Detuvieron a un exingeniero de Google por robar secretos de IA para fundar empresas en China
Según los documentos judiciales, este se incorporó a Google en 2019 y participó en el desarrollo de software para aplicaciones de aprendizaje automático.
El Departamento de Justicia anunció la detención de un antiguo ingeniero de inteligencia artificial de Google, acusado de sustraer información sobre las avanzadas tecnologías de la compañía con la intención de establecer su propia empresa en China. Leon Ding, también conocido como Linwei Ding, un ciudadano chino de 38 años, fue arrestado en Newark, California, y enfrenta cuatro cargos por robo de secretos comerciales.
Funcionarios del Departamento de Justicia consideran este caso como una advertencia de que el gobierno de Estados Unidos estará alerta ante cualquier intento de transferir de manera ilícita tecnologías avanzadas estadounidenses a China, en medio de una competencia tecnológica que recuerda a la Guerra Fría entre Washington y Beijing.
Merrick Garland, el fiscal general, afirmó en un comunicado: “El Departamento de Justicia no tolerará el robo de inteligencia artificial y otras tecnologías avanzadas que puedan comprometer nuestra seguridad nacional”. En caso de ser declarado culpable, Ding podría enfrentar una condena máxima de 10 años de prisión y hasta un millón de dólares en multas.
De acuerdo con una acusación presentada el 5 de marzo en un tribunal federal de San Francisco, Ding fue contratado por Google como ingeniero de software en 2019, desempeñándose en los centros de datos de supercomputación de la compañía. Su labor se centró en el desarrollo de software para mejorar el funcionamiento de las aplicaciones de aprendizaje automático e inteligencia artificial para los clientes de Google, según señala la acusación.
Los fiscales alegan que Ding inició la transferencia de información confidencial de Google a su cuenta personal de Google Cloud en mayo de 2022, llegando a cargar más de 500 archivos con información confidencial de Google para mayo de 2023.
Los cargos de robo de secretos comerciales implican especificaciones de arquitectura de chips y diseño de software para “unidades de procesamiento tensorial” y “unidades de procesamiento gráfico”, componentes fundamentales de los centros de supercomputación.
Mientras aún desempeñaba funciones en Google, Ding asumió el cargo de director de tecnología en Beijing Rongshu Lianzhi Technology Co., una empresa de inteligencia artificial con sede en China. Simultáneamente, fundó una segunda empresa, Shanghai Zhisuan Technology Co., también en China, sin informar a Google sobre sus roles en ambas compañías, de acuerdo con la acusación.
Matthew Axelrod, Subsecretario de la Oficina de Cumplimiento de las Exportaciones del Departamento de Comercio, advirtió en un comunicado que aquellos que transfieran tecnología estadounidense sensible a China corren el riesgo de enfrentar acusaciones penales. El Departamento de Justicia indicó que la investigación sobre Ding fue llevada a cabo por la Disruptive Technology Strike Force de los Departamentos de Justicia y Comercio, un grupo establecido con el propósito de evitar que tecnologías estadounidenses sean adquiridas por “regímenes autoritarios y naciones-estado hostiles”.
Tanto el gobierno de Estados Unidos como el de China consideran la inteligencia artificial como una tecnología emergente estratégica con amplio potencial para impulsar la producción económica en sectores civiles, a la vez que proporciona capacidades clave para los ejércitos y las agencias de inteligencia. El año pasado, el Presidente Biden promulgó una orden ejecutiva sobre inteligencia artificial con el objetivo de mantener a Estados Unidos a la vanguardia en el desarrollo de esta tecnología en comparación con países como China.
No fue posible contactar de inmediato con Ding, Beijing Rongshu Lianzhi Technology y Shanghai Zhisuan Technology para obtener sus comentarios.
El portavoz de Google, José Castañeda, dijo que Google había remitido el caso a las autoridades federales. “Tenemos estrictas medidas de protección para evitar el robo de nuestra información comercial confidencial y secretos comerciales. Tras una investigación, descubrimos que este empleado robó numerosos documentos, y rápidamente remitimos el caso a las fuerzas de seguridad”, declaró.
Fuente: The Washington Post