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Profértil

El plan “4R” de la mayor productora de fertilizantes para darle más sustentabilidad a sus operaciones

La compañía avanza en la aplicación de una serie de medidas que le permitan incrementar su producción; potenciar el rendimiento de sus cultivos y preservar la prudencia financiera.

Los fertilizantes fueron aliados esenciales para la agricultura desde comienzos del siglo XX y su aplicación resulta esencial para conservar y proteger la salud de los suelos, la nutrición de las plantas y aumentar el rendimiento de los cultivos. 

La aplicación de fertilizantes resulta esencial para conservar y proteger la salud de los suelos

Actualmente, se estima que posibilitan la producción del 50% de los alimentos que se generan globalmente, según un informe de la Asociación Internacional de Fertilizantes (IFA), que también estima que para el 2050, el mundo necesitará producir un 50% más de alimentos para abastecer a una población que superará los 9.000 millones de habitantes. 

En el trabajo se advierte además que, aumentar la cantidad de tierra cultivable implicaría avanzar sobre zonas protegidas o nativas, impactando negativamente en la biodiversidad de los ecosistemas, por lo cual los fertilizantes resultan aliados indispensables para lograr este desafío mundial.

En Argentina, esos insumos cumplen un rol clave para impulsar cultivos estratégicos para la sostenibilidad agrícola, como el maíz, el trigo y la cebada

El más utilizado por estos cereales es la Urea granulada, que aporta el mayor porcentaje de nitrógeno, nutriente fundamental en el desarrollo de la biomasa aérea.

Cambio de control 

En el mercado local, en septiembre pasado se produjo un fuerte cambio de control en la mayor productora de fertilizantes del país, que modificó su composición accionaria con la salida de una multinacional y el ingreso de dos importantes grupos locales.

Se trata de Profértil, cuyo 50% del capital pasó de ser controlado por Nutrien a estar en poder de la dupla local Adecoagro y la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), en el marco de una operación valuada en u$s600 millones.

La mitad restante de Profertil es propiedad de la petrolera estatal YPF que, junto a sus nuevos socios, impulsa una estrategia comercial basada en incrementar su producción; potenciar el rendimiento de sus cultivos y preservar la prudencia financiera.

En la actualidad, la compañía fabrica y vende fertilizantes para cultivos agrícolas, siendo su mercado más importante el de la urea granulada que se utiliza para mejorar el rendimiento de los cultivos.

Posee un establecimiento en el puerto de Ingeniero White, en Bahía Blanca, y es la única con planta productora propia en el país, estratégicamente ubicada cerca de los principales gasoductos con una red de centros de distribución cercanos a las principales regiones agrícolas con facilidades logísticas de conexiones viales, ferroviarias y portuarias.

Profértil viene llevando a cabo desde hace un par de años un plan de negocios austero que le está permitiendo atravesar la coyuntura de la economía argentina.

Se estima que los fertilizantes posibilitan la producción del 50% de los alimentos que se generan globalmente

Suproducción anual es de 1.320.000 toneladas de urea granulada y 790.000 toneladas de amoníaco, además de comercializar otros fertilizantes y preparar mezclas especiales, con las que abastece aproximadamente al 50% del mercado local.

Adicionalmente, vende un aditivo de base ureica denominado Proaire que permite reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la combustión de motores diésel.

Energía renovable

Pero además, tiene en marcha una estrategia para mejorar su relación con el medio ambiente para los próximos años que su Directorio bautizó bajo la consigna de “nutrir la tierra de forma sostenible».

El plan se materializa mediante la producción y comercialización de productos y servicios que impulsen el rendimiento de los cultivos y aumenten la disponibilidad de alimentos, junto con un proceso de mejora constante de sus operaciones, la innovación, la sostenibilidad y la prudencia financiera en la toma de decisiones. 

El proceso se complementa con un fuerte cambio en la provisión de energía eléctrica, que ya alcanzó un suministro de origen renovable cercano al 100%, en línea con el convenio firmado con YPF Luz en 2023 y que espera mantener durante lo que resta de este año y el 2026.

El desafío es que la planta de Bahía Blanca, cubra toda su demanda eléctrica para producir urea y que, de ese modo, reduzca significativamente las emisiones de gases del efecto invernadero (GEI), con energías renovables provenientes de varios parques eólicos como Los Teros (Azul); Manantiales Behr (Chubut), y el futuro parque General Levalle (Córdoba).

El acuerdo con la subsidiaria “sustentable” de la petrolera estatal es a largo plazo ya que abarca los próximos 21 años para un tramo, y 10 para el otro y cubren la demanda eléctrica de la planta de urea granulada. 

En Profértil califican al convenio como “una colaboración clave para la transición energética del sector agroindustrial en Argentina, donde una empresa productora de insumos esenciales para el campo se abastece de energía limpia de otra empresa energética, maximizando la producción sostenible”.

El objetivo para los próximos años es seguir en este camino de descarbonización de su matriz energética y contribuir a la lucha contra el cambio climático, aspirando a llevar a 0 las emisiones de gases de efecto invernadero de alcance 2, es decir, aquellas vinculadas con la provisión de energía eléctrica. 

“Este hito no solo permitirá que Profertil sea una de las pocas empresas en el país con cero emisiones de alcance 2, sino que además nos colocará entre las empresas líderes que priorizan la transición hacia prácticas más sostenibles”, según explica Marcos Martín Sabelli, gerente General de Profértil.

El ejecutivo agrega que dicho convenio con YPFLuz le permite a la empresa que más del 90% de la energía eléctrica adquirida provenga de fuentes renovables. 

“En línea con lo mencionado, nuestras emisiones de gases de efecto invernadero vinculadas a la compra de energía se redujeron un 80% en comparación con el primer trimestre, reafirmando nuestro liderazgo en la evolución hacia una producción más sostenible”, agrega el ejecutivo.

Fertilizantes responsables 

Siguiendo estos lineamientos, la compañía utiliza lo que se conoce como “las mejores prácticas de manejo”, que toman en cuenta las fuentes correctas y las dosis adecuadas, basadas en herramientas de diagnóstico, y aplicadas en el momento oportuno y de forma apropiada. 

Para llevar a cabo este proceso, cuenta con una red de gerentes de territorio y analistas de I+D, distribuidos en las distintas zonas del país que analizan y aconsejan sobre el uso responsable de los fertilizantes, a partir de la promoción de buenas prácticas agrícolas.

Esto se lleva a cabo, mediante cuatro Requisitos del Manejo Responsable de Nutrientes (4R) que son fuente correcta; dosis correcta; momento correcto y lugar correcto; buscando optimizar el rendimiento del cultivo y la rentabilidad, minimizando el impacto ambiental mediante el uso eficiente de fertilizantes. 

El primero se vincula a elegir el fertilizante que contenga los nutrientes que el cultivo necesita, considerando el tipo de suelo y el cultivo específico.

El segundo a aplicar la cantidad justa de nutrientes, evitando excesos que contaminen o deficiencias que limiten el rendimiento, basándose en análisis de suelo y demanda del cultivo.

El tercero a utilizar los nutrientes cuando la planta más los requiere, coincidiendo con sus etapas fenológicas de mayor absorción, mientras que el cuarto se basa en colocar el fertilizante en una zona accesible para las raíces, optimizando su absorción y evitando pérdidas, como la escorrentía. 

“Aplicar estos principios asegura la sustentabilidad del sistema productivo y la rentabilidad económica, al tiempo que protege el medio ambiente”, argumenta Sabelli.

Privilegiar el uso responsable

A partir de ese postulado, desde Profértil se establecieron metas alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) incluidos en el Acuerdo de París como: 

  • Multiplicar por 10 las ventas de fertilizantes con eficiencia mejorada
  • Reducir 30% las emisiones alcance 1 y 2 de gases de efecto invernadero por tonelada de producto (urea)
  • Reducir 50% el efluente líquido y 30% el consumo específico de agua (m3 agua/t)
  • Reducir 10% el consumo específico de energía del proceso (electricidad y gas natural) por tonelada de Urea
  • Adquirir 100% de energía eléctrica proveniente de fuentes renovables

Otra de las metas alineada con los ODS de la ONU, es consolidar el uso de su producto eNeTotal Plus, que permite una mayor incorporación del nitrógeno a los cultivos, y reduce su pérdida por volatilización y la emisión de gases de efecto invernadero.

“Bajo el lema vida para nuestra tierra, estamos transitando una transformación que nos posiciona, dentro del sector agroindustrial, como una empresa sostenible, comprometida con la producción y el uso responsable de fertilizantes, para obtener más y mejores alimentos para una población mundial en constante crecimiento”, destaca un documento de Profértil enviado a la Comisión Nacional de Valores (CNV), para difundir los resultados financieros del período de nueve meses de este 2025.  

Durante ese periodo, la compañía registró una ganancia neta $85.822 millones, frente a una de $172.000 millones en el mismo lapso del 2024, evidenciando una caída de $86.178 millones por el efecto combinado de factores macroeconómicos, sumado a un menor efecto positivo del ajuste por inflación impositivo producto de la menor inflación de los primeros nueve meses del 2025 respecto del 2024.

Tecnologías verdes 

Más allá de este escenario negativo desde lo financiero, la empresa mantiene sus objetivos de profundizar su mirada sustentable mediante la búsqueda de fuentes alternativas de aprovisionamiento de agua para uso industrial; recuperación y reúso de los efluentes y aumento del consumo de energía eléctrica proveniente de fuentes renovables.

El plan también evalúa la adopción de tecnologías verdes para los procesos productivos; aumento de producción de fertilizantes de eficiencia mejorada (incluyendo el estudio de factibilidad del uso de nanotecnología) y la generación de alianzas con actores claves de la comunidad.

A esto se suma la adopción de alternativas tecnológicas para la producción de amoníaco a partir de hidrógeno verde, una de las fuentes de energía limpia más prometedoras, producido a partir de electrolizadores alimentados con energía eléctrica proveniente de fuentes renovables.

Se trata de un proyecto híbrido con YPF y Topsoe, que usará un electrolizador para generar este hidrógeno con energía renovable, combinándolo luego con nitrógeno del aire, pero alimentado con electricidad limpia.

La intención es producir amoníaco sostenible y reducir la dependencia del gas natural, transformando así su proceso tradicional hacia uno de bajas emisiones.

Asimismo, la empresa trabaja en el ajuste y la actualización de su huella de carbono, y en la evaluación de planes de acción para su disminución. 

Por caso, en el marco del proyecto en alianza con Compañía Mega, continúa con la compra del CO2 residual de su proceso que lo utiliza como materia prima para aumentar la producción de Urea.

En el plano de negocios, el mayor desafío para este año se centra en la realización de una parada de planta programada de 60 días para el último trimestre que le demandará erogaciones en torno a los u$s90 millones entre mano de obra y equipos.

Fecha de publicación: 12/12, 3:11 pm