Descubren que el mosquito del dengue puede “dormir” para sobrevivir al invierno
Un grupo de científicos reafirmó que el Aedes aegypti puede entrar en "diapausa" y sobrevivir al frío. ¿De qué se trata?
Hace poco más de cinco años, un equipo de científicos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA (Exactas UBA) propuso una hipótesis disruptiva: el mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue, zika y chikungunya, podría sobrevivir al invierno entrando en “diapausa”, un estado de latencia que le permite tolerar condiciones extremas.
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Ahora, el Grupo de Estudio de Mosquitos (GEM), liderado por la investigadora del CONICET Sylvia Fischer, acaba de publicar nuevos datos en la revista Journal of Insect Physiology que refuerzan esa hipótesis, desafiando una vez más el consenso internacional.
Qué es la diapausa del mosquito del dengue
Este mecanismo, común en otros insectos, reduce el metabolismo para conservar energía y agua durante periodos hostiles. Aunque durante décadas se sostuvo que el Aedes aegypti no contaba con esta capacidad, los nuevos experimentos del GEM muestran lo contrario.
Los investigadores expusieron huevos a un fotoperíodo corto -simulando las condiciones de luz del invierno- y observaron que sobrevivían significativamente más tiempo sin agua que aquellos incubados con luz de verano. “Los huevos de invierno resistieron meses secos y luego eclosionaron cuando los sumergimos”, explicó Fischer.
Nacen por tandas, sobreviven mejor
Otro comportamiento observado fue la eclosión escalonada: los huevos no emergen todos juntos, sino en varias tandas tras sucesivas inmersiones. “Es una estrategia evolutiva para asegurar que, si una camada fracasa por condiciones adversas, otras tengan más chances de prosperar”, detalló la investigadora.
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El patrón se confirmó tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en San Bernardo, una de las zonas más frías donde se ha establecido la especie.
¿Qué implica este hallazgo?
“Cada resultado suma evidencia de que en el Aedes aegypti hay un proceso fisiológico que, en principio, estamos llamando diapausa”, indicó Fischer. Si este fenómeno se confirma a mayor escala, podría significar que el mosquito tiene capacidad para adaptarse a climas más fríos, lo que representa un desafío serio para la salud pública.
El avance del GEM no solo cuestiona conocimientos previos, sino que ofrece nuevas herramientas para entender -y quizás anticipar- la expansión del mosquito del dengue en un mundo afectado por el cambio climático.