Cuál es el impacto del viento en el derretimiento de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida
Científicos detectaron que este fenómeno se está acelerando en el norte y desacelerándose en el sur del planeta. Conocé los detalles.
Las enormes capas de hielo de Groenlandia (GIS) y la Antártida (AIS) albergan una cantidad sustancial de agua, capaz de elevar el nivel global del mar en 65,4 metros, contribuyendo ya con 18,4 mm al aumento global desde 1992.
Investigaciones previas confirmaron que los vientos Föhn y catabáticos (viento que desciende por pendientes) pueden intensificar el derretimiento superficial de las capas de hielo, aumentando así la vulnerabilidad de las plataformas de hielo.
Un reciente estudio liderado por expertos de la Universidad de California (UCI), Irvine, y la Universidad de Utrecht en los Países Bajos, revela que el hielo superficial en Groenlandia se está derritiendo a un ritmo creciente en las últimas décadas, mientras que en la Antártida la tendencia es opuesta, según los investigadores de la Universidad de California.
En un artículo recién publicado en Geophysical Research Letters, los científicos examinaron el papel de los vientos Föhn y las ráfagas de los vientos catabáticos descendentes, que llevan aire cálido y seco a las cimas de los glaciares. Reportaron que el derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia asociado con estos fenómenos ha aumentado más del 10% en las últimas dos décadas, mientras que el impacto de los vientos en la capa de hielo de la Antártida ha disminuido en un 32%.
Mediante simulaciones de modelos climáticos regionales, se estudiaron las capas de hielo en Groenlandia y la Antártida, revelando que los vientos descendentes son responsables de un significativo derretimiento en ambas regiones. Este derretimiento superficial provoca escorrentía e hidrofractura en las plataformas de hielo, incrementando el flujo de agua dulce hacia los océanos y contribuyendo al aumento del nivel del mar.
A pesar de la importancia de la influencia de los vientos, las distintas dinámicas del calentamiento global en los hemisferios norte y sur generan resultados contrastantes en estas regiones. En Groenlandia, el deshielo impulsado por el viento se ve exacerbado por el calentamiento de la isla, siendo la luz solar suficiente para su fusión incluso sin la presencia del viento.
El aumento del 10% en el derretimiento vinculado al viento, combinado con temperaturas más cálidas del aire, ha resultado en un aumento del 34% en el deshielo total de la superficie. Este fenómeno se atribuye en parte a la influencia del calentamiento global en la Oscilación del Atlántico Norte (NAO), un índice que mide la diferencia de presión a nivel del mar.
Contrariamente, en la Antártida, el derretimiento total de la superficie ha disminuido aproximadamente un 15% desde 2000. Sin embargo, esta reducción se debe en gran medida a un 32% menos de derretimiento causado por el viento en la Península Antártica, donde se ubican dos zonas de hielo vulnerables cuyas plataformas ya se han derrumbado.
Es alentador que el agujero de ozono estratosférico antártico, descubierto en la década de 1980, continúe recuperándose, brindando un temporal aislamiento de la superficie ante un mayor derretimiento. Las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida, que retienen más de 60 metros de agua fuera del océano, han elevado el nivel global del mar en aproximadamente 20 mm desde 1992.
Aunque Groenlandia ha liderado el aumento del nivel del mar en las últimas décadas, la Antártida la sigue de cerca y, eventualmente, podría superarla. Por lo tanto, es crucial monitorear y modelar el derretimiento conforme ambas capas de hielo se deterioran, incluyendo la comprensión de cómo el cambio climático altera la relación entre el viento y el hielo. Este proyecto contó con la participación de Matthew Laffin y Wenshan Wang del Departamento de Ciencias del Sistema Terrestre de la UCI, así como Melchior van Wessem y Brice Noel del Instituto de Investigación Marina y Atmosférica de la Universidad de Utrecht.