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Vida marina

El océano se está quedando sin oxígeno y un país está en peligro

La costas de un país de Latinoamérica peligran ante la disminución de oxígeno. Qué son las "zonas muertas".

Los impactos del cambio climático en los océanos son a menudo difíciles de imaginar. Uno de los más preocupantes es la disminución del oxígeno en el agua, lo que representa una seria amenaza para la vida marina. En particular, un país latinoamericano está enfrentando consecuencias especialmente graves.

La principal causa de esta reducción de oxígeno es el exceso de nutrientes, como el nitrógeno y el fósforo, que provienen de diversas industrias. Estos compuestos alteran el equilibrio de los ecosistemas marinos, especialmente en las zonas costeras, dando lugar a lo que se conoce como «zonas muertas».

El Golfo de México está sufriendo la falta de oxígeno

Por qué el océano se está quedando sin oxígeno

En los últimos años, las zonas muertas en el Golfo de México siguieron expandiéndose sin control. Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), más de 1.6 millones de hectáreas de hábitat marino se transformaron en áreas con niveles de oxígeno casi nulos, lo que impide el desarrollo normal de la vida marina.

La principal causa de este fenómeno es la gran cantidad de contaminantes que cada año desembocan en el Golfo a través de ríos como el Mississippi. Esta escorrentía, rica en nutrientes como nitrógeno y fósforo, provoca un crecimiento desmedido de algas. Al descomponerse, estas algas consumen el oxígeno del agua, generando condiciones letales para muchas especies.

La causa de la falta de oxígeno es la gran cantidad de contaminantes

Cómo se forma esta zona muerta en México

La zona hipóxica del Golfo de México fue monitoreada por autoridades ambientales de Estados Unidos desde 1985. Aunque no es la única en el mundo, sí es la segunda más extensa. Si bien estas zonas pueden formarse de manera natural, lo alarmante es que, en este caso, su origen está ligado principalmente a la actividad humana.

El exceso de nutrientes que fluye hacia el Golfo a través de la cuenca del río Misisipi-Atchafalaya estimula un crecimiento desmedido de algas. Al morir, estas algas se hunden y se descomponen, consumiendo grandes cantidades de oxígeno en el proceso. El resultado es la hipoxia: niveles de oxígeno tan bajos que obligan a peces, camarones y otras especies marinas a abandonar la zona. 

Estudios demostraron que la exposición prolongada a estas aguas hipóxicas afecta la dieta de los peces, su crecimiento, reproducción, uso del hábitat e incluso la disponibilidad de especies de importancia comercial, como el camarón.

Fecha de publicación: 04/06, 6:33 am