La científica argentina que produce suplementos dietarios únicos con erizos de mar patagónicos
La empresa pionera en biotecnología acuícola nació en 2021 la ciudad de Puerto Madryn, en Chubut y revoluciona el mercado.
Un desarrollo argentino que combina ciencia e innovación permitió crear suplementos dietarios únicos basados en antioxidantes marinos extraídos de los erizos de mar patagónicos.
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Se llama Erisea S.A, y el proyecto nació en 2021 la ciudad de Puerto Madryn, en Chubut. Ahora es una empresa pionera en biotecnología acuícola que combina ciencia, salud y desarrollo sostenible. ¿Quién la fundó? La investigadora del CONICET, Tamara Rubilar junto a socios privados.
De la ciencia al impacto social
La historia de Erisea comenzó con un desafío personal. Tamara Rubilar, experta en biología marina, enfrentó una difícil situación familiar: su hijo sufría una enfermedad autoinmune que le provocaba alergias severas. Descontenta con las opciones farmacológicas disponibles, Rubilar investigó antioxidantes naturales y encontró una respuesta en pigmentos presentes en los erizos de mar de la Patagonia. Esta experiencia la llevó a desarrollar soluciones que hoy benefician a miles de personas.
“Cuando vi que con una formulación natural podía resolver un problema de salud complejo, supe que mi investigación debía servir a otros”, cuenta Rubilar, quien también es vicedirectora del Centro para el Estudio de Sistemas Marinos (CESIMAR) y docente de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, informó el CONICET en un comunicado de prensa.
Suplementos que marcan la diferencia
Bajo la marca Promarine, Erisea ha desarrollado suplementos como:
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- Echa Marine, enfocado en aliviar los síntomas del COVID-19 prolongado.
- Marine Epic, que fortalece el sistema inmunológico y promueve la longevidad celular.
- Marine Fusion, rico en omega-3, para la salud cerebral, ocular y cardiovascular.
- Marine Pulse, diseñado específicamente para prevenir enfermedades cardiovasculares.
Todos los productos están validados científicamente, aprobados por la ANMAT y cuentan con certificaciones internacionales.
Innovación y sostenibilidad
La clave de Erisea radica en el uso del erizo de mar Arbacia dufresnii, una especie autóctona de las aguas patagónicas. Gracias a técnicas de biotecnología, los antioxidantes se concentran en niveles hasta 500 veces mayores que en su entorno natural, permitiendo cosechas sostenibles cada dos meses sin afectar el ecosistema.
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En 2022, la empresa inauguró su planta de producción en el Parque Industrial Pesquero de Puerto Madryn, con tecnología de punta y protocolos de bienestar animal.
Desde Erisea informan que no habría sido posible sin la articulación entre ciencia y sector privado. Rubilar se unió a Mirabella SRL, una empresa local de acuicultura, para transformar décadas de investigación en un modelo de negocio exitoso. “Invertimos en este proyecto porque combina innovación, impacto social y sostenibilidad”, destaca Pedro Mateos, uno de los socios.
