El mayor productor de acero de la región destina u$s500 millones para mejorar su relación con el medio ambiente
La firma del grupo Techint lanza un plan para reducir las emisiones, manejo de efluentes y encarar una “ruta de descarbonización” durante los próximos años.
Una de las mayores siderúrgicas del mundo acaba de poner en marcha un millonario plan de inversiones que estará enfocado en la reducción de emisiones, manejo de efluentes y gestión de materiales.
Se trata de Ternium, empresa productora de aceros planos y largos, perteneciente al grupo Techint, que comanda Paolo Rocca y que integra a las siderúrgicas Hylsa e Imsa (México) y Siderar (Argentina).
Con una capacidad de producción anual de 10,8 millones de toneladas, es una de las líderes del mercado latinoamericano para la fabricación de acero y derivados a partir de procesos integrados que comienzan con la extracción de mineral de hierro en minas propias y mediante los cuales fabrica productos semi elaborados, planos, largos, conformados, tubos y perfiles.
Con 16.500 empleados, Ternium es el mayor productor de acero de la región, quinto del continente y primer exportador americano de productos terminados.
Bajo esos términos, acaba de anunciar un plan de u$s500 millones para el desarrollo de proyectos y tecnologías amigables con el medio ambiente para sus plantas ubicadas en Argentina, México y Brasil.
El plan
El anuncio lo hizo el CEO de la compañía, Máximo Vedoya, en una conferencia con inversores y analistas llevada a cabo el 24 de febrero pasado y durante la cual el ejecutivo aseguró que “el cuidado del medio ambiente es un aspecto clave de las operaciones de Ternium”.
En este marco, agregó que la empresa destinará los recursos a mejorar su huella medioambiental en una estrategia a implementarse en los próximos siete años.
Los proyectos estarán concentrados en la reducción de emisiones, manejo de efluentes y gestión de materiales, especialmente en las plantas de San Nicolás de los Arroyos, en Argentina; Nuevo León, en México; y Santa Cruz, en Brasil.
Entre los proyectos a realizar se encuentran: la modificación del Sistema de Aspiración Secundaria de Acería de San Nicolás de los Arroyos, Argentina; la construcción de domos y silos de materias primas en la Planta Guerrero en San Nicolás de los Garza, Nuevo León; y el baghouse –un dispositivo de filtrado y eliminación de partículas– de la planta de Sinter de Brasil.
En su último plan hasta 2019, la compañía invirtió u$s260 millones en proyectos relacionados con el medio ambiente y la eficiencia energética en todas sus instalaciones. El nuevo plan de inversiones ambientales se suma al anuncio de su Ruta de Descarbonización, una iniciativa con la que prevé disminuir en 20% sus emisiones específicas de CO2 para el 2030.
Según la compañía, este plan estará acompañado de una agenda de inversiones en proyectos y tecnologías amigables con el medio ambiente.
“El cambio climático fue una parte clave de las discusiones del Consejo de Administración, ya que llevamos tiempo trabajando en un plan para reducir las emisiones de CO2”, dijo Vedoya, al explicar la iniciativa en conferencia con analistas e inversionistas del 24 de febrero pasado.
“El resultado de este trabajo es nuestra primera Hoja de Ruta hacia la Descarbonización, con un objetivo a mediano plazo de una reducción del 20% de las emisiones de CO2 por tonelada de acero producida para 2030”, agregó el ejecutivo.
De acuerdo a los datos presentados por Ternium, el avance en la ruta de descarbonización incluirá proyectos para:
1)Aumentar la participación de fuentes de energía renovable.
2) Incrementar el uso de chatarra en el mix metálico.
3) Ampliar la capacidad de captura de carbono en las instalaciones de reducción directa en México.
4) Sustituir parcialmente el carbón mineral por carbón vegetal en las operaciones de Brasil y Argentina.
6) Priorizar las tecnologías de fabricación de acero con menos emisiones específicas.
La compañía también seguirá analizando y desarrollando medidas para descarbonizar sus operaciones más allá de 2030, basadas en la disponibilidad de materias primas, la infraestructura necesaria y las regulaciones de las autoridades.
“Para gestionar mejor estos temas, pusimos en marcha una reorganización del área de Medio Ambiente de Ternium, con dos estructuras distintas, una para abordar con decisiones ambientales estratégicas a largo plazo y otro para supervisar los problemas ambientales del día a día”, puntualizó Vedoya.
Además, el Consejo de Administración de Ternium designó un representante para supervisar trimestralmente la estrategia frente al cambio climático.
“La neutralidad de carbono es un objetivo que solo se puede lograr si todas las partes de la sociedad trabajan juntas. Creo que en los próximos años habrá aún más cosas que podremos hacer para mejorar nuestra huella de carbono”, concluyó Vedoya.