido del pasajero, desde el ingreso al aeropuerto hasta las salas de embarque.
“Con estas nuevas certificaciones, Aeropuertos Argentina alcanza un total de 10 terminales certificadas por ALPI, consolidando su compromiso con la inclusión, la accesibilidad universal y una experiencia aeroportuaria segura, cómoda y equitativa para todas las personas”, señalan desde la empresa.
Principales mejoras
En la Terminal de Cargas Ezeiza (Aeropuertos Cargas) se instalaron pisos podotáctiles y nuevas rampas; se readecuaron los sanitarios para personas con movilidad reducida y se colocaron botones de emergencia accesibles en sectores clave, además de mostradores adaptados para usuarios de silla de ruedas.
En el Aeropuerto de Iguazú existen ahora módulos de estacionamiento adaptados y con señalización renovada; nueva zona de detención transitoria frente a la terminal y solados podotáctiles en exterior e interior.
También se colocaron circuitos peatonales seguros desde el estacionamiento; se adaptaron los sanitarios, con accesorios y botón de emergencia y se instaló una mueva rampa reglamentaria para embarque en vuelos remotos.
En el Aeropuerto de Río Hondo, hay estacionamientos dedicados para PcD y PMR; camino seguro desde estacionamiento y transporte público con vados y podotáctil; cruces peatonales con advertencia podotáctil; zona de ascenso y descenso exclusiva para PcD.
También, mostradores de check-in adaptados con señalética correspondiente; baños PcD completos según normativa, con botón antipánico; circulaciones accesibles en sectores PSA y núcleos verticales y ascensores con señalética braille, alarma, botoneras accesibles y superficies antideslizantes.
A estas mejoras se suma una sala de embarque con asientos dedicados para PcD y PMR; toma de corriente accesible y estaciones de carga; mostradores de gate accesibles y área prioritaria de espera; garra gastronómica accesible y puente hacia manga con doble baranda.
Del mismo modo, se colocó señalética integral accesible y nuevo lactario para la comunidad aeroportuaria.
En el caso del Aeropuerto de Puerto Madryn, ahora posee nuevos mostradores de check-in completamente accesibles; rampa de acceso a plataforma con pendiente adecuada, podotáctiles y pasamanos; nueva rampa desde plataforma a arribos bajo estándares normativos; módulos de estacionamiento adaptados y señalizados y zona de detención transitoria frente a terminal.
Además, se instalaron circuitos peatonales seguros desde estacionamiento; adaptaciones completas en sanitarios (barrales, accesorios, botón de emergencia) y señalética accesible y prioritaria.














