Del monte al reciclaje: una iniciativa chaqueña que transforma residuos en oportunidades sustentables
Pampa Limpia Argentina Sostenible transforma residuos plásticos agroindustriales en oportunidades económicas.
En uno de los rincones más olvidados de Argentina, donde el monte chaqueño se entrelaza con la agricultura intensiva y la infraestructura es escasa, tres jóvenes decidieron cambiar las reglas del juego. En julio de 2021, Martín Mastandrea, junto a dos socios, fundó Pampa Limpia Argentina Sostenible (PLAS), una empresa que nació con un objetivo claro: abordar un problema ambiental creciente y silencioso en el corazón del campo argentino, la gestión de residuos plásticos agroindustriales.
“El agro genera toneladas de desechos plásticos cada año: silobolsas, bidones, envases. En muchos casos, se queman o entierran, con un enorme impacto ambiental. Lo que hicimos fue diseñar una solución que no solo resuelve ese problema, sino que también crea valor económico y empleo”, explicó Mastandrea en una entrevista con Cadena 3.
Iniciativa chaqueña transforma residuos en recursos sustentables
El enfoque de PLAS se basa en los principios de la economía circular. Lo que antes era residuo, hoy se convierte en recurso. El proceso arranca con la recolección, quizás la parte más desafiante del proyecto, especialmente en zonas rurales alejadas. “Lo más difícil es establecer el vínculo con el productor, ganarse su confianza y organizar la logística. Pero una vez logrado eso, el resto es más técnico: el material se traslada a nuestra planta en Presidencia de la Plaza, donde lo lavamos, lo molemos, lo filtramos y lo extruimos para convertirlo en pellet de polietileno. Esa es la materia prima que luego usa la industria para fabricar nuevos productos”, detalló.
A través de esta iniciativa, PLAS no solo contribuye a mitigar el impacto ambiental de la actividad agroindustrial, sino que también dinamiza economías locales y promueve un modelo productivo más sostenible.
PLAS: del residuo al recurso, una apuesta por el desarrollo sostenible
El impacto de Pampa Limpia Argentina Sostenible (PLAS) ya se traduce en cifras concretas: desde su creación, la empresa ha reciclado más de 1.200.000 kilos de plástico agroindustrial. Sin embargo, para Martín Mastandrea, uno de sus fundadores, lo más importante no es solo el volumen reciclado, sino el cambio de paradigma que representa. “Nuestro pellet puede sustituir al plástico virgen derivado del petróleo. Eso significa que estamos produciendo un insumo local, reduciendo la necesidad de importar materiales, y con eso también ayudamos a ahorrar divisas para el país”, señaló.
Los productos fabricados a partir de ese plástico reciclado son variados: desde nuevas silobolsas hasta bancos, baldes, cajas de herramientas y más. Cada kilo recuperado no solo evita contaminar el ambiente, sino que también activa una cadena de valor. “Hoy tenemos 12 empleados directos en la planta y muchos otros que participan indirectamente: fletes, recolectores de plásticos, proveedores de servicios. Esto no es solo reciclaje, es generación de empleo y dinamización de la economía local. Cada kilo reciclado es trabajo, es dignidad”, enfatizó Mastandrea.
El crecimiento de PLAS no se detuvo en Chaco. Gracias a alianzas estratégicas, la empresa logró expandirse a otras provincias del norte argentino, como Santiago del Estero, Salta y Formosa. Uno de los acuerdos clave fue con la Unión Agrícola de Avellaneda, en Santa Fe, lo que permitió escalar el modelo y llegar a más productores en distintas regiones.
Otro diferencial del proyecto es su sistema de trazabilidad, desarrollado junto a una consultora especializada. Esta herramienta permite rastrear el recorrido de cada kilo de plástico recuperado, certificando la reducción de la huella de carbono en las producciones agrícolas. “Hoy, eso tiene un valor creciente para los productores que exportan. No es solo una cuestión ambiental: también es una ventaja estratégica”, explicó Mastandrea.
En cuanto a la recepción por parte del sector agropecuario, Martín lo tiene claro: “No venimos a señalar ni a imponer. Sabemos que muchas veces el productor no tiene otra opción: está apurado por la cosecha y no sabe qué hacer con los residuos. Nosotros ofrecemos una solución concreta: un servicio de limpieza y recuperación que le permite actuar de forma responsable, sin culpa ni complicaciones”.
PLAS es una muestra tangible de cómo una idea innovadora puede convertirse en motor de desarrollo. Desde el interior profundo del país, demuestra que la sustentabilidad, la generación de empleo y la producción no solo pueden convivir, sino que juntas forman parte de una Argentina más justa, eficiente y posible.