El Banco Mundial invirtió una millonada de dólares en energías fósiles desde el Acuerdo de París: cuál es el caso más emblemático
“Cada vez que invierten en un proyecto de energía fósil, eso contribuye a la catástrofe climática”, dijo a AFP Sophie Richmond de The Big Shift.
En el año 2015, líderes mundiales firmaron el Acuerdo de Paris con el objetivo de limitar el crecimiento de la temperatura global a 1.5ºC para finales de siglo. Para ello una de las claves era impulsar la descarbonización. A partir de ese compromiso, el Banco Mundial ha financiado con USD 14.800 millones a proyectos y políticas de combustibles fósiles, según un nuevo informe publicado por The Big Shift, que es un grupo de más de 50 ONG ambientales.
Además, el Banco Mundial se comprometió en 2017 a dejar de financiar extracción y producciones de petróleo y gas a partir de 2019. “Cada vez que el Banco Mundial invierte en un nuevo proyecto de energía fósil, eso contribuye a la catástrofe climática”, dijo a AFP Sophie Richmond de The Big Shift. “Nada puede justificar el uso de dinero del contribuyente para agravar la crisis climática”, agregó.
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El informe, titulado “Investing in Climate Disaster: World Bank Group Finance for Fossil Fuels”, cubre las actividades del Banco Mundial desde 2018 hasta 2021.
Dicho documento indica que el banco utilizó flujos de financiación indirecta, a través de intermediarios como instituciones financieras, para inyectar dinero a proyectos de petróleo y gas.
Los datos del informe se obtuvieron a partir de la base de datos de finanzas públicas para energía de Oil Change International. Estas inversiones “indirectas” son un “vacío importante” en la política climática del banco, concluye el documento.
Uno de los ejemplos más emblemáticos que remarca el documento es el de la inversión en un gasoducto en Azerbaiyán, que recibió 1.100 millones de dólares en 2018, a pesar de que el banco evaluara que podría tener graves impactos ambientales.
Por último, el documento aborda mucho de los casos de financiación a proyectos de gas, criticando su concepción como combustible de transición.