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El coronavirus ya afecta la vida de las empresas y los sectores más importantes de la economía argentina

El mayor impacto se siente en la exportación de carne y el precio del petróleo. Las firmas locales también deben aplicar medidas de protección

Si bien no se han registrado todavía casos concretos de coronavirus, las mayores consecuencias que sufrirá la Argentina por causa del virus serán más económicas que vinculadas con posibles contagios o muertes por causa de este virus.

En este marco, los primeros efectos comenzaron a evidenciarse en el comportamiento de algunos de los principales sectores de la economía como el agropecuario y el petrolero, entre otros, que comenzaron a sufrir las consecuencias de esta pandemia.

Pero también en el día a día de las empresas ya se observa un comportamiento diferente con el objetivo puesto en prevenir un posible contagio entre sus empleados.

Muchas compañías ya activaron protocolos contra el virus profundizando las campañas de difusión e información, aplicando restricciones a los viajes al exterior de sus ejecutivos, fomentando del teletrabajo y encarando planes de monitorización sanitaria continua del personal.

La que más se ha sentido es la prohibición total de los viajes internacionales, en especial a los países donde ya se informaron muertes y se detectaron contagios que son muchos, teniendo en cuenta datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) según los cuales hay ya 33 países que han notificado casos del llamado Covid-19. Pero entre ellos está Brasil, el más cercano a las fronteras de la Argentina.

En este marco, las más activas son las empresas de origen asiático o con vínculos comerciales con Asia, más precisamente con China o las zonas de esa región donde ya se registraron casos. También en filiales locales de multinacionales con sede en otros países europeos donde el virus ha traspasado las fronteras, como España e Italia.

Empresas, en alerta

Por caso, la china Huawei le toma la temperatura a sus empleados todos los días en la mesa de entrada, distribuye una gran cantidad de alcohol en gel en los despachos e instala afiches con la información del virus y de la enfermedad.

En el caso de que alguno de sus empleados presente un cuadro gripal o temperatura cercana a los 38 grados, se lo deriva a una sala especial en la cual se le practican otros estudios médicos más minuciosos.

La compañía también obliga a quienes hayan viajado a China a permanecer dos semanas en sus domicilios antes de regresar a las tareas habituales en la filial local.

Otro caso es el de la automotriz japonesa Toyota, que prohibió los viajes de sus ejecutivos a cualquier destino asiático, al igual que Fiat, que recomienda al personal local evitar viajes intrarregionales o a Europa. 

También firmas y bancos españoles están adoptando medidas de igual tipo, como son los casos de banco Santander y la distribuidora de gas Naturgy (ex Gas Ban) que cancelaron los viajes de sus empleados con origen o destino a los países que ya han informado muertes o casos de contagio. Es decir, a Italia, China, Japón, Irán, Corea del Sur y Singapur.

Además, actualizan a su personal todos los días la información relevante sobre el virus, explicando que las máscaras o barbijos solo deberán usarse si se tiene tos o estornudos o si se atiende a alguien sospechoso de infección por coronavirus.

Por su parte, en Telefónica-Movistar se crearon comités de seguimiento de la situación y se envían correos electrónicos a sus trabajadores con consejos e indicaciones sobre las precauciones a tomar, especialmente a la hora de realizar viajes.

Una medida similar se estableció en Enel Argentina, donde quedaron además suspendidos todos los viajes internacionales. El grupo italiano propietario de la distribuidora energética Edesur creó un task force para el seguimiento local del virus y también empezó a aplicar las mismas medidas de prevención que su casa matriz.

Otra multinacional que aplica las acciones que ya están se llevando a cabo en otros países más cercanos al virus es la anglo holandesa Unilever.

En sus oficinas ya distribuye un protocolo de actuación para el coronavirus. Más que nada porque un empleado de esta compañía en la ciudad italiana de Casalpusterlengo (a menos de una hora de Milán) fue detectado como el ‘paciente uno’ del coronavirus en ese país.

En cuanto a los sectores económicos más afectados, el impacto comenzó a manifestarse en el precio y  exportaciones de materias primas agropecuarias, como la soja y sobre todo, las carnes.

Relaciones internacionales

Datos no menores si se tiene en cuenta que China, donde se originó la pandemia del coronavirus, representa el 14,29% de todo el intercambio comercial argentino, siendo el segundo mercado mundial en importancia después de Brasil.

De hecho, desplazó a Estados Unidos y a toda la Unión Europea en los puestos de vanguardia, más que nada a partir de las exportaciones de carne, precisamente uno de los más impactados en la economía por la fuerte caída de la demanda que está generando la propagación del virus.

Es que el fuerte aumento de la demanda proveniente de esa nación asiática que se dio el año pasado generó un gran estímulo en la producción para los frigoríficos locales que ahora comenzaron a sufrir los efectos del freno de los pedidos y en algunos casos hasta han tenido que reducir producción y recortar horarios de trabajo.

En este sentido, un informe de Abeceb.com, da cuenta de que si bien este sector sigue mostrando variaciones positivas en términos interanuales debido al gran crecimiento acumulado en el 2019, las exportaciones de “carne y sus preparados” cayeron ya en enero un 33,4% en dólares respecto a su valor de diciembre.

“Esto se explica por las menores ventas a China, que representan el 75% de las exportaciones y porque los puertos de ese país se cerraron haciendo que los envíos se paralizaran por completo”, asegura la consultora fundada por el ex ministro de Producción durante el anterior gobierno, Dante Sica.

Este escenario dejó a los frigoríficos con un elevado stock de mercadería que, en  todo caso deberá volcarse al mercado interno, tal como desde algunas áreas del Gobierno comienzan a impulsar como una alternativa para fomentar una mayor demanda y mantener los precios sin subas.

Los funcionarios que miran el coronavirus como una oportunidad para sumar otro ingrediente a la fórmula local para reactivar la economía sostienen que los restaurantes y los supermercados en China reducirán cada vez más las compras de carne argentina que, por lo menos, caerá un 30% en los próximos meses.

Esto, argumentan, determinará que habrá más carne para los consumidores locales, lo cual ayudará a reducir la inflación que a fin de año debería ubicarse en torno al 35%.

En el caso del documento de Abeceb, también aclara que las ventas a ya venían mostrando algunas complicaciones previas al problema de coronavirus. “Desde finales del año pasado, el gobierno chino ha intervenido para frenar el aumento de precios habilitando importaciones de carne de búfalo y descongelando stocks de carne porcina para forzar una baja en los valores”, recuerda el informe.

Esto ya había generado un proceso de renegociación de precios de algunas de sus importaciones, afectando incluso envíos ya pactados.

En este sentido, Javier Cao, responsable de Inteligencia Sectorial de Abeceb, hace hincapié en el plazo que dure la enfermedad. “El efecto llevará a una desaceleración del crecimiento a nivel mundial, aunque todavía es muy prematuro para evaluar un impacto”, señala.

Agrega que si se encuentra una rápida solución y el virus es contenido, gran parte de la caída del PBi chino del primer trimestre podría ser compensada con una recuperación rápida. Pero si la epidemia espiraliza y afecta en gran medida a otros países, el efecto será mucho mayor.

Pero además de la carne, otras exportaciones a China corren riesgo de ser afectadas. En especial la de otros commodities que también sufrirán una caída en sus precios que afectará a la economía local. Una reducción de precios que se originará por  una menor demanda y por las dificultades para exportar.

Y como dato adicional, habrá problemas para aquellas empresas que tienen en China a uno de sus principales proveedores de insumos que, con los puertos cerrados, dejaron de llegar al país obligando a esas compañías a buscar nuevos mercados para abastecerse.

Impacto local

Si bien se trata de un impacto global, en el país ya se notan las complicaciones en las importaciones teniendo en cuenta que China representa un 19% de las importaciones.

Dado su composición, los mayores inconvenientes podrían estar en los electrodomésticos y algunos segmentos de la metalmecánica, y en menor medida en el rubro químico. 

Adicionalmente, algunas compañías textiles han marcado que los retrasos en la importación de telas las han llevado a tener que reemplazar importaciones por proveedores locales.

En el caso de los commodities, el impacto sobre los granos se dará sobre las cotizaciones aunque de manera diversa. Por caso, la soja ya refleja una merma considerable del 5,1% entre los valores de cierre del 2019 y los actuales.

Los precios del maíz y el trigo, por su parte, perdieron un 3,6%, principalmente por la caída de los últimos días.

“En todos los casos el impacto es difícil de aislar dado que es compensado por la tendencia alcista que mostraban muchos de estos commodities previo al virus”, asegura el experto de Abeceb.com.

En este marco, estima que los precios podrían retroceder en las próximas semanas, lo que terminaría derivando en menores valores para la cosecha 2019/20.

Siguiendo este razonamiento, Cao entiende que también habrá un impacto local a nivel productivo y en términos de divisas y de rentabilidad del sector agrícola.

Un detalle no menor si se tiene en cuenta que el sector ya viene golpeado por el último aumento de derechos de exportación a lo cual habrá que sumarle una supuesta suba de las retenciones que en los próximos días anunciará el presidente Alberto Fernández. Un cúmulo de medidas y efectos que minarán la rentabilidad de los productores.

Otros dos sectores que podrían sufrir los efectos del coronavirus serán los de petróleo y minería, a  través de una baja significativa en el precio de los commodities energéticos y los minerales industriales.

Según Abeceb.com, la cotización del barril de Brent se desplomó un 23% desde el valor observado el 31 de diciembre, en tanto el precio del mineral de cobre se contrajo un 9% en el mismo período.

En el caso del petróleo, la actividad ya se encuentra  en suspenso a la espera de novedades sobre una potencial ley de incentivos.

Para Abeceb.com, también habrá problemas en la  industria siderúrgica, en la que China es tanto el principal demandante como oferente. “Las perspectivas han empeorado dado que la oferta del país asiático no se ha frenado al ritmo que los sectores demandantes de acero, lo que ha llevado a un aumento de más de 30% en los stocks de acero chino”, destaca el informe.

Esta situación implicará una presión bajista sobre el precio mientras dure el brote de coronavirus, con un potencial efecto de mediano plazo si comienzan a liquidarse los stocks.

De acuerdo a la consultora, el impacto dependerá de la duración de la epidemia y de la reacción de los fabricantes chinos, que ya comienzan a evaluar mayores recortes de producción. A nivel local, los problemas se darán fundamentalmente vía precios y a través de la menor demanda de exportaciones.

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Fecha de publicación: 28/02, 3:12 pm